Política
La relación entre Colombia y Estados Unidos atraviesa su momento más tenso en décadas
El trasfondo de este nuevo capítulo está marcado por meses de roces entre Bogotá y Washington.

5 de jul de 2025, 04:13 p. m.
Actualizado el 5 de jul de 2025, 04:13 p. m.
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Las relaciones entre Colombia y Estados Unidos, que hace solo unos días celebraban un poco más de 200 años de historia diplomática, se han visto sacudidas por una de las peores crisis recientes.
El detonante ha sido un cruce de acusaciones que escaló rápidamente, al punto de provocar la llamada a consultas mutua de sus representantes diplomáticos y alimentar temores sobre un posible deterioro irreversible de la alianza bilateral.

Un coctel amargo
Todo comenzó a agudizarse cuando, el pasado miércoles, el embajador de Colombia en Washington, Daniel García-Peña, exaltaba en una columna la “alianza histórica y estratégica” entre ambos países e instaba a fortalecerla.
Sin embargo, solo 48 horas después, viajaba de urgencia a Bogotá tras el anuncio del Departamento de Estados Unidos de convocar “consultas urgentes” con su Encargado de Negocios en Colombia, Jhon T. McNamara, motivadas por lo que calificaron como “declaraciones infundadas y reprensibles” del más alto nivel del Gobierno colombiano.
Poco después, la Casa de Nariño respondió en espejo, solicitando el regreso del embajador García-Peña. La tensión subió aún más cuando el gobierno colombiano confirmó que Estados Unidos comenzó a retirar las visas de algunos funcionarios, información que fue tarificada por el jefe de gabinete, Alfredo Saade, quien explicó que las medidas afectarían a exintegrantes del M-19, grupo al que perteneció el mismo presidente Gustavo Petro.

El trasfondo de este nuevo capítulo está marcado por meses de roces entre Bogotá y Washington. Declaraciones del presidente Petro sobre los complots, en los que involucró a congresistas estadounidenses como Marco Rubio y Mario Díaz-Balart, habrían sido las razones por la que la administración de Trump tomara estas decisiones.
“Dice un presidente vecino que Marco Rubio está organizando un golpe de Estado contra mí”, afirmó el presidente Petro recientemente, insistiendo en que la extrema derecha colombiana y redes del narcotráfico buscan desestabilizar su gobierno con ayuda exterior, elemento que para muchos analistas es creíble, dado el largo historial de injerencias del país del norte en gobiernos de Latinoamérica.
Aunque desde abril el mandatario colombiano viene sugiriendo estas situaciones, el tema se reactivó esta semana tras la publicación de audios por parte del diario El País de España, en los que el excanciller Álvaro Leyva habla sobre el plan tras reuniones en Washington. Esto dio pie a que el presidente reforzara sus señalamientos.

Estados Unidos, por su parte, considera estas afirmaciones extremadamente graves. Según fuentes diplomáticas, había exigido a Colombia una retractación pública o pruebas concretas.
Aunque el presidente Petro envió una carta privada a Rubio para explicar su posición, la administración Trump consideró insuficiente ese gesto, al tratarse de acusaciones hechas públicamente.
Solo después de oficializarse la llamada a consultas, Petro afirmó en un nuevo foro que no cree que Rubio haga parte de un complot, pero no está claro si esto satisfizo al país del norte.
Este choque ocurre en un contexto sensible: en septiembre, Estados Unidos deberá certificar el desempeño de Colombia en la lucha contra las drogas, decisión que puede acarrear duras sanciones económicas si es negativa. A esto se suma la negociación para frenar el arancel del 10% que Trump impuso, en sus arrebatos, en abril a todas las exportaciones colombianas y de varios países.

Además del espinoso tema antidrogas, otras decisiones del gobierno nacional, como la negativa a extraditar cabecillas por cargos de narcotráfico y demás situaciones, han molestado a Washington.
Pese al llamado del embajador García-Peña a mantener un “diálogo respetuoso y constructivo”, y a la carta firmada por ex cancilleres colombianos, advirtiendo los riesgos para toda la región si la relación se rompe, la distancia entre los dos gobiernos luce cada vez más difícil entre ambas naciones.
Comunicador social y periodista de Univalle, a la que le debo todo. Bailador caleño, realizador y apasionado por el cine documental, como dice Patricio Guzmán: "Un país que carece de cine documental es como una familia sin álbum de fotografías".