Editorial

Es urgente más control a ‘piratas’

Es hora de poner freno y recuperar el control, defender a quienes sí cumplen la ley, acatan las normas y pagan sus impuestos...

Las autoridades viales realizan operativos a la piratería, especialmente en las avenidas Ciudad de Cali y Simón Bolívar, donde más se registra este fenómeno. | Foto: Archivo de El País

24 de jul de 2025, 03:18 a. m.

Actualizado el 24 de jul de 2025, 03:18 a. m.

La solicitud que hacen taxistas y conductores de buses urbanos a la Alcaldía de Cali para que se incrementen los operativos en contra de vehículos y motocicletas de transporte informal en la ciudad, debe ser atendida. El problema lleva años, se sabe en dónde operan los ‘piratas’, así como los efectos adversos para el MÍO, pero hasta ahora no hay acciones efectivas.

Y es que las rutas por las que circulan los vehículos que prestan el servicio de transporte informal en la ciudad son conocidas por todos. Basta recorrer la Avenida Ciudad de Cali, la Avenida Simón Bolívar, pasar por la intersección de la Calle 5 con Carrera 94 frente a la estación del MÍO de Meléndez o la vía Cali- Jamundí, para ser testigos del desmedido crecimiento del transporte pirata.

El reclamo de los taxistas en la protesta de ayer, es claro: se necesita acción contundente. Durante el paro de hace un año se pactaron compromisos con la Administración Municipal, pero hasta ahora, según los conductores, las promesas no se han traducido en resultados visibles. La piratería sigue operando tranquilamente, como si tuviera licencia para ignorar las normas. Esto no solo frustra a quienes cumplen con los requisitos legales para prestar el servicio y pagan impuestos altos, sino que envía un mal mensaje a los ciudadanos.

El transporte informal ha alcanzado cifras alarmantes. Datos conocidos por el periódico El País muestran que mientras el MÍO moviliza aproximadamente a 310.000 pasajeros diarios y el transporte colectivo 70.000, los vehículos ilegales mueven un poco más de 600.000 personas al día. ¿Cómo puede una ciudad sostener su sistema de transporte público si este se ve superado por una competencia irregular y en la que los ciudadanos prefieren arriesgar sus vidas a cambio de llegar más rápido a sus destinos?

La creación de una ‘mesa de la legalidad’, como lo propone el gremio de taxistas, es una iniciativa que debería ser respaldada. Este espacio permitiría monitorear el cumplimiento de los acuerdos, hacer control social a las entidades responsables y construir soluciones con todos los actores del sector.

Cali necesita una política pública robusta que enfrente la piratería en el transporte con determinación, así como se hace con otros problemas de movilidad en la ciudad desde el pasado 1 de enero de 2024. De lo contrario, el descontrol seguirá en las calles y estará en riesgo el futuro del MÍO, pues si se quieren recuperar las finanzas de este sistema, una de las acciones a tomar es perseguir con contundencia el transporte informal.

Es necesario que el alcalde Alejandro Eder y su Administración asuman el liderazgo en esta materia. El transporte ilegal no es un problema menor ni pasajero, como se pensaba hace quince años cuando se vieron circular los primeros ‘piratas’ por las calles de la ciudad.

Es hora de poner freno y recuperar el control, defender a quienes sí cumplen la ley, acatan las normas y pagan sus impuestos, pero sobre todo hay que velar por la seguridad de los ciudadanos. Si Cali no actúa pronto, el sistema masivo y quienes prestan el servicio público de transporte dentro de la formalidad, terminarán colapsando y los que perderán serán los usuarios.

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