Cultura
Murió el artista Daniel Spoerri, padre del “eat art” que hacía obras con los restos de comida
El suizo sorprendió con sus cuadros de objetos reales de una singular belleza.
El Centro Pompidou de París anunció este miércoles, 6 de noviembre, la muerte del artístico plástico suizo Daniel Spoerri, figura de la corriente artística del “nuevo realismo” y padre del “eat art”, que convertía en obras los restos de las comidas.
“Estamos profundamente tristes por la desaparición de Daniel Spoerri, figura emblemática y miembro fundador del nuevo realismo”, indicó el museo de arte moderno y contemporáneo en la red social X.
“Su mirada única del arte, a través de sus ‘cuadros-trampa’ y sus montajes inesperados, supo capturar el instante, lo ordinario y lo sorprendente. Su herencia seguirá siendo una fuente de inspiración y de reflexión singular”, continuó la pinacoteca francesa.
El artista suizo nació en 1930 a orillas del Danubio, en Galati, en el este de Rumania, y es conocido por sus bodegones tridimensionales vinculados al arte del comer. El principio es simple: al terminar una comida, Spoerri fijaba con pegamentos los restos de los platos a la mesa (cubiertos, servilletas, alimentos...).
Lo bautizó “eat art”, un movimiento de obras y acciones que ponen bajo el foco los alimentos y los hábitos alimentarios. Con este concepto, el exbailarín funda el movimiento del nuevo realismo en 1960 junto a artistas como Yves Klein, Arman, Raymond Hains o Jean Tinguely.
Spoerri incluso administró un restaurante real en Düsseldorf (Alemania) entre 1968 y 1972, donde los clientes que podían permitírselo se llevaban los restos de su comida convertidos en obra de arte.
El suizo de origen rumano llevó más lejos el movimiento con la creación de Eat Art Gallery, donde los artistas exponían efímeras creaciones comestibles y participaban en estos banquetes.
Después, Spoerri intentó librarse de esta etiqueta de “artista de la vajilla sucia” con su serie Détrompe-l’oeil (desengaña al ojo), en la que coloca un objeto real sobre un lienzo o un tapiz comprados en un mercadillo para cuestionar las fronteras entre la realidad y la ilusión.
Sus obras han sido objeto de retrospectivas en numerosos museos, incluido el Centro Pompidou de París en la década de 1990.
*Con información de AFP.