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No seas basura con Cali
Debemos reflexionar sobre nuestro rol como ciudadanos y recordar que, en el pasado, Cali fue un referente de cultura ciudadana.
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El profesor Antanas Mockus, al hablar de cultura ciudadana, nos enseñaba que es “el conjunto de actitudes, costumbres, acciones y reglas mínimas compartidas por los individuos de una comunidad que permite la convivencia y genera sentido de pertenencia. Donde hay sentido de pertenencia, se respeta el patrimonio común y se asume el proyecto de mejorar la ciudad”.
Dos ideas fundamentales se desprenden de esta definición: primero, el patrimonio común, esos recursos y espacios que pertenecen a todos; segundo, la responsabilidad colectiva de hacer de la ciudad un mejor lugar para vivir.
Hago esta introducción para hablar de un problema que ha afectado a Cali no solo en los últimos días, sino desde hace décadas: la basura.
En nuestra ciudad, muchos caleños y algunas empresas de distintos sectores arrojan residuos en lugares y horarios inadecuados, con la idea de que recogerlos es responsabilidad exclusiva de las empresas de recolección. Esta actitud de ‘ese no es mi problema’ debe cambiar. Debemos reflexionar sobre nuestro rol como ciudadanos y recordar que, en el pasado, Cali fue un referente de cultura ciudadana. Es momento de recuperar ese compromiso, como lo ha manifestado la administración del alcalde Alejandro Eder en su visión de devolverle el esplendor a ‘Mi Cali Bella’.
Diariamente, en Cali se recogen 1900 toneladas de basura. Esta labor está a cargo de cuatro empresas subcontratadas por Emsirva, que cubren el 93 % del servicio, mientras que el 7 % restante es manejado por cinco empresas en las zonas de expansión del sur de la ciudad.
Hasta la fecha, se han intervenido 60 espacios críticos con base en tres ejes fundamentales: recuperación y mantenimiento de espacios, fortalecimiento de la cultura ciudadana y promoción del cuidado del entorno. Gracias a la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp), 500.000 caleños han sido sensibilizados sobre la importancia de la limpieza y el manejo adecuado de residuos.
A pesar de estos esfuerzos, la problemática persiste. Se han entregado puntos de arrojo clandestino a la comunidad para su apropiación y mantenimiento, pero sin el compromiso ciudadano es imposible sostener una ciudad limpia. Las ciudades que gestionan mejor sus residuos logran un desarrollo sostenible y reducen la pobreza. Mantener el espacio público limpio no es solo una cuestión estética; es una decisión de progreso.
A lo largo de la semana, la basura se recoge sin interrupción, pero sin la participación de los ciudadanos, el problema seguirá creciendo. Los espacios públicos limpios no solo embellecen la ciudad, sino que también mejoran la calidad de vida. En Cali, las zonas donde más se necesitan parques, senderos y espacios recreativos apenas cuentan con 2,46 metros cuadrados de espacio público por persona, cuando el mínimo ideal es de 10 metros cuadrados. Es fundamental cuidar los espacios que tenemos, manteniéndolos en condiciones adecuadas para el disfrute de todos.
Debemos insistir en la importancia de la cultura ciudadana, y el cumplimiento de nuestros deberes. Muchos habitantes de Cali se han limitado a criticar y exigir derechos, olvidando que también tienen responsabilidades. Pequeñas acciones generan grandes cambios. Un buen manejo de los residuos comienza en el hogar: reducir, reutilizar y reciclar debe ser una práctica diaria. Recordemos que el mejor residuo es el que no se genera. Si cada ciudadano asume su responsabilidad, Cali podrá recuperar su esplendor.
No seas basura con Cali. La ciudad nos necesita a todos.
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