Política
¿Qué hay detrás de las bromas de Gustavo Petro sobre amarrarse al poder? Advierten riesgos para las elecciones del 2026
Los comentarios de Petro, algunos en broma, sobre su permanencia en el poder, podrían ser una amenaza para el futuro de la democracia.

Mensajes contradictorios ha enviado el presidente Gustavo Petro al comentar, aparentemente en broma, sobre su posible reelección, despertando preocupación en diferentes sectores ante el riesgo de que el Mandatario quiera quedarse en el poder de manera no democrática.
Si bien las fuentes consultadas aclaran que ni legal ni políticamente es posible que el Jefe de Estado pueda perpetuar su gobierno, advierten que podría estar en riesgo la transparencia de las elecciones del 2026 y la transición del mando presidencial, en caso de que un movimiento contrario a él gane la contienda.
“Si el Senado de la República no le hace caso al pueblo, me voy a amarrar al sillón con unas sogas a ver qué pasa, me sacrifico”, dijo el Presidente el pasado jueves en las marchas del 1 de mayo por el Día del Trabajo.
“Me parece demasiado preocupante ese tipo de chistes, porque las democracias no se debilitan de un momento a otro, es un proceso y es alarmante que casi a un año de las elecciones para la primera vuelta presidencial, tengamos a un mandatario que está utilizando el poder para hacer campaña anticipada con la consulta popular y promueva su proyecto político, que no sabemos si es quedarse en el poder”, indica la politóloga María Alejandra Arboleda.
Para ella, es necesario hacer un llamado a la mesura y a ser sensatos, para que los líderes políticos no entren en ese juego de la agresividad y la violencia que acostumbra Petro, sino que se defienda la democracia desde las instituciones, “porque al final ese discurso del Mandatario corresponde a una estrategia político-electoral”.
Sobre la posibilidad de que sus amenazas de reelegirse puedan ser ciertas, el analista y consultor político Germán González comenta que “es muy difícil que eso pase porque hay unos fuertes límites legales y políticos. Lo primero es que el artículo 197 de la Constitución expresamente prohíbe la reelección. De manera que para habilitar la reelección hay que hacer un cambio en la Constitución, y eso deja al Gobierno con dos caminos legales para hacerlo”.

Explica que una de esas rutas “es radicar un acto legislativo que reforme la Constitución y otro es convocar a una asamblea constituyente. Ambos caminos implican tener la aprobación del Congreso, pero ahora el capital político está siendo invertido en buscar mayorías para la consulta popular. Esto deja con muy poco espacio político y legal la idea de una reelección”.
Al respecto, el director del doctorado en Estudios Sociales de la Universidad del Rosario, Carlos Charry, comenta que aunque Gustavo Petro sabe perfectamente que el escenario de la reelección es muy poco probable, “lo que sí quiere hacer es calentar el ambiente electoral para que prácticamente entre septiembre y junio del otro año estemos en un ambiente de campaña polarizado y fragmentado, que probablemente lo favorezca, si las fuerzas tanto de centro, centro-izquierda, e incluso de la propia derecha, se mantienen cada una por su propio carril”.
De hecho, ese ‘tira y afloje’ con las insinuaciones de quedarse en el poder y luego desmentir los rumores al respecto, ha sido reiterativo por parte del Ejecutivo, lo que ha generado más alertas sobre sus verdaderas intenciones.
Por ejemplo, el pasado 25 de abril el ministro del Interior, Armando Benedetti, dijo en un evento que “la mini reelección del presidente Petro sería el primero de mayo en la marcha y en la consulta popular, una vez que pase en el Senado de la República”, pero cuatro días después aseguró que el mandatario no quería mantenerse en el poder.
“Se lo puedo jurar. Él no quiere. No está en la cabeza, no está en los planes. No hay ninguna forma. No se ha pensado, no se comenta una sola vez. Está diciendo que no le gusta el poder. No es de esos hombres que se quiere apegar al poder”, insistió el funcionario al ser interrogado por la prensa.
El mismo caso ocurrió ese mismo día con presidente Petro, quien comentó públicamente: “Yo siempre dije que no me interesa la reelección”; sin embargo, segundos después dijo: “Pero el día que vuelva a la Presidencia de la República será porque el pueblo ha hecho una revolución”.

Las amenazas al Congreso
“El Presidente dijo claramente que si no se aprobaba la consulta, el pueblo debería invocar la revocatoria del mandato a los congresistas, cuando ellos han sido elegidos por voto popular. Esto ya es una proyección, sea consciente o no, de qué es lo que él desearía, y creo que eso es preocupante en términos de la calidad y de la eficacia de nuestra democracia”, señaló Charry.
Y pese a que indica que es poco probable que eso ocurra, porque el Congreso está actuando en función de las demandas ciudadanas, “al momento de dar un discurso en ese tono de amenaza, la consulta popular deja de ser un asunto de derechos colectivos y laborales, de mejorar la empleabilidad del país, que es lo que estamos buscando, sino que se está convirtiendo en un pulso político”.
Asimismo, para el consultor Germán González, esas insinuaciones “hacen parte del tono provocador y en ocasiones amenazante que usa el Presidente. Varios globos ha lanzado que nunca se concretan. Pero además, sirve para alimentar la narrativa del bloqueo institucional y el mensaje de “no me dejan gobernar”, para seguir embalsamando ese sector más duro y fiel del petrismo que comparte la idea de que su Administración no avanza por culpa de otros poderes y que el periodo constitucional de cuatro años no es suficiente para ver los resultados”.

“Al final, el globo de la reelección sirve como instrumento simbólico y político”, anota.
Además de los ataques contra el presidente del Senado, Efraín Cepeda, Petro ha emprendido una ‘lucha’ constante contra congresistas que han tenido papel en el hundimiento de algunas de sus reformas. Recientemente, sus arremetidas se han dirigido hacia la conservadora Nadia Blel y el liberal Miguel Ángel Pinto, a quienes los ha responsabilizado hasta por la muerte de ciudadanos.
Este último ya anunció una denuncia en ese sentido contra el Jefe de Estado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la comunidad internacional. Blel también lo ha responsabilizado por su seguridad.
“Son amenazas directas con las que intenta restringir un poco el debate en el Congreso frente a la consulta popular, porque no se estaría dando en términos de libertad, con garantías, sino a través de la amenaza, porque, según el Presidente, está en juego que él se quede en el poder. Pero también está en riesgo la democracia misma y que exista una transición del mando presidencial de manera justa, pero sobre todo en paz”, finaliza Arboleda.
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