Columnistas
Cali a la espera
Que esta nueva Administración sí entienda que el patrimonio construido de valor cultural contribuye a la historia, el turismo, el civismo y la recreación; que es un valor social...
La ciudad, y muchos de sus ciudadanos, y cada vez más, y no solo los estudiosos del patrimonio construido de interés cultural, esperan que la nueva Administración Municipal se pronuncie sobre las amenazas al mismo, pues en Cali no son pocos los Bienes de Interés Cultural, BIC, que esperan su intervención. Por ejemplo, la estructura metálica levantada en La sagrada Familia que aún no se ha desmantelado, el Colegio de Santa Librada espera su urgente intervención, las obras de restauración de la Capilla de la Inmaculada no avanzan, y del Edificio de Coltabaco no se supo nada más, para no hablar de las absurdas pintadas en la Calle de la Escopeta.
Y urge que la nueva Administración Municipal actúe contra el atropello cometido en San Antonio, en la Cr. 6 entre Cls, 3 y 4, en donde una desproporcionada construcción incumple todas las normas vigentes, y se instaló un grueso poste justo en la mitad del estrecho andén para su exclusivo servicio de electricidad, y en la que se pretende instalar una fábrica, simplemente pasando por alto que San Antonio es un barrio primordialmente residencial y de carácter patrimonial, y que, junto con San Cayetano, forman parte del Centro Histórico de Cali, aun cuando todavía no se los haya oficializado, lo que desde luego debería adelantar pronto esta nueva Administración Municipal.
Es de esperar que esta nueva Administración sí entienda que el patrimonio construido de valor cultural contribuye a la historia, el turismo, el civismo y la recreación; que es un valor social en la medida en que ayuda a vincular diferentes comunidades socioculturales y que, por lo tanto, refuerza la democracia; y que todo lo construido representa un valor económico por lo ya invertido. Valores, todos estos, que por supuesto ayudan a resolver los grandes problemas de la ciudad, pero en lo que no se suele pensar, como son su inseguridad, su cada vez peor movilidad, y el mal comportamiento, afortunadamente cada vez menos, de sus habitantes en sus espacios urbanos públicos.
Como se puede comprobar, informándose por Internet, el patrimonio construido está integrado por el conjunto de los bienes culturales inmuebles que son expresión o testimonio de la creación humana; y los edificios constituyen el patrimonio material heredado más numeroso e importante, tanto por su volumen y significado como por su continuidad funcional. Precisamente se trata de esa continuidad visible y significativa, y de la funcional aún posible, indispensables para una ciudad que ha crecido tanto y tan rápido como es el caso de Cali desde inicios del Siglo XX; y de ahí la importancia que cobra el conservar lo histórico que aún queda en su Centro Ampliado.
Dicho Centro ya constituye de hecho una ciudad dentro de la ciudad, que actualmente abarca desde las faldas de la cordillera hasta el par vial de las Cls. 25 y 26, y del Río Cali a la Cr. 15, que estaría unida con el resto del Área Metropolitana por el nuevo eje urbano y regional propuesto entre Yumbo y Jamundí con el tren de cercanías al centro. Nuevo Centro Ampliado al que es preciso completar su equipamiento urbano; y entender que allí se concentra el patrimonio cultural de Cali y no apenas el construido, y que es este el que la identifica. Cali espera que la nueva Administración Municipal se pronuncie pronto acerca de los ejemplos mencionados y del Centro.