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Cantares de Istmina: así se preparan los artistas del Chocó para participar en el Festival Petronio Álvarez

Las zonales son más que una competencia musical en las comunidades del Pacífico, representan un regreso al origen cultural para descubrir talentos y salvaguardar tradiciones.

Zonal Petronio Álvarez - Istmina Chocó 2025
Un total de 148 agrupaciones se inscribieron para participar en las zonales del Petronio Álvarez, que se realizan en siete poblaciones del Pacífico. | Foto: Felipe Sandoval

28 de may de 2025, 10:29 a. m.

Actualizado el 30 de may de 2025, 01:02 a. m.

CHOCÓ. El carrizo, una especie de bambú o caña común, fue traído al continente americano por los conquistadores europeos en el siglo XVI, debido a su rápido crecimiento en climas tropicales, resultó ideal para diferentes usos en la colonización del territorio, como construir chozas, cercados y fortificar las orillas de los ríos, labores de las que, por supuesto, se encargaban las poblaciones de esclavos nativos y africanos.

Pero, así como en el Mediterráneo, cuando los antiguos los griegos formaron sus siringas a partir del tallo de bambú, en América, las comunidades indígenas y afrodescendientes descubrieron música en la flauta de carrizo, iniciando una tradición que subsiste hasta hoy en el Pacífico colombiano.

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Ronald Campaña Castro es maestro clarinetista. Nació en Bagadó hace 42 años, mide al menos 190 cm de altura, tiene piel clara y cabello rubio ensortijado, por eso lo llaman “El Mono”. Pero, sobre todo, es uno de los intérpretes más jóvenes dedicados a la flauta de carrizo, hace solo 3 años empezó a investigar este instrumento ancestral cuya música está en riesgo de desaparecer, “porque los maestros están muy viejos y han ido muriéndose, sin dejar sus saberes a las nuevas generaciones”, cuenta.

Son las 3:42 de la tarde, el calor es pegajoso y el aire sabe a madera dulce. Estamos en el centro recreacional La Frontera, de Istmina, capital de la subregión del San Juan y el segundo municipio más poblado del Chocó, con aproximadamente 24.000 habitantes en el centro urbano. Sentados bajo un quiosco, entre varios lagos donde se pesca mojarra y cachama, me cuenta la historia de sus ancestros y la flauta de carrizo:

Zonal Petronio Álvarez - Istmina Chocó 2025
Istmina es una población minera, se encuentra entre las más desarrolladas del Chocó, y es un epicentro cultural donde varias zonales se han realizado. | Foto: Felipe Sandoval / Secretaría de Cultura de Cali

—Ellos empezaron a coger esta planta que se daba mucho en el Pacífico y haciéndole agujeros encontraron una sonoridad muy particular de la que nació la chirimía. Los ancestros y los hermanos indígenas siempre tocaron fue carrizo. El clarinete, que todos identificamos con este ritmo, vino después con innovaciones y más sonoridad para impulsar nuestra música.

Al fondo observamos un bosque tupido, en el que cuelgan largos nidos de oropéndolas y, más allá, se encuentra el inmenso río San Juan, que divide esta comunidad minera en dos sectores, el viejo y el nuevo, unidos por un puente de doble vía, atravesado durante todo el día por cientos de mototaxis, motocicletas y unos pocos automóviles.

Ronald salió de su municipio muy temprano este sábado, 17 mayo, para llegar a Istmina donde se realiza la tercera zonal clasificatoria del Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez, en la que se presentan 16 agrupaciones procedentes de esta población y gran parte del Chocó: Bahía Solano, Cértegui, Condoto, Carmen de Atrato, Río Sucio, Nóvita, Bagadó y Quibdó, que aspiran a ganarse un cupo para compartir su música en la Casa Grande de Cali, donde se celebrará el evento central entre el 13 y 18 de agosto del 2025.

