Editorial
Preocupación por el Bulevar
Ayer la ciudad amaneció con la noticia de que habían sido vandalizados los vidrios de protección que cubrían los vestigios del antiguo puente Ortiz...

Pocos lugares en Cali han logrado establecerse con tal importancia y sentido de pertenencia como el Bulevar del Río. El próximo 15 de mayo cumplirá 12 años desde su inauguración, y en este tiempo se ha convertido en epicentro de grandes eventos como la reciente COP16, la Feria Internacional del Libro, el alumbrado navideño de cada año, entre muchos otros.
El Bulevar es el lugar predilecto de diferentes manifestaciones, donde se conjugan la cultura y la naturaleza, se reúnen los caleños cada semana y que es hogar de un importante número de establecimientos de comercio regulados que generan una gran dinámica económica. Las aristas son diversas y cada una reitera a este espacio como un ícono para la ciudad.
Pero es inocultable la preocupación que dejan los recientes hechos que ponen de relieve la falta de mantenimiento, protección y control que se está viviendo en el lugar.
A inicios de marzo, la Administración informó que cerca de 40 luminarias LED en este espacio habían sido vandalizadas, generando oscuridad y una sensación de inseguridad que se extendió por varios días. El fin de semana anterior se conoció el caso de un individuo que tenía en su poder varios triciclos de gran tamaño para el transporte de personas, ocupando espacio público sin autorización; pese a que los funcionarios del gobierno local llegaron a solicitarle su retiro, el sujeto se tornó agresivo y la situación escaló.
Por si fuera poco, ayer la ciudad amaneció con la noticia de que habían sido vandalizados los vidrios de protección que cubrían los vestigios del antiguo puente Ortiz, quedando varios de ellos rotos a un costado. El País visitó el Bulevar para ver en detalle su estado, y encontró bebederos dañados, paredes grafiteadas sobre obras que habían sido pintadas para embellecer el espacio, zonas verdes sin mantenimiento y bancas deterioradas o con suciedad.
Todo esto se derivaría de que actualmente no hay un operador que administre el Bulevar, como ha existido desde un inicio. El contrato con Fundocol, que se encargaba de este trabajo, terminó el 31 de diciembre pasado y lo que se ha informado es que para esta semana habría un nuevo operador contratado. La celeridad es necesaria, pues el Bulevar y la tranquilidad de quienes lo visitan no dan espera.
No se puede desconocer que la Alcaldía ha trabajado para no descuidar este icónico lugar durante estos meses, con campañas de limpieza comunitarias y aumentando su presencia. Pero está demostrado que se requiere una estrategia mucho más robusta, además de un administrador que se encargue las 24 horas del día a cuidarlo.
Abordar situaciones complejas como las quejas por inseguridad y la gran cantidad de vendedores informales desorganizados son otros aspectos importantes. La tarea también es de los caleños, que deben hacer valer el sentido de pertenencia para cuidar este espacio. El Bulevar hoy es el espacio de reunión de la cultura caleña, por lo que hay que pedir que su trascendencia no se marchite por el descuido. Hay mucho por hacer.
Regístrate gratis al boletín de noticias El País
Te puede gustar