Columnista
Alfredo Carvajal: “Testigo de excepción”
Además de haber sido el eficiente director de valorización, fue Alcalde de Cali, Comisionado de Paz en el gobierno de Belisario Betancourt, Presidente de Ecopetrol y miembro de la junta de la Agencia Nacional de Hidrocarburos.

13 de jul de 2025, 02:26 a. m.
Actualizado el 13 de jul de 2025, 02:26 a. m.
Con este título, la Universidad del Valle publicó la autobiografía de Alfredo Carvajal Sinisterra, ACS. Con la asesoría editorial de Raúl Fernández de Soto y de Luis Guillermo Restrepo y prólogo de Carlos Caballero Argáez, es un interesante viaje a través del tiempo en el que la vida del líder empresarial es un hilo conductor para recorrer a Cali, a Colombia y los hechos más trascendentales del mundo en sus casi 90 años.
Cada paso ha dejado enseñanzas que ACS comparte con el lector. La historia de Carvajal y Cía. Con sus 120 años acompaña gran parte de la vida del autor, resaltando con justicia los aportes de las diferentes generaciones, entre las cuales Manuel Carvajal, su hermano mayor, ocupa lugar destacado. Sin haber culminado sus estudios, Manuel Carvajal regresó de Europa ante la crisis mundial y asumió las riendas de la empresa. Parte de sus banderas fueron la diversificación, mirada global, alianzas, internacionalización, la creación de la Fundación Carvajal y especialmente un clima laboral óptimo, derivado en positivas condiciones para los colaboradores. Alfredo Carvajal, cuando terminó estudios en Filadelfia, asumió la dirección de relaciones industriales de la empresa e implementó una serie de beneficios en salud y bienestar, siendo precursores de acciones posteriormente asumidas por medicinas prepagadas y por las cajas de compensación familiar.
La preocupación por lo público ha ido en el ADN de la familia. Manuel Carvajal fue ministro en dos oportunidades y ACS además de haber sido el eficiente director de valorización, fue Alcalde de Cali, Comisionado de Paz en el gobierno de Belisario Betancourt, Presidente de Ecopetrol y miembro de la junta de la Agencia Nacional de Hidrocarburos. Los saltos entre el servicio público y la actividad privada, entre ellas la presidencia de Carvajal SA, fueron etapas aleccionadoras relatadas en el libro, dejando evidencia de su impronta, sin vanidad, sino como rastro de lo que se puede y se debe hacer.
Esa parábola vital ha sido afectada por hechos que impactaron la vida del autor, como la II Guerra Mundial, el 9 de abril de 1948, el Frente Nacional, la avalancha de Armero o la salvaje toma del Palacio de Justicia, los que describe con tanta claridad que la obra se vuelve un buen libro de historia.
La obra es para múltiples públicos: debería ser leída por todos aquellos interesados en mantener cohesionadas las familias alrededor de sus empresas. La unión familiar, espiritualidad, responsabilidad social, creatividad, integridad, sencillez, desarrollo personal, respeto y la confianza son banderas inalterables que han asumido las seis generaciones a partir del fundador, Manuel Carvajal Valencia. Sin reatos ACS recuerda: “Mis tíos compartían principios fundamentales del cristianismo, como la caridad y el amor por el prójimo” pero a la vez “debemos velar porque el progreso sea sano, acelerado y consistente”, por ello es también una obra de ética empresarial que debería ser texto en las facultades de administración.
Es evidente que el libro son las reflexiones del testigo del paso del tiempo en su cuerpo y en su entorno, pero que jamás ha abandonado la curiosidad ni el deseo de estar vigente. Por ello, en la etapa final del libro, ACS se convierte en analista de grandes temas de hoy: el calentamiento global, la inteligencia artificial, el perjudicial centralismo de Colombia y es duro en el análisis de las políticas del actual gobierno, entre ellas la fracasada paz total.
Al final, después de destacar a sus amigos, a sus colaboradores y a su familia, nos queda la sensación de haber compartido largas charlas con un ser humano extraordinario y un líder empresarial de aquellos que tanto necesita el país para desarrollarse con equidad social.