Así se preparan las agrupaciones musicales del Chocó para llegar al Petronio Álvarez l El País Cali

Su agrupación se llama Aires de Andágueda, la única que participa en la modalidad de chirimía de flauta, formada por “varios músicos curtidos del Chocó”, entre ellos, el maestro Secundino, descendiente de una antigua genealogía de percusionistas de El Carmelo, corregimiento de Bagadó, y la maestra Chencha, una veterana cantora quibdoseña, quien por primera vez aspira a que sus composiciones sean bailadas y coreadas en el Petronio Álvarez.

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Hace 29 años, cuando inició el Festival de Música del Pacífico, su fundador, Germán Patiño Ossa, viajaba por las poblaciones de la región pacífica colombiana escuchando y escogiendo a los grupos que se presentarían en Cali, pero con el paso del tiempo y la gran popularidad que alcanzó el Petronio Álvarez, la cantidad de agrupaciones desbordó la capacidad del evento, fue entonces cuando la organización resolvió hacer unas zonales clasificatorias dentro de las mismas comunidades.

“Son una especie de mini Petronio en las que se pueden presentar todas las agrupaciones aspirantes y desde allí se hace una selección representativa para competir en el evento central de Cali”, explica José Proscopio Ríos Córdoba, actual director del Petronio Álvarez.

Zonal Petronio Álvarez - Istmina Chocó 2025
Equipo de la zonal en Istmina. De izquierda a derecha: José Proscopio Ríos, director del Festival Petronio Álvarez; Yamileth Cortés, subsecretaria de Artes de la Secretaría de Cultura de Cali; Tino Herrera, jurado; Mulatho Ortiz, jurado; Janeth Riascos, directora artística del Festival; y Esteban Copete, jurado. | Foto: Felipe Sandoval / Secretaría de Cultura de Cali

Para este año, que se realizará la versión 29 del Petronio Álvarez, las zonales empezaron en el mes de abril, en Barbacoas, población a orillas del río Telembí, en el Pacífico nariñense. Luego fue el turno de Puerto Tejada en el Cauca, y ahora en Istmina. El recorrido que está haciendo una delegación de la Secretaría de Cultura de Cali incluye también próximas zonales en Bogotá, Timbiquí, Buenaventura, Cali y, esta vez, por fuera del país, en Esmeraldas, comunidad afrodescendiente de Ecuador.

Son más de 3000 kilómetros haciendo un reconocimiento, valorando y seleccionando, entre 148 agrupaciones inscritas, a las que competirán en Cali. Las zonales, sin embargo, son más que una etapa previa de la competencia, de hecho, son un regreso al origen de la cultura afrodescendiente y una estrategia para mantener vivas sus tradiciones.

“El Petronio Álvarez llega con toda una estructura organizativa, en la que están los jurados, representantes del Festival y de la Secretaría de Cultura, así como un equipo de expertos en música del Pacífico, logística y hasta un ingeniero de sonido, para realizar un gran evento abierto para estas comunidades, todo ello en coordinación con las alcaldías y gobernación, que nos apoyan y abren espacios, porque la marca Petronio ya está posicionada en todo el Litoral Pacífico y con las zonales generamos turismo interno, visibilización de las comunidades, un movimiento económico importante para el sector hotelero y comercial de los municipios”, detalla José Proscopio.

Así mismo, “al estar en contacto directo con las comunidades del Pacífico tenemos la oportunidad de descubrir nuevas músicas, otras tradiciones, porque no es solo ir y escuchar unos grupos, de esta forma efectivamente estamos cumpliendo con el objetivo primordial del Petronio Álvarez, que es salvaguardar la cultura y, en muchas ocasiones, rescatar manifestaciones culturales que no son tan visibles, o que se nos están olvidando, pero que estando allá sus portadores de saberes pueden entrar en contacto con nosotros, ya que muchos no tienen medios para llegar a Cali, y así son reconocidos y se mantiene viva la transferencia de conocimientos”, complementa.

“Llegar hasta Istmina es conectar nuevamente con la raíz de las músicas tradicionales de la zona norte del Pacífico; esa es la importancia de las zonales, conocer de cerca la esencia de siglos del legado cultural afrocolombiano”. Leydi Higidio, secretaria de Cultura de Cali.

