Editorial
Prioridades para el Valle
Entendiendo esas prioridades, al Bloque Parlamentario no se le pueden quedar entre el tintero los demás pendientes con el departamento
La lista de pendientes del Gobierno Nacional con el Valle del Cauca amerita que las voces de la región se eleven con fuerza para exigir su cumplimiento. En particular aquellas que más tienen eco en Bogotá, donde se concentra la toma de decisiones sobre las necesidades más apremiantes de la provincia y donde pareciera que no alcanzan a veces a llegar ni el murmullo de los reclamos.
Al Bloque Parlamentario del Valle, conformado por sus 24 senadores y representantes a la Cámara, hay que abonarle que con el relevo de su presidente quiera darle un impulso a tres de los asuntos que hoy más preocupan a los vallecaucanos. Se quedan, sin embargo, cortos los congresistas en sus aspiraciones, porque a la Administración Central hay que reclamarle por aquellos compromisos que siguen sin honrarse.
Se incluyen en las pretensiones del Bloque temas de región que son prioritarios, como la vía Mulaló – Loboguerrero, concesión adjudicada hace nueve años, sobre la cual hay que llegar a un entendimiento entre las partes -es decir Covimar, la empresa a la que se le adjudicó la licitación, y la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI- para destrabar el inicio de la obra. Ya se saben las bondades que conlleva para la competitividad de la industria vallecaucana y nacional esa carretera que comunica con Buenaventura.
Velar por la seguridad durante la COP16, la cumbre mundial sobre biodiversidad que se realizará en octubre en Cali, es una obligación. Son 12.000 visitantes, entre delegados estatales y participantes, provenientes de 160 países, que debe ser protegidos durante su estadía. Los refuerzos de la Policía como de las Fuerzas Armadas ya están llegando para garantizar que no se altere el orden público ni exista riesgo alguno.
Así mismo, hay que insistir en soluciones para la deuda que hoy tiene al borde del colapso al sistema público de salud del departamento y por igual al privado. Las acreencias por dos billones de pesos afectan al Valle como a su capital, donde se concentra el mayor número de hospitales, clínicas y prestadores de servicios. Si no se encuentran soluciones, la crisis desbordará la capacidad de respuesta.
Entendiendo esas prioridades, al Bloque Parlamentario no se le pueden quedar entre el tintero los demás pendientes con el departamento. Aún se está a la espera del dragado de profundización del canal de acceso al puerto de Buenaventura, obra indispensable para que los buques de carga de mayor calado puedan entrar y no busquen alternativas en Ecuador o Perú, afectando la competitividad del principal puerto colombiano.
Hay que gestionar, de igual manera, que se concreten los aportes que hará la Nación para el Tren de Cercanías, indispensable para la movilidad entre Cali y sus municipios vecinos, así como su intervención en el plan de salvación de Metrocali. E impedir el paso del proyecto de ley que hace trámite en el Congreso, que obliga a las Corporaciones Autónomas Regionales a ceder sus acciones en empresas de servicios públicos. La más afectada sería la CVC, a la que se le quitarían recursos que hoy le permiten al Valle estar a la vanguardia en la protección ambiental.
Los esfuerzos del Bloque Parlamentario no pueden estar limitados, cuando son tantos los faltantes de la Nación con el Valle. Esa es la labor que les encomendaron sus electores.
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