Economía
Meta de la inflación en Colombia no se cumpliría en este 2025; estas son las razones
Este lunes se conocerá el dato de la inflación de marzo y del primer trimestre del año, cifras clave para el futuro de las tasas de interés.

Pese a las fuertes críticas del Gobierno Nacional a la decisión de la Junta Directiva del Banco de la República de mantener la tasa de interés de 9,5 %, centros de estudios económicos y analistas coinciden en que la incertidumbre fiscal del país, sumada a los datos de inflación recientes, que advierten un ligero incremento en febrero a 5,3 %, le dan la razón al Emisor.
Esto especialmente en un contexto internacional convulsionado por los recientes anuncios del Gobierno de los Estados Unidos de imponer un arancel del 10 % a los productos colombianos, una medida que pone aún más en aprietos a la economía nacional, sobre todo cuando este año se esperaba un repunte de las exportaciones en 4,5 %, según Anif.
Julio César Alonso, profesor de economía de la Universidad Icesi, sostiene que la decisión de la junta del Banco de la República fue acertada: “La prioridad del Emisor es mantener la inflación controlada para poder preservar el poder adquisitivo del peso, al tiempo que apoya el crecimiento económico sostenido. Y por eso debe darle prioridad a controlar la inflación”.
Agrega que los datos recientes muestran que la inflación no ha cedido totalmente en Colombia: “La tendencia a la baja paró en el mes de febrero y el ambiente internacional no parece favorable a la continuidad en la caída de la inflación”.
Es más, precisa, es posible que este año tampoco se logre llegar al rango meta establecido por el Banco de la República para la inflación de entre 3 % y 4 %.

Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, indica que la expectativa de inflación para marzo está en 5,17 %, ligeramente por debajo de la observada en febrero, pero por encima del 5 %.
“El hecho de que la inflación dejó de caer al ritmo esperado a comienzos de año (enero y febrero) explica en parte la cautela en la reducción de las tasas por parte del Banco de la República”, expresa.
Y añade: “Además, el riesgo fiscal se ha acentuado y esa dominancia de la política fiscal limita la capacidad de maniobra del Banco”.
Inflación sigue siendo alta
El Banco de la República mantuvo inalterada su tasa de interés de referencia por cuarto mes consecutivo en 9,5 %, la cual alcanzó su nivel más alto, de 13,25 %, en mayo de 2023, cuando la inflación comenzaba a caer de su pico de 13,3 %.
A partir de diciembre de 2023 el Emisor ha reducido su tasa en nueve ocasiones, en armonía con una clara tendencia a la baja en la inflación.
Pero esa tendencia se interrumpió en diciembre de 2024. A partir de entonces se muestra estable en torno al 5,2 %, un nivel alto comparado con los principales competidores en la región y por encima de la meta de inflación del 3,0 % y de su techo de 4,0 %.
En ese orden de ideas, Jaime Ahcar Olmos, director del Programa de Economía de la Universidad Javeriana Cali, subraya que “ante estas circunstancias, la cautela de los últimos meses, por parte del Emisor, al mantener las tasas estables parece bastante razonable, dada su misión de preservar el poder adquisitivo de nuestra moneda, aunque una reducción de un cuarto de punto porcentual hubiera sido bien acogida por los mercados”.
Pero también destaca que, además de la elevada inflación, otros factores que desalientan la reducción de tasas en Colombia son “las presiones inflacionistas en Estados Unidos, la incertidumbre en las políticas públicas y su efecto en las expectativas de recortes de tasas por parte de la Fed (reserva federal), que descarta cualquier reducción antes de septiembre”.

En el plano nacional, comenta que impactan el efecto del aumento del salario mínimo por encima de la inflación, los aumentos en los precios de los combustibles y los riesgos de devaluación por la fragilidad de las finanzas públicas. Así las cosas, las expectativas de inflación para final del año se han revisado al alza hasta 4,5 %, asegura Ahcar.
No obstante, alerta que desde abril de 2023 Colombia comenzó a experimentar tasas de interés nominales superiores a la inflación, reflejo de una política monetaria fuertemente contractiva.
Por su parte, Juan Diego Lobo, director del Programa de Economía y Gobierno de la Universidad EAN, indica que hay un primer factor de importancia para no continuar con el recorte de tasas: el descenso de la inflación es menor a lo esperado.
Preocupa también que la inflación de alimentos siga en niveles altos, a lo cual se debe agregar que los precios que enfrentan los productores han crecido a un mayor ritmo (constatado con los datos del IPP al pasar al 5,8 % en diciembre) por motivos tanto domésticos como del mercado internacional: “El incremento de precios al productor puede impulsar la persistencia o el alza de la inflación, de no tomarse decisiones al respecto”, dice.
Y añade que “el incremento del salario mínimo puede darle un impulso a la inflación de servicios en la economía, elevando las expectativas asociadas a inflación y la convergencia al rango meta de la tasa de intervención del Banco de la República”.
Si bien el mercado laboral ha evidenciado un mayor número de personas ocupadas, las decisiones en materia de política comercial relacionadas con Estados Unidos pueden introducir presiones inflacionarias al país adicionales, explica.
“Sabemos que todavía hay una inercia de inflación muy alta, Nosotros proyectamos que cierra por encima del 4 % este año, y en ese entendido, sabiendo que hay una incertidumbre muy preocupante con el tema de las cifras fiscales y también con el contexto externo, pensamos que la decisión fue adecuada”, manifiesta José Ignacio López, presidente del Centro de Estudios Económicos Anif.
Entre tanto, Alejandro Reyes, economista principal de BBVA, afirma que el Banco de la República actúo muy responsablemente y mostró su independencia, porque es muy importante que siga habiendo confianza en Colombia.

“Pero, además, el Banco de la República está tratando de priorizar el mejor desempeño de la economía en el largo plazo, que nos va a costar ahorita, porque no va a impulsar la inversión tan rápido, pero sí va a generar mejores condiciones para que, en el futuro, tengamos una recuperación de la economía un poco más sostenible y duradera”, indica.
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