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Son las 6:30 p. m. y en el auditorio del centro recreacional hay al menos 600 personas, que han llegado para apoyar a las agrupaciones locales y disfrutar del evento, en el aire ya se percibe el dulzor avinagrado del viche.

Ascensión Mayo de Pino, más conocida como La Chencha, es una maestra pensionada y tiene 75 años, su padre fue el músico Antonino Mayo Rentería, quien pertenecía a la banda de San Francisco, reconocida por participar en todas las fiestas patronales de Quibdó. Ella está hoy en Istmina con el grupo Aires de Andágueda, cuyo director musical es Ronald Campaña Castro.

Zonal Petronio Álvarez - Istmina Chocó 2025
La cantora Ascensión Mayo, La Chencha, a sus 75 años, sueña con presentarse en el Petronio Álvarez. | Foto: Juan David Herrera / El País

La Chencha es cantautora, tiene cientos de canciones escritas en sus cuadernos, “aunque me han recomendado registrarlas”: arrullos, rondas, bundes y jugas, entre otros aires del Pacífico. Su canción más popular en todo el Chocó es, sin duda, ‘La tabaquera’, que puede escucharse en YouTube, gracias a que un grupo de músicos quibdoseños la invitó a grabarla en 2024.

El primer amor que tuve

ese a mí no me quería

y me vi en la necesidad

de hacerle brujería.

Con sahumerios del Chocó

a ese lo agarro yo

ustedes no me digan bruja

porque él se lo buscó.

La maestra Chencha escribe canciones con una facilidad sorprendente, por eso, muchas personas, entre ellas políticos la han buscado para que les componga jingles de campaña con ritmos del Pacífico, o los himnos de celebraciones locales y de instituciones, suyos son los himnos oficiales de Bebaramá y el Medio Atrato.

LA TABAQUERA (CHENCHA MAYO) QUIBDO - CHOCO

De los 12 hijos de Antonino Mayo, la Chencha fue la única que siguió sus pasos, pero hasta ahora, debido a que dedicó su vida a la enseñanza en diferentes poblaciones del Chocó, que se conoce de memoria, y a la crianza de 5 hijos y 13 nietos, no ha tenido la oportunidad de llevar su talento fuera de la comunidad chocoana.

“A mí me conocen aquí en Quibdó, todos saben que en la fiesta franciscana yo siempre participo, no me pierdo ni un día, si usted pregunta por La Chencha, inmediatamente alguien le responde, ella vive en el barrio Santo Domingo de Guzmán”, cuenta con gran entusiasmo, mientras espera que salga su grupo a la tarima.

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Todas las noches le rezo

tres credos al revés,

le doy antes de acostarse

una toma de panocré.

Le prendo vela de cabeza

y en su frente metí un alfiler,

pa’ que corriendo se venga

y se rinda a mis pies.

Me dicen la tabaquera,

eso a mí no me da pena.

Me dicen la tabaquera,

lo fumo la semana entera.

Con tres paquetes de tabaco,

lo traigo de donde sea.

El público está de pie y bailando, todos responden al llamado cuando la maestra canta: “Yo soy, yo soy…”, y ellos completan: “La tabaquera”. En apenas 15 minutos, el tiempo que tiene cada agrupación concursante en la zonal, prendieron la fiesta en Istmina, sin que importen los resultados.

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La agrupación musical Aires de Andágueda formada por músicos veteranos y jóvenes del Chocó, se encuentra entre las pocas dedicadas a la chirimía de flauta. | Foto: Juan David Herrera / El País

Solo con un video, su canción ha logrado popularizarse en todo Chocó, al punto que muchos creen que La Chencha es de verdad una bruja, “me han buscado dizque para que les amarre hombres, yo les digo que no, que yo soy es una cantautora, que hago mis canciones a partir de lo que he conocido en los pueblos chocoanos, y eso sí es verdad, mucha brujería hay”, aclara.

