Editorial
¿Una nueva frustración?
Si en el caso del proyecto de Sameco se sigue dilatando su inicio, la probabilidad de que se convierta en una nueva frustración para la región es más que probable.

27 de jul de 2025, 01:34 a. m.
Actualizado el 27 de jul de 2025, 01:34 a. m.
27 de jul de 2025, 01:34 a. m.
Actualizado el 27 de jul de 2025, 01:34 a. m.
El hundimiento de Sameco va camino a convertirse en otra decepción para el Valle del Cauca. Entre retrasos, inconsistencias en los planes, demoras en permisos o acciones de terceros, han pasado cuatro años sin que las obras arranquen, mientras se generan sobrecostos y la que es una vía necesaria para mejorar la movilidad en la salida de Cali hacia la Autopista que comunica con Yumbo parece perderse entre la tramitología y la burocracia.
Sameco es una de las intersecciones con mayor demanda en la capital del Valle. Ubicada en el norte de la ciudad, por ella se mueve la mayor cantidad de tráfico hacia la zona industrial de Yumbo, conduce hacia algunas de las zonas francas más importantes de la región y es usada como una de las vías principales hacia el aeropuerto internacional Alfonso Bonilla Aragón, ubicado en Palmira.
Por la alta afluencia de vehículos particulares, de transporte público o de carga, es usual que sobre todo en horas pico se generen congestiones en las entradas y salidas de este sector. Por ello su hundimiento, que incluye además la prolongación en 15,6 kilómetros de la Avenida Ciudad de Cali así como la rehabilitación y el mejoramiento de 28,7 kilómetros de vías secundarias, fue una de las obras 5G priorizadas en la nueva Malla Vial del Valle.
La responsabilidad de la construcción está en manos de la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, mientras que Cali y Yumbo se tendrán que encargar de algunos de los mantenimientos posteriores. Eso sucederá, en todo caso, solo cuando culminen los trabajos, que tenían fecha de inicio en 2021, deberían mostrar -cuatro años después- un avance de al menos del 21%, pero que ni siquiera han comenzado.
Como suele suceder, las responsabilidades se las rebotan entre unos y otros: la ANI dice que hay dificultades con permisos ambientales, demoras en la reubicación de redes de servicios públicos y trabas administrativas. Las empresas de servicios públicos y la entidad ambiental local aseveran que se han presentado inconsistencias en los diseños así como demoras en las respuestas a los requerimientos. Lo cierto es que ya se presentan sobrecostos por cerca de $30.000 millones y no pareciera haber soluciones prontas.
Por ello hay que exigir que se resuelvan los inconvenientes en el menor tiempo posible. Los vallecaucanos ya saben qué pasa cuando obras que son esenciales para el departamento se embolatan en medio de la tramitología o la burocracia.
No vaya a ser que con el hundimiento de Sameco pase algo parecido a lo que sucede con la vía Mulaló – Loboguerrero, esencial para reducir el trayecto entre Cali y Buenaventura en al menos una hora, con los beneficios en tiempo y económicos que ello traería. Hoy, 10 años después de entregarse en concesión, el proyecto sigue sin comenzar, entre otras razones por las demoras de la Agencia Nacional de Licencias Ambientales en la expedición de los permisos y la negativa del Gobierno Nacional para ajustar los precios iniciales de la adjudicación.
Si en el caso del proyecto de Sameco se sigue dilatando su inicio, la probabilidad de que se convierta en una nueva frustración para la región es más que probable. El llamado es a que las autoridades locales y del Departamento levanten su voz a tiempo y demanden de la Nación las acciones inmediatas para que se le cumpla a Cali, a Yumbo y al Valle.
Comunicadora social y periodista multifuente graduada de la Universidad Santiago de Cali, con énfasis en política, gobierno y experiencia en presentación y radio.