Editorial
La Troncal del MÍO
Metrocali sostiene que la dificultad para poner en operación la red de semáforos, responsabilidad que le compete al contratista, es la razón por la cual aún no entra en operación el Tramo I.

El MÍO, tal como se planeó hace 20 años, sigue siendo la solución para la movilización de los caleños. En especial para quienes viven en el oriente de la ciudad, donde se concentra la tercera parte de la población -alrededor de 800 mil personas, según datos del Dane- que demandan un transporte masivo eficiente y rápido. De ahí la importancia que tiene poner en funcionamiento, en el menor tiempo posible, el Tramo 1 de la Troncal Oriental.
Un sondeo realizado por Cali Cómo Vamos en el último bimestre de 2024 evidenció que el 33 % de las personas encuestadas utiliza el MÍO todos los días de la semana, principalmente para ir a trabajar o estudiar. Sin embargo, al mirar los estratos más bajos, estos se ubicaron por encima del promedio, con el 40 % de los encuestados asegurando que usan este medio de transporte a diario.
Estos datos son claves para entender que una de las zonas de la ciudad que más necesita el MÍO es el Oriente, y que por ello es urgente que se concrete el proyecto de la Troncal Oriental, que se extiende por la autopista Simón Bolívar desde el sector de Menga hasta Universidades, donde finalizará una vez se construya el tramo III.
En la actualidad, solo se encuentra en funcionamiento el tramo II de la obra, que va desde la Terminal Calipso hasta la Terminal Simón Bolívar. Sin embargo y aunque en la práctica ya se concluyó, aún no se entrega el tramo I, que es el más extenso con 8,8 kilómetros, y conecta a Menga con Calipso.
El 17 de junio de 2023 era la fecha en la que se debía poner en operación este fase primera del proyecto, pero aún esas 16 estaciones de parada no cumplen con su función de mejorar la movilidad de los caleños. Metrocali sostiene que la dificultad para poner en operación la red de semáforos, responsabilidad que le compete al contratista, es la razón por la cual aún no entra en operación el Tramo I.
Es difícil entender que las principales intervenciones a esta infraestructura hayan concluido hace dos años y que, en este tiempo, no se hayan podido dejar a punto las intersecciones de los semáforos. Desde el ente gestor del MÍO se reconocen los incumplimientos del contratista en los cronogramas de entrega, por lo que es necesario actuar al respecto y adelantar los procesos sancionatorios a los que haya lugar.
Los caleños no pueden esperar más a que la troncal con la que se debió iniciar la construcción del sistema de transporte masivo de Cali, que era la primordial por el número de usuarios que movilizaría, aún siga sin funcionar. Con los habitantes del Oriente hay una deuda desde hace casi dos décadas, que sigue pendiente de saldar.
Si el problema es el vandalismo a los semáforos y estaciones, la solución es robustecer los cuerpos de seguridad y la presencia de la Policía por estos sectores. Son medidas que se pueden tomar. Lo que no puede ocurrir es que el Tramo I de la Troncal de Oriente se siga deteriorando y que aquellos caleños que más necesitan un transporte masivo eficiente, sigan sin contar con el servicio que requieren.
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