Cultura
Una abuela viajera cuenta la historia de Colombia, así es la saga juvenil de Pilar Lozano; la presentará en FIL Cali
La escritora de literatura infantil y juvenil es reconocida por su clásico ‘Colombia, mi abuelo y yo’, ahora regresa con una abuela como protagonista.
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21 de oct de 2025, 11:23 p. m.
Actualizado el 21 de oct de 2025, 11:23 p. m.
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Pilar Lozano es una de las grandes escritoras de literatura infantil y juvenil en Colombia, entre su extensa obra, más de 20 títulos publicados, se encuentran clásicos como ‘Colombia, mi abuelo y yo’, ‘Socaire, el capitán loco’ y las ‘Historias de un país invisible’, con los que varias generaciones crecieron.
La escritora bogotana, periodista también durante 40 años, fue reconocida en 2015 como una de las mejores autoras de LIJ por la Fundación Cuatrogatos y su libro ‘Era como mi sombra’, que narra la historia de dos niños guerrilleros, fue incluido en la prestigiosa lista The White Ravens, que selecciona los mejores libros de este género a nivel internacional.

Pilar Lozano es una de las grandes invitadas a la Feria Internacional del Libro de Cali que, en su décima edición, tendrá una zona infantil con la muestra más grande de literatura para niños y jóvenes, donde presentará los dos primeros tomos de su nueva saga titulada ‘La historia, los viajes y la abuela’.
Se trata de las aventuras que dos hermanos, una niña y un niño, junto a su abuela, viven a través de todo el territorio colombiano, conociendo no solo la biodiversidad de las diferentes regiones, sino también aprendiendo de historia.
En el primer tomo, la abuela, como una experta guía, escoge cada destino, desde San Agustín hasta el Puente de Boyacá, narrando a sus nietos cómo era Colombia en tiempos prehistóricos cuando mastodontes y perezosos gigantes la habitaban, cuando se formaron los primeros pueblos indígenas, cuando llegaron los españoles y cuando fueron obligados a escapar por los independentistas.
En la segunda parte, la abuela cuenta el origen de la república colombiana, viajando por los lugares históricos donde comenzó la serie indefinida de guerras que marcaron el siglo XIX y principios del XX.

Los libros, además, cuentan con un mapa y las ilustraciones de Paula Bossio, convirtiendo la experiencia de lectura en un entretenido recorrido histórico y geográfico, cargado de datos curiosos muy pertinentes para entender el presente de Colombia.
Pilar Lozano presentará sus libros el sábado, 1 de noviembre, a las 3:30 p. m., en el Auditorio Infantil, ubicado en el Bulevar del Río, de la Feria Internacional del Libro de Cali. La escritora, a la que padres, hijos y nietos vienen leyendo desde los años 80, cuenta por qué las abuelas pueden ser las mejores historiadoras.
—Los libros están dedicados a sus nietos, Aitana y Lorenzo. ¿El origen de esta obra estuvo en las historias que les contó sobre Colombia?
Yo lo hice realmente porque mis nietos no viven acá, que es una tristeza, porque yo no pude hacer los viajes con ellos. Y también nació de las charlas que he tenido por muchos años con los jóvenes en colegios, donde presenté mis tres libros sobre la violencia en Colombia. Al no poder contestar bien todas esas preguntas que me hacían sobre la historia y nuestro territorio, yo quedé con necesidad de responderlas y luego se convirtió en libro.
—A diferencia de ‘Colombia, mi abuelo y yo’, esta vez decidió escribir toda una saga sobre nuestro país...
Es que yo me dije: “Tiene que empezar desde el comienzo”, porque a mí no me gusta la historia por retazos, hay muchos libros sobre ciertos episodios históricos, pero yo quería un relato completo y por intento hacer una saga en varios tomos.
Quería contar desde que entraron los primeros cazadores recolectores a lo que hoy es Colombia. En la investigación viajé a Santa María la Antigua del Darién, en Unguía (Chocó), porque fue ahí donde llegaron los españoles y ya hay un centro arqueológico, un museo que estaban construyendo cuando yo fui.
—¿Por qué esta vez decidió darle protagonismo a la abuela?
La que narra la historia es la niña, así como en ‘Colombia, mi abuelo y yo’ el narrador es el niño. Y la abuela es la que alimenta su curiosidad, por eso hay correos de la abuela, hay mensajes de WhatsApp que ella le envía a la nieta. Pero lo que une todo el libro son los viajes, mi trabajo fue encontrar el gancho para ir al siguiente viaje y continuar con la historia.
—¿De algún modo los viajes son como una escuela más entretenida?
Es que es muy rico aprender viajando, conociendo directamente los lugares. Por eso la nieta en cada viaje se entusiasma por saber más, muy distinto sería su yo le echo la carreta a un chico en el colegio, “es que no sé cuándo y no sé dónde la batalla de tal cosa”, ¿eso qué es? Datos como tan lejanos en un salón de clase, pero si uno viaja y lo conoce, es una delicia.

Yo trato de viajar a todos los sitios de los que escribo, ojalá pudiera ir a más, pero no se puede. Y en cada uno voy encontrando sorpresas que pongo en los libros, cosas que me hubiera gustado leer a mí cuando me contaban la historia de Colombia. Es que yo conocí Colombia a los 23 años, cuando empecé a viajar como corresponsal. Y yo decía en cada lugar que conocía: “No puede ser ¿y a mí por qué esto nadie me lo contó?“.
Estos libros son la historia y la geografía contadas en la forma que a mí me hubiera gustado aprender de niña. Y he tenido la oportunidad de contarle a mis nietos, porque la he conocido, pero la idea era contárselo a todos los niños, porque soy escritora.
Cuando uno tiene experiencias maravillosas viajando le dan ganas de contárselo a todo el mundo y si es escritor, pues una la escribe. Aunque ahora, bueno, la mayoría de los niños le van a preguntar la historia a la IA.
—¿Qué piensa de las tecnologías que usan ahora niños y jóvenes para conocer la historia?
Yo las uso a mi favor, de hecho, en el segundo tomo, cuando narro el siglo XIX, los nietos ya están más grandes y ellos participan en la investigación con la abuela. Ella les pone temas, personajes y cada uno elige. Y Lorenzo, por ejemplo, hace un video de YouTube para mostrar un episodio que le tocó a él, sobre la pérdida de Panamá. En otro capítulo deciden con toda la información hacer un pódcast.
Y para encontrar el Banco Magdalena donde hubo una guerra, ellos miran en internet las fotos tomadas por un dron, y buscan los caminos por Google Maps.
Yo nunca hago eso, no entiendo nada en Google Maps, pero utilizo el lenguaje de ellos y la manera de comunicarse ahora. En el libro hablo de la inteligencia artificial. Hay un momento en que Lorenzo busca en la inteligencia artificial información sobre otro hecho histórico y después de leerlo vuelve donde la abuela y le dice: “Ay, no, abuela, más lindo es lo que tú cuentas”. La información en la inteligencia artificial es plana, entonces lo narrado a partir de la vivencia es más enriquecedor, pero nos podemos nutrir también con la inteligencia artificial.
Periodista y escritor, entre sus publicaciones destaca el volumen de ensayos ‘Libro de las digresiones’. Reportero con experiencia en temas de cultura, ciencia y salud. Segundo lugar en los Premios Jorge Isaacs 2022, categoría de Ensayo.