En dos ocasiones, la maestra Chencha estuvo en el Petronio Álvarez, pero como parte del público, “porque me ha sido muy difícil estar en algún grupo, apenas estoy empezando a mostrarme, gracias a la invitación que hizo el maestro Mono, espero que mi talento sea reconocido y sueño con presentarme en Cali, ya después de eso puedo morirme en paz”, comenta.

Cuando baja del escenario, muchas personas se acercan a felicitarla: “Hola, Chencha, llegaste a lo alto”, le dice un hombre que la abraza. Ella agradece y contesta: “ya me vas a ver en Cali”.

Los resultados de las zonales serán publicados a principios de julio, los jurados pueden seleccionar hasta 14 grupos en la modalidad de marimba, y hasta 10 en las restantes.

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Ronald cuenta que de niño, una vez su padre lo encontró soplando en las botellas vacías de Coca-Cola tratando de hacer una melodía, así descubrió que “tenía facilidad para los vientos y empezó a enseñarme a tocar los instrumentos tradicionales”.

Zonal Petronio Álvarez - Istmina Chocó 2025
El maestro Ronald Campaña Castro creó el grupo Aires de Andágueda con el que busca rescatar la tradición de la chirimía de flauta de carrizo. | Foto: Juan David Herrera / El País

Pero no en todos los casos hay quién asuma el legado cultural, en el caso de la flauta de carrizo, son muy pocos los músicos de las nuevas generaciones que continúan la tradición, “por eso, yo me fui a El Carmelo y me reuní con los viejos maestros y les pedí que me enseñaran, para que no se olvidara y ahora ya tenemos incluso nuevas composiciones para este instrumento, y yo estoy seguro que mi hijo va continuar, porque lo he visto curioseando con la flauta”.

“Creo que es la tercera vez que abrimos la categoría de chirimía de flauta de carrizo, porque gracias a las zonales hemos encontrado algunas pocas agrupaciones que aún mantienen la tradición”, afirma el director del Petronio Álvarez.

En la actualidad, el carrizo es una planta que escasea, otras especies vegetales han reducido su presencia en el Litoral Pacífico, de modo que como parte de su evolución la flauta de carrizo ahora se fabrica en tubos de PVC.

Resulta irónico y admirable evidenciar las formas de resistencia cultural simbolizadas en la flauta de carrizo. Nacida de una planta no nativa, introducida en el ecosistema por los colonizadores, ahora se mantiene en un producto industrial.

“Algunos maestros conocen los últimos lugares donde crece el carrizo, pero la música se mantiene viva es con el aliento de nosotros, los materiales pueden ir cambiando, pero la tradición permanece”, expresa Ronald.

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En febrero de este año, Istmina fue noticia debido al bloqueo generado por los enfrentamientos entre el ELN y el Clan del Golfo, que aislaron a la población durante varios días. Tres meses después por sus calles hay pocos policías y algunos miembros del Ejército pueden encontrarse en las carreteras del departamento, todo parece en orden, por lo que en la celebración de la zonal, la secretaria de Cultura Municipal, afirma con orgullo que “Istmina es la ciudad amable y acogedora del Chocó”.

La población es pacífica y alegre, nadie puede negarlo, pero vox populi puede escucharse que gran parte de la minería sigue siendo ilegal y que muchos negocios son extorsionados por grupos armados ilegales. No obstante, el Petronio Álvarez llega con sus zonales hasta el Pacífico profundo, mediando a través de la cultura y estableciendo contacto con estas comunidades.

“Afortunadamente el Festival es de estas manifestaciones culturales que representan un oasis de paz en medio de los conflictos, muestran un aspecto diferente de estos municipios afectados por la violencia. No hemos tenido nunca ningún inconveniente o algún incidente de seguridad, sabemos que incluso los mismos actores del conflicto reconocen el Petronio Álvarez y saben que nosotros llevamos arte y cultura, que no estamos dentro sus problemáticas”, concluye José Proscopio.

Periodista y escritor, entre sus publicaciones destaca el volumen de ensayos ‘Libro de las digresiones’. Reportero con experiencia en temas de cultura, ciencia y salud. Segundo lugar en los Premios Jorge Isaacs 2022, categoría de Ensayo.

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