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Conozca la historia de vida de la actriz colombiana de Terminator: Natalia Reyes, predestinada para actuar
La actriz bogotana estuvo en el Festival Internacional de Cine de Cali presentando dos películas en las que actúa: ‘Noviembre’ y ‘Aún es de Noche en Caracas’.
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2 de nov de 2025, 10:22 p. m.
Actualizado el 2 de nov de 2025, 10:22 p. m.
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La bogotana, hija de Jaime Reyes y de Ángela Gaitán —de familia de actores, poetas y pintores—, Natalia Reyes Gaitán, la menor de tres hermanos, la que en el colegio se inscribía en todo, se unió por error, a los 9 años, al proyecto de teatro musical Claraluna —creyó que se trataba de cursos de inglés— y terminó estudiando, durante siete años, canto, baile y actuación, sin adivinar que sería el preámbulo de una exitosa carrera actoral.

A los 16 años fue aspirante al reality del canal Caracol: Popstars (crearon un grupo de chicas cantantes) y quedó finalista. Eso le abrió las puertas de la televisión.
Se graduó en la Universidad Javeriana en Comunicación y Producción Audiovisual, porque no existía en ese entonces formación como actor, y creía, como muchos en esa época, que no se podía vivir de la actuación, tampoco de la música, y menos de ser bailarina —lo que habría sido ni no fuera actriz—.
Había hecho antes un semestre de la misma carrera en la Universidad de la Sabana, pero las clases de Cristología y la educación ortodoxa la llevaron a huir.
Hizo un intercambio en Buenos Aires para un taller de máscara neutra y con sus trabajos como actriz ahorró para estudiar en Nueva York, donde se radicó en 2011, cuando ingresó a la escuela de Lee Strasberg.
“Yo empecé en el teatro, es mi casa, cada vez que termino un proyecto, vuelvo a esta escuela y a este lugar en el que me siento viva y creativa”, cuenta Natalia, quien trabajó en la Compañía Exilia2 Teatro.
Inició en la televisión en la serie Pandillas Guerra y Paz. Fue presentadora del programa infantil Club 10 y en 2010 hizo el papel de Ana Lucía Giraldo, una joven boxeadora lesbiana en la novela A Mano Limpia. Actuó en Muñoz Vale por 2, Bermúdez e Isa TK+, de Nickelodeon.
Realizó cortometrajes, comerciales, la serie Web Just Moved In, dirigida por Clementine Cayrol, y la película Chess, del director francés Michel Cosma. Participó en la serie Cumbia Ninja, de Fox, en tres temporadas. Encarnó a Florencia Guerrero en la versión colombiana de la serie argentina Dulce Amor para Caracol Televisión y formó parte de la película Desterrada, de Diego Guerra.

Pero uno de los papeles que le dio fama en su país fue, en 2015, su protagónico en Lady: la Vendedora de Rosas, producida por Teleset y Sony Pictures Television, y que contó con gran éxito en toda Iberoamérica al ser emitida por Netflix, RCN y Univisión.
Luego se dedicó principalmente al cine: se destacan sus actuaciones en ‘Sumergible’, producida por Sebastián Cordero, y ‘Pájaros de Verano’, del director colombiano nominado a un premio de la Academia: Ciro Guerra.
En 2019, su mánager, María Clara López, le habló, un día, de “un casting para una película gringa sin título: están buscando una actriz latina”. Ella estaba en Cartagena, en Tierra Bomba, en Fénix, hizo un video sencillo que no creyó que clasificara, y le pidieron a los días reunirse con Tim Miller, director de Deadpool, “estaba junto a cinco latinas más, otra de ellas era colombiana”.
Grabó una escena de Terminator Dark Fate (Terminator Destino Oculto) con Linda Hamilton y le sacó lágrimas al director, luego la llamaron a unas pruebas en Irlanda, un fin de semana. Cuenta que vio por primera vez, en España, a Arnold Schwarzenegger, durante un día de rodaje nocturno, mientras hacía pruebas en un tanque lleno de agua en España (en Budapest grabaron juntos por un mes). Ella solo pudo decirle: ‘Hi’, después salieron de gira.
“Es un tipo chévere, amable, muy inteligente, ama la política y hablamos mucho del medio ambiente, porque es un activista climático. Fuma puro en el set, es muy vieja guardia, y lo quería matar, pero, ¿quién le dice algo a Arnold? Me prometió venir a Cartagena, pero tiene un tema de corazón que le impide viajar, lo han operado varias veces”.
Lo que le sucedió al llegar a Hollywood no es para ella un milagro, es una posibilidad que se abre cada vez para los actores colombianos: “En los años 80 que un actor nacional quedara en un casting allá era difícil, pero el mundo ha cambiado, ahora se necesita diversidad en la pantalla”.

Asegura que “en los castings todo influye, incluso la estatura, si le caes bien al director o si le gusta tu acento”.
Participó en otro filme estadounidense: ‘Corriendo con el Diablo’, junto al actor Nicolas Cage, rodada en Bogotá y en Cartagena, y en otros filmes internacionales como ‘Carteristas’, original de Netflix, y dirigido por Peter Weber, y ‘Brakland’, del director danés Martin Skovbjerg.
También fue la única protagonista —junto a Lobo, un perro abandonado— de ‘Mañana, antes, después’, grabada durante su embarazo y en plena pandemia del covid, en la que interpreta a una mujer que debe sobrevivir sola en un mundo postapocalíptico.
No por haber actuado en Hollywood, dice, ha dejado de ‘castear’, después de haber hecho escuela en la carrera del “no”.

El inglés lo habla fluido: tuvo un novio australiano y clases con un coach de idioma. El Wayuunaiki, lengua materna del pueblo indígena wayúu, de la península de La Guajira, lo aprendió de oído, al encerrarse en un chinchorro durante cuatro días, sin poderse mover.
La actriz Natalia Reyes está casada con el empresario español Juan Esteban San Segundo desde 2016, después de conocerse en 2009; tienen una hija, Isla, de 4 años. Son socios con otra persona en el Eco Hotel Fénix Beach Cartagena, en la isla de Tierra Bomba, donde promueven una experiencia de desconexión y conexión con la naturaleza. Allí tienen una casa y conviven con animales nativos.
Su papel retador: ser mamá
“La maternidad ha sido un proceso de descubrimiento, de asombro, de ver la vida desde cero, cómo se desarrolla y lo maravillosa que es. Es el proyecto más hermoso, agotador y retador, de gran transformación y muchas contrariedades; quiero que mi hija me vea realizarme, pero también quiero estar presente, no perderme cada segundo, que se pasa muy rápido. Y cada vez que la veo, todo tiene sentido”.
Reyes, ambientalista, animalista y vegetariana, ha denunciado situaciones como el cobro por el coche de bebé en aeropuertos, argumentando que es una necesidad, no un lujo. Incluso en el set de ‘Terminator’ insistió en la necesidad de usar botellas no plásticas.
Isabel Peláez. Escribo, luego existo. Relatora de historias, sueños y personajes. Editora de cultura, entretenimiento y edición de contenidos digitales.
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