Editorial
Cali y sus motos
Cuando las campañas y la pedagogía no impactan como se espera, hay que reforzar los operativos de las autoridades.
En Cali hay registradas 235.953 motocicletas, pero se estima que por la ciudad circulan unos 600.000 vehículos de este tipo, teniendo en cuenta las motos que se desplazan todos los días desde municipios vecinos o son matriculadas en ellos. No es exagerado decir, que hoy las motos son uno de los principales medios de transporte de los caleños por encima del MÍO, el transporte colectivo y los carros particulares que se estiman en cerca 450.000.
Por ello mismo, este medio de transporte elegido por un grueso de la clase trabajadora, presenta las cifras de accidentalidad y de infracciones de tránsito más altas de la ciudad. Asimismo, aporta el mayor número de víctimas fatales, incluidos pasajeros o parrilleros, un hecho preocupante para la movilidad de Cali.
La falta de respeto a las normas de tránsito y el exceso de velocidad son las principales causas que llevan a los motociclistas a encabezar las estadísticas de accidentalidad e infracciones viales que se registran en Cali. Por ejemplo, los datos dicen que en lo que va corrido del año, en Cali se han entregado 305.570 comparendos a los motociclistas, cifra mucho mayor a la presentada en 2023.
En cuestión de accidentes fatales, según la Secretaría de Movilidad, desde el 1 de enero hasta el 28 de julio de 2024, se presentaron 167 casos. De ellos, 36 personas fallecieron en vía pública y 131 perecieron en una clínica. Y aunque no se debe estigmatizar a quienes usan este medio de transporte, sí es claro que se deben tomar acciones para reducir este sombrío panorama de accidentalidad.
Hay que reconocer que la Secretaría de Movilidad de Cali ha emprendido importantes campañas de seguridad vial con los motociclistas, incluso obsequiando los chalecos reflectivos y otros elementos de protección, pero no ha sido suficiente.
Cuando las campañas y la pedagogía no impactan como se espera, hay que reforzar los operativos de las autoridades. En ese sentido será clave la entrada de los 400 nuevos guardas de tránsito prometidos por la actual administración, para que se apliquen las sanciones a quienes sean indisciplinados a la hora de conducir una moto. Otro aspecto que debe ser abordado más ambiciosamente, es la recuperación de las vías, donde los huecos se convierten en una trampa mortal para los motociclistas.
Sin embargo, el mayor compromiso debe venir de los mismos motociclistas quienes tienen que cumplir las normas. Usar el casco protector, incluido el pasajero; ponerse el chaleco reflectivo en las noches; portar el seguro obligatorio contra accidentes, Soat; no realizar maniobras peligrosas en las vías, ni invadir los andenes y los carriles del MÍO, no son embelecos si no acciones que pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte.
La moto llegó a la mayoría de las casas de Cali, su economía en el consumo de combustible y su versatilidad a la hora de movilizarse por la ciudad la hacen una herramienta apetecida. Pero si no se emplean de la manera correcta, respetando ley, se convierte en un vehículo que puede llevar a toda velocidad directo a un accidente y en el peor de los casos, a la muerte.
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