Oasis

Dios, en tiempos oscuros, eres una luz que alumbra mi camino, eres mi apoyo y mi refugio.

Yo tengo un sueño que se hace real cuando siento tu amor que me cubre y me relaja.

Cuando caigo tú, Señor, me levantas y, si fallo, no me juzgas porque solo sabes amar.

No eres ese diosito que inspira temor y castiga como aún se predica en ciertos templos.

Antes, Dios, rezaba casi siempre de modo mecánico, hoy, al orar, hablo amorosamente contigo.

Antes creía que tenía que ir a un templo, hace mucho te siento en mí y en tu bella Creación.

Padre, antes creía lo que enseñaba una religión, hoy respeto eso, pero mi religión es amar y ser honesto.

Gracias, amado mío por estar siempre conmigo. Me amas sin límites, te amo y me amo. Gracias.