INVERSIÓN
Opinión: Un claro ejemplo de lo que deberían hacer los jóvenes cuando empiezan a trabajar
A medida que pasan los años los seres humanos se lamentan de muchos errores financieros que hubieran podido evitar. En mi caso, si volviera a tener 23 años ¿qué errores financieros no volvería a cometer?
A medida que pasan los años los seres humanos se lamentan de muchos errores financieros que hubieran podido evitar. En mi caso, si volviera a tener 23 años ¿qué errores financieros no volvería a cometer?
Una vez consiga mi primer empleo, me acostumbraría a vivir con el 60 % de mi sueldo y el restante lo ahorraría e invertiría.
Me movilizaría en transporte público por un buen tiempo en vez de endeudarme para comprar un automóvil nuevo que después de 5 años vale un poco más de la mitad del precio inicial pagado.
No compraría ropa, relojes y celulares de marca. Después de unos pocos años no valdrían nada. De ahí la importancia siempre de gastar de manera inteligente en cosas que ganen valor.
Viajaría más para conocer lugares y abrir mi mente de que existen oportunidades de negocios nuevos distintos de lo conocemos.
Sería consciente de la baja pensión que obtendría una vez alcance la edad requerida, por ende, empezaría a invertir lo antes posible para no depender de ella.
Haría cursos específicos en temas de inversión para aprender a multiplicar mis ahorros con el paso de los años.
No me “casaría” con una sola alternativa de inversión durante toda mi vida. Cada ciclo económico trae una nueva alternativa de inversión.
Como la mayoría de los emprendimientos no generan utilidad en el corto plazo, empezaría a emprender una idea de negocio en simultánea con mi trabajo.
Utilizaría la tarjeta de crédito como un medio de pago (así ganar millas para viajar) más no como un medio de financiación. Me ahorraría muchos dolores de cabeza.
Compraría un carro sencillo y usado con mis ahorros y lo cambiaría cada 10 años.
Me endeudaría para comprar más bienes raíces que me renten por lo menos el 7 % anual del valor comercial del inmueble.
En el largo plazo utilizaría estas rentas para complementar mi pensión o vivir de ellas si quedara desempleado antes de la pensión.
Detectaría oportunidades de inversión simulando el comportamiento de un cocodrilo. Este puede permanecer en la misma posición durante horas, mientras analiza cada movimiento de sus presas. Como inversionista esperaría las ocurrencias de crisis para usar los ahorros para comprar con descuento. Solo con haber aprovechado las crisis de 2001, 2008 y 2020 para comprar una gran cantidad de activos a menores precios y posteriormente venderlos en periodos de auge con una alta rentabilidad, tendría el suficiente capital para vivir.
Tendría cerca siempre a tres profesionales de confianza: un contador, un abogado y un buen economista financiero. Indudablemente con ayuda de estos profesionales disminuirá las posibilidades de cometer errores financieros en cada ciclo de mi vida.
Viviría mi vida siempre bajo mis posibilidades sin compararme con los demás.
Contacto: reprogramate@dineroemocional.com