Cultura

Libros como promesas; conozca cómo publicar un libro por primera vez, podría cambiarle la vida

¿Qué implicaciones tiene para las jóvenes promesas de la literatura en Cali un ecosistema de editoriales independientes cada vez más robusto?

Cali fue la ciudad invitada en la Feria Internacional del Libro de Bogota (FILBo) en su versión 2023, lo que da cuenta de la importancia de la ciudad en el panorama literario a nivel nacional.
Cali fue la ciudad invitada en la Feria Internacional del Libro de Bogota (FILBo) en su versión 2023, lo que da cuenta de la importancia de la ciudad en el panorama literario a nivel nacional. | Foto: John Paz

2 de jun de 2025, 11:54 a. m.

Actualizado el 2 de jun de 2025, 11:54 a. m.

Por si no fuera poco el desafío de escribir un libro, el escritor novel pronto se da cuenta de que existe uno mayor: encontrar quien crea en esa apuesta y decida arriesgarse a publicarla.

Puesto que esta dificultad aumenta si la persona vive lejos de circuitos consolidados en grandes ciudades, cobra gran importancia el crecimiento y la gestión que han venido realizando un grupo de entusiastas que, agrupados bajo la Asociación de Editoriales Independientes de Cali, se ha propuesto devolverle a este sector un lugar representativo en la región.

Para Jonathan Valencia, gestor cultural con amplia experiencia en el sector editorial, uno de los logros tras haber conformado dicha asociación ha tenido que ver con la visibilidad frente a instituciones públicas, lo que ha permitido incidir en las políticas que desde administraciones locales y nacionales empiezan a ser pensadas para el sector cultural.

BOGOTÁ, 18 de abril de 2023. La ciudad de Cali se estrena como el primer invitado nacional durante la versión 35 de la Feria Internacional del Libro de Bogotá.
BOGOTÁ, 18 de abril de 2023. La ciudad de Cali se estrena como el primer invitado nacional durante la versión 35 de la Feria Internacional del Libro de Bogotá. | Foto: John Paz

Conformada por 22 editoriales, el trabajo realizado desde la Asociación permitió que la Secretaría de Desarrollo Económico de Cali reconociera este sector como un actor importante para la economía de la ciudad, un hecho que se consolidó garantizando su presencia en stands de la Feria del Libro de Cali, en sus versiones recientes. Este hecho resulta fundamental de cara a quienes logran publicar sus primeras obras en pequeñas editoriales.

“La Asociación ha sido como un pulmón para que el sector editorial respire de manera colaborativa”, dice Valencia.

El Taller Blanco Ediciones, nacida en Venezuela, también hace parte del grupo de la Asociación de Editoriales Independientes.
El Taller Blanco Ediciones, nacida en Venezuela, también hace parte del grupo de la Asociación de Editoriales Independientes. | Foto: John Paz

Un ejemplo de las nuevas dinámicas que se empiezan a producir en la ciudad alrededor de editoriales que le apuestan a obras de nuevas voces es el caso de Sic Semper Tyrannis, una editorial fundada en 2015 bajo el lema de “hacer libros en un mundo de tiranos” y que ha publicado 18 libros en todos los géneros, 11 de ellos provenientes de autores noveles. Esto la ha convertido en un referente.

A propósito del camino que Sic Semper ha transitado, Miguel Tejada, su editor, comenta que no se trató de un plan establecido. “Fue más bien algo que se fue dando a medida que hacíamos convocatorias para publicar en otros formatos, como fanzines y pequeños periódicos literarios. Había una pequeña comunidad de amigos y conocidos a los que habíamos invitado a escribir. Se armó una pequeña red. Yo creo que la editorial agarra ese impulso y por eso empieza a buscar nuevas voces”.

Esta apertura se ha dado, en gran parte, gracias a los estímulos para la publicación que se han entregado a nivel local, especialmente. Según cifras publicadas por la Secretaría de Cultura de Cali, entre 2023 y 2024, se destinaron más de 124 millones de pesos en concepto de publicación de autores noveles, distribuidos en 12 ganadores del total de quienes participaron con sus manuscritos.

Con estos recursos ha sido posible el trabajo mancomunado entre nuevas promesas de la literatura regional y editoriales como Sic Semper, en donde se propone un trabajo diferente del que se plantea en editoriales de grandes superficies.

“Púa, la niña bruja” fue el primer libro que publicó Violeta Olarte. Su llegada supuso un antes y un después en su carrera. Para ella, ahora la literatura tiene un espacio central en sus labores.
“Púa, la niña bruja” fue el primer libro que publicó Violeta Olarte. Su llegada supuso un antes y un después en su carrera. Para ella, ahora la literatura tiene un espacio central en sus labores. | Foto: Cortesía Violeta Olarte

“Ha sido una experiencia muy similar a un taller o laboratorio editorial. El acompañamiento ha sido, en casi todos los casos, muy cuidadoso. La figura nuestra como editores tiende a ser muy horizontal, de tú a tú con el autor o autora. Han sido procesos en los que hay mucho gozo por lo que se hace. Eso creo que es clave”, cuenta Miguel Tejada.

Una de las escritoras que ha trabajado de la mano con Sic Semper es Violeta Olarte, quien en 2020 publicó “Púa, la niña bruja”, un libro que tuvo una sobresaliente acogida tanto por lectores locales como internacionales, en países como México. Violeta cuenta que llegó a esta editorial movida por la experiencia que una de sus amigas, la poeta caleña Daniela Prado, había tenido con sus editores y la publicación de “Espacios Habitables”, cuyo caso también supuso su primera obra publicada. “Púa se lo envié a muchas otras editoriales, y solamente Sic Semper me respondió. Todo sucedió en plena cuarentena, en la pandemia. A mí me gustó mucho lo que ellos hicieron con el libro de Daniela. Le conté que tenía un proyecto y me recomendó hablar con ellos. Le hablé a Miguel. Él me dijo que le enviara el manuscrito. Finalmente ellos me dijeron que veían potencial en el libro y que, si me ganaba el estímulo, lo hacíamos”, recuerda.

Para Violeta, la publicación de Púa supuso una gran coincidencia, pues el libro cuenta la historia de una niña que decide quedarse encerrada en su casa el resto de su vida, pero que se