Editorial
¿Quién vigila y controla?
¿Qué pasa con las discotecas que se ponen a funcionar en edificaciones construidas hace 30 o 40 años con otra finalidad?

Editorial
3 de may de 2025, 02:32 a. m.
Actualizado el 3 de may de 2025, 02:33 a. m.
Deberían preocupar los resultados que arrojó el informe publicado en El País el pasado domingo 27 de abril sobre los controles que se les hacen a las estructuras de las discotecas de Cali. La reportería evidenció que no hay en la ciudad quién se encargue de hacer un seguimiento serio al estado en el que se encuentran dichas estructuras.
Y es que el desplome del techo de la discoteca Jet Set, en República Dominicana, que dejó 233 personas fallecidas y 225 heridas, despertó el interrogante frente a cuáles son los controles que se le hacen a los sitios de rumba en Cali.
Los bomberos argumentan que ellos son los encargados de verificar que el establecimiento tenga una señalización con rutas de evacuación, que cuente con salidas de emergencia, puntos de encuentro, extintores, lámparas de emergencia, rociadores automáticos y demás. “En lo estructural no tenemos injerencia”, dicen.
Por su parte, el subsecretario de Planificación del Territorio, Alexandro Banda, aseguró que tampoco tienen competencias de control ante la operación de las discotecas, pero sí verifican ciertos aspectos desde el momento de la construcción.
Pero, ¿qué pasa con las discotecas que se ponen a funcionar en edificaciones construidas hace 30 o 40 años con otra finalidad? ¿Quién evalúa que estas estructuras sí resisten la vibración del fuerte sonido y el peso de 500 o 1000 personas?
Otra de las dependencias consultadas fue la Secretaría de Gestión del Riesgo, la cual manifiesta no tener injerencia en labores de vigilancia para evitar tragedias en discotecas. Finalmente, desde Inspección, Vigilancia y Control, el argumento es que únicamente hacen operativos para revisar que los establecimientos cuenten con los documentos requeridos para operar como Cámara y Comercio, certificado de Bomberos, RUT, derechos de autor, entre otros.
La falta de supervisión estructural en estos lugares representa un riesgo silencioso, pero potencialmente letal. En ciudades donde ya se han vivido tragedias por colapsos de edificios o incendios mal manejados en centros nocturnos, se han establecido protocolos estrictos y claros para inspeccionar regularmente su infraestructura. ¿Por qué en Cali no se ha tomado aún una medida similar? La ausencia de controles técnicos a las estructuras convierte cada salida nocturna en una ruleta rusa para los ciudadanos.
No se trata de alarmismo, sino de responsabilidad. Los establecimientos de entretenimiento deben cumplir no solo con normas de seguridad contra incendios y salubridad, sino también con estándares básicos de estabilidad estructural. ¿Qué pasaría si una pared cede o si un segundo piso mal reforzado colapsa durante una noche? ¿Se está esperando una tragedia para actuar?
Que no se repita en Cali la historia de otros países donde la negligencia costó vidas, como en República Dominicana. La fiesta puede seguir, pero con responsabilidad y garantizando la seguridad integral en las discotecas.
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