Opinión
El Batallón de Alta Montaña Rodrigo Lloreda Caicedo
¿No habrá un exportador o importador que tenga acceso a contenedores para hacerles más placentera su vivienda?
La inseguridad es la mayor preocupación de caleños y caleñas y también es la que ningún alcalde en este siglo ha podido resolver. Las respuestas siempre son las mismas: eso le corresponde al Gobierno Nacional. Sufrimos los efectos de la delincuencia, pero muchas veces no sabemos cómo opera ni la Policía ni el Ejército ni mucho menos los batallones de alta montaña, no conocemos cómo viven, cómo duermen, cómo sueñan esos muchachos que podrían ser nuestros hijos, los necesitamos, pero vivimos en dos mundos separados y distantes.
En estos días recibí una invitación en letra cursiva que me llamó la atención por su elegancia, firmada por el Teniente Coronel Raúl Llano, era para un evento en que se celebran los 20 años del Batallón de Alta Montaña Rodrigo Lloreda Caicedo, situado en la Vereda el Diamante, corregimiento de Felidia y cuyo campo de acción es esa vasta zona que incluye los Farallones de Cali, atestado de socavones de la minería ilegal, la Carretera al Mar incluyendo Dagua donde no hace mucho hicieron presencia las disidencias de las Farc Jaime Martínez, que según el teniente Coronel pretenden adueñarse de la zona. En algún momento, una amiga que vive en el kilómetro 26 me llamó tarde en la noche a informarme que su sobrino había sido secuestrado, le escribí al alcalde y en menos de 10 minutos una persona del batallón estaba ofreciendo su respaldo. Gracias a Dios era una falsa alarma.
En uno de los chats de los vecinos de la Carretera al Mar circuló la noticia que se estaba planeando retirar al batallón de alta montaña número 3, porque razón no lo sé, pues tanto alcaldes como candidatos coinciden con la opinión que el problema de Cali es que sus zonas rurales son corredores del tráfico de estupefacientes y que son los campos de batalla de los diferentes grupos que luchan por el control de las rutas de coca. Los vecinos pusimos el grito en el cielo, nos enteramos que son 500 soldados profesionales, que viven en un búnker de madera pues por las condiciones ambientales no se deben utilizar materiales contaminantes, pero el búnker tiene 20 años y ha sufrido los efectos del clima, necesita reparación urgente o remplazo. ¿No habrá un exportador o importador que tenga acceso a contenedores para hacerles más placentera su vivienda? Sería un acto de agradecimiento y de bondad y seguro habrá muchos vecinos de la zona que podrían dedicar algunos servicios profesionales y o recursos para mejorar la calidad de vida de los soldados que nos cuidan.
Un joven que ejerce las labores de costurero pues él nos cuenta que su madre desde los 12 años le enseñó a coser, así es que se forman las nuevas masculinidades. A este muchacho lo arroyó un bus y ha querido hacer su recuperación en el batallón, y así a través de las historias de sus vidas vamos acercándonos a ellos.