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Política

De técnicos con experiencia a activistas leales, así cierra líneas el Presidente con sus cambios en el gabinete

Analistas coinciden en que a partir del primer ‘remezón’, el presidente Petro perdió su ‘nómina de lujo’ y empezó a cerrar líneas con funcionarios menos técnicos pero más leales a él.

23 de marzo de 2025 Por: Por Sofía López Bueno, periodista de El País
Presidente Gustavo Petro en la presentación del gabinete.
Presidente Gustavo Petro en la presentación de su último gabinete hasta el momento. | Foto: Cortesía Presidencia

Son 54 ministros los que ha tenido Gustavo Petro en menos de tres años que lleva en el poder, siendo, de lejos, el presidente que más relevos ha hecho en las 19 carteras de la Casa de Nariño.

Si bien su primer gabinete fue aplaudido por su pluralidad, a medida que hizo cambios empezó a verse el desgaste de los perfiles técnicos y el incremento de figuras leales a él, coinciden analistas.

El comienzo del Gobierno estuvo marcado por un gabinete que mezclaba funcionarios de sectores afines al presidente como Susana Muhammad en Ambiente; Carolina Corcho, en Salud; Gloria Inés Ramírez, en Trabajo, con funcionarios de origen tecnócrata liberal con amplia experiencia como José Antonio Ocampo, en Hacienda; Cecilia López, en Agricultura; Alejandro Gaviria, en Educación y Jorge Iván González en el Departamento Nacional de Planeación, explica el analista y consultor político Germán González.

Para la politóloga Nury Gómez, “los cambios de gabinete realizados en estos años responden a tensiones internas, presiones de coalición, controversias, escándalos y ajustes estratégicos. Hasta aquí pareciera una gestión normal para un país. Sin embargo, 54 ministros y 126 viceministros en 30 meses es señal de inestabilidad, improvisación y mala gestión gubernamental”.

En su opinión, en ese primer gabinete se priorizó la eficiencia y, hasta cierto punto, la legitimidad racional con una mezcla de técnicos y activistas para asegurar la estabilidad económica y proyectar una buena imagen.

“Hasta el primer año de gobierno se pudo decir que hubo un gabinete técnico casi que con una nómina de lujo, con personas con una amplísima experiencia en su campo, como Agricultura, Hacienda, Minas y Energía y Ambiente, pero progresivamente, con el rompimiento de la coalición de gobierno, vimos que los cambiaron por unos ministros que se llegaron a denominar más activistas que tecnócratas”, analiza el director del doctorado en Estudios Sociales de la Universidad del Rosario, Carlos Charry.

En un acto público, junto con integrantes del gabinete y del Congreso de la República, Gustavo Petro hizo el lanzamiento del Plan de Desarrollo.
Este fue el primer gabinete de Gustavo Petro. | Foto: juan diego cano

“Ahora pareciera que, además de ser activistas, son personas que el Mandatario cree que de alguna manera le digan que sí a todo”, agrega.

De acuerdo con él, González anota que “ante la falta de avance de las reformas y las resistencias dentro del propio gobierno, se dio el primer remezón ministerial, que significó un cierre de filas alrededor del Presidente, conformando un gabinete con funcionarios cercanos, muchos de los cuales trabajaron con Petro durante su alcaldía en Bogotá”.

La cartera que más ha tenido cambios ha sido la del Interior, por ejemplo, que empezó teniendo a Alfonso Prada durante 9 meses, Luis Fernando Velasco por un año, Juan Fernando Cristo por siete meses, Gustavo García como ministro encargado por 13 días y actualmente con Armando Benedetti.

Este último, además, ha rotado como embajador de Colombia en Venezuela y luego ante la FAO, director del Departamento Administrativo de Presidencia y jefe de gabinete en estos casi tres años del Gobierno Petro.

Seguidos están Hacienda, Deporte, Cultura y Transporte, que han tenido cuatro jefes de cartera diferentes, mientras que Educación, Relaciones Exteriores, Agricultura, TIC y Minas y Energía han tenido tres ministros.

En el caso de Salud, Justicia, Comercio, Vivienda, Ciencias, Defensa, Trabajo, Ambiente e Igualdad, han tenido dos líderes; sin embargo, ningún ministro ha logrado sobrevivir desde el inicio de la Administración, aunque tanto Laura Sarabia, actual Canciller, como Benedetti, han logrado rotar en diferentes puestos desde el principio.

Presidente Gustavo Petro y su gabinete en la sanción del Plan Nacional de Desarrollo
Presidente Gustavo Petro y su gabinete en la sanción del Plan Nacional de Desarrollo | Foto: Presidencia

Gómez explica que luego del primer ‘remezón’ llegó un gabinete “fanático y activista, no solo en ministerios sino en entidades vitales, que buscó la radicalización ideológica con alta dosis de populismo que polarizaba la sociedad, deterioraba las instituciones y generaba fuga de capitales y descalificación fiscal para el país”.

Después, llegó un gabinete de escuderos, dice, “amigos de línea ideológica radical de tiempos anteriores que prioriza la lealtad personal sobre el Estado. Es aquí donde se reconocen el personalismo y el caudillismo. Petro recurre a aliados incondicionales para controlar narrativas y evitar filtraciones, controlando el entorno volátil que él mismo ha creado”.

No obstante, las fuentes coinciden en que el Ejecutivo nunca ha dejado de negociar con congresistas de facciones gobiernistas de los partidos de la U, Liberal y Conservador, lo que ha llevado a mantener cierta representación política de estos sectores en algunas entidades o carteras del Gobierno.

Por ejemplo, “en el Ministerio de las TIC, tanto el exministro Mauricio Lizcano como el nuevo, Julián Molina, tienen afinidad con algunos congresistas de la U. Esa estrategia se profundizó con el último remezón y la interinidad en entidades todavía deja la puerta abierta para la llegada de personas que signifiquen apoyos políticos para el Ejecutivo”, señala González.

La crisis de la salud

El principal reclamo de la oposición y de la Corte Constitucional al actual ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, son los bajos ingresos que está teniendo el sistema, un factor es la Unidad de Pago por Capitación, UPC, (lo que paga el Estado por cada afiliado), que no ha tenido un aumento suficiente, pese al deterioro en la prestación del servicio.

Lo cierto es que este incierto panorama tiene en el momento a miles de pacientes con todo tipo de enfermedades protestando por el desabastecimiento de medicamentos y los obstáculos para acceder a tratamientos.

Los analistas mencionan que es una realidad que, desde que el Gobierno Nacional ordenó la intervención de varias EPS, las demoras en la prestación de servicios en general se han visto altamente afectadas.

Así se veía la sede de Disfarma en Cali este sábado.
Así se veía la sede de Disfarma en Cali este sábado. | Foto: Superintendencia Nacional de Salud

“Si bien no es resorte directo de Jaramillo, el superintendente de salud que salió (Luis Carlos Leal) hizo unas denuncias muy importantes sobre las cuales el propio ministerio y el Gobierno se hicieron los de la vista gorda, al punto de que hoy hay unas serias investigaciones sobre miembros de la Casa de Nariño, en relación con el manejo de esas intervenciones y de los recursos que se le han transferido desde la nación a las EPS intervenidas”, indica el docente Charry.

En su momento, Leal denunció ante la Fiscalía presuntos casos de corrupción en tres entidades intervenidas, donde aseguraba que parte de los dineros de la salud habrían sido desviados a paraísos fiscales y a algunos ‘poderosos’ de EPS.

Asimismo, Charry anota que “el hecho de que el Ministro de Salud se haya entronizado más en discusiones de carácter ideológico que técnico, sumado al fallo de la Corte por la UPC demuestra que le ha faltado rigor para emprender y darle solución a la crisis de las EPS intervenidas. Yo creo que ese ha sido el principal lunar de esta Administración y de ese jefe de cartera”.

Finalmente, las fuentes advierten que es probable que se sigan dando cambios de ministros en lo que resta de Gobierno, por diferencias con el Mandatario, como se dice que ocurrió con Diego Guevara, exjefe de Hacienda, quien fue reemplazado por Germán Ávila, exmiembro del primer comando del M-19 en Zipaquirá en 1978, donde conoció al actual Presidente.

El consultor González explica que “el último remezón no significó un cambio notorio en la forma de construir gobernabilidad, porque no se ha buscado hacer una coalición formal amplia que implica la moderación de las propuestas del gobierno, sino que se han aprovechado las divisiones internas de los partidos políticos, una estrategia que con la llegada de Benedetti se está profundizando”.

“La incógnita es si este intento llega a tiempo, en medio de una campaña anticipada y el pulso del Gobierno para sacar una consulta popular que necesita la aprobación del Senado”, añade.

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