Política
¿Por qué no me enjuiciaron cuando estuve en Venezuela?: habla jefe del ELN en Nariño, “responsable” de suspensión de los diálogos
Gabriel Yepes Mejía, alias HH, insiste en que el frente Comuneros Sur está dispuesto a adelantar una negociación con el Gobierno que lleve a “una paz territorial”.
Por Winston Viracachá, Especial para El País, desde Nariño
“Ante el llamado de cientos de nariñenses, en cabeza del Gobernador, y de todas estas regiones, para tratar de buscar una salida al conflicto, hemos sentado nuestra postura de participar en unos diálogos regionales en Nariño”, dijo Gabriel Yepes Mejía, alias HH o Samuel, comandante del frente Comuneros Sur del ELN, al explicar el origen de la polémica que esa facción guerrillera mantiene con el Comando Central de la organización nacional, Coce.
Quien también hace parte de la conducción del Frente de Guerra Suroccidental, localizado en el sur del país, respondió a la versión que indica que ‘Antonio García’, comandante del Coce, ha asegurado que alias HH se refugió en Nariño, con un grupo de 40 hombres, para evadir un proceso disciplinario al que fue llamado por parte de la dirección del ELN.
“Yo creo que a esta historia le falta bastante. Yo llegué al Comuneros en el 2011 y en mayo del 2022 fui convocado a varios eventos internos del ELN en Venezuela allá me encontré el 99 % de la plana mayor del ELN, estaban todos los comandantes del Coce y varios comandantes de diferentes regiones de Colombia: si estuve siete meses bajo la conducción de Coce, no sé de dónde ‘Antonio García’ sale con esta situación ante el país”, dice quien es señalado de impedir que se haya dado inicio al nuevo ciclo de conversaciones que estaba pendiente entre las delegaciones del Gobierno Nacional y de esa guerrilla.
La historia de esa controversia se remonta al 30 de agosto del 2023, dice Yepes Mejía, cuando se produjo una visita a esa región del sur del país por parte de varias embajadas y funcionarios del Gobierno “que habían sido autorizados por la Mesa y allí nosotros sentamos la postura de que estamos convencidos de hacer parte de una transformación en el territorio”.
No obstante, desde la dirección del ELN se ha asegurado que dicha delegación, entre los que, según los anfitriones, estaba el entonces alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda; y representantes de la Embajada de Cuba, Noruega, la ONU, la Iglesia y un delegado de la Gobernación de Nariño, buscaba realizar una verificación acordada en la mesa, pero que desde el Ejecutivo se impulsó “un acuerdo espurio”.
Como se sabe, luego de que la inminente apertura de un diálogo regional saltará a la luz pública, generando un choque que llevó a que la delegación encabezada por ‘Pablo Beltrán’ convocara a una reunión extraordinaria en Caracas a sus pares del Gobierno colombiano, surgió otra versión que indicaba que la dirección del ELN le había informado al Ejecutivo que Gabriel Yepes Mejía estaba llamado a responder en un proceso disciplinario interno por violar la política de esa guerrilla en relación a su deslinde categórico del narcotráfico.
“Eso es una rotunda mentira, el ELN públicamente siempre asume una política de tributación. Hacemos una invitación a la comunidad internacional y colombiana y a los que hacen parte de la Mesa de Participación a que entren a Nariño y hablen con las comunidades, verifiquen y que sean ellas las que digan (si hay participación de esa facción guerrillera o no en actividades de narcotráfico).
“Me gustaría hacer un ejercicio, y espero que Pablo Beltrán y Antonio García acepten el reto, que el Coce venga a Nariño y también vaya al Catatumbo. El Comuneros del Sur tributa, pero en el Catatumbo se regula y comercializa. Creo que al país toca decirle la verdad. Si esto es un caso público, no hay nada que ocultar”, siguió diciendo alias HH.
Y ante la pregunta de si él y su grupo está suplantando al ELN, responde: “Cómo vamos a suplantar, si toda nuestra vida ha sido apostada aquí. En el caso mío, tengo 53 años y 33 años he aportado a esta guerrilla, más de la mitad de mi vida, y nunca he participado en otra organización, solo en el ELN, desde que me incorporé en Pozo Azul”.
Lo anterior porque ha trascendido que, al interior de la delegación de diálogos de paz de esa organización subversiva, se lo denomina el Grupo de Yepes Mejía, como si ya no fuera parte del ELN, señalándolo de que sería infiltrado de Inteligencia Militar. “Es un frente, una estructura, que se llama Comuneros del Sur y desde entonces hemos sido adversarios del Gobierno, nos hemos confrontado con él. En el 2021, cuando cumplimos años del Comunero, un hijo mío, que era parte de este frente guerrillero, fue capturado y asesinado”, contesta quien también responde al alias de Samuel.
E insiste: “¿Por qué no me hicieron un juicio cuando estuve en Venezuela? Creo que a esta historia le falta algo. Claro, yo entiendo que es compleja la realidad de este país… pero el Coce no puede definir quién es eleno ni quién no. Eso lo definen los hombres y mujeres que toman parte del ELN”.
Según Yepes Mejía, “no podemos ir echándole la culpa a los demás, si no estamos dispuestos a asumir algunas situaciones en el país. En el ELN no es un secreto que somos autónomos. Por ejemplo, en este diálogo que llevamos con el Gobierno, a nivel nacional el ELN dice: cese, y en otro frente de guerra ordenan paro armado. Entonces, como se le dice a eso: somos autónomos y toda persona que se declara autónoma, es porque hay cosas que no comparte”.
De igual manera, el comandante asegura que el 97% de la fuerza interna, en milicia y en la parte social y política del Comuneros del Sur son personas nariñenses. “Esta región desea y clama que haya un desescalamiento del conflicto y nosotros no podemos ser oído ajeno a esa apuesta de paz. Nuestra propuesta de paz es autónoma y decisiva. Aspiramos a hacer una transición de las armas a la vida política, como lo hemos expresado al país en dos comunicados anteriores”, dice.
Y concluye: “La comandancia y la base combatiente estamos convencidos de hacer parte de la Paz Total que dirige el presidente Gustavo Petro y el Alto Comisionado y estamos en plena disposición de adelantar una mesa de diálogos que nos permita hacer, en el momento oportuno y con la voluntad de los nariñenses, una transición a la vida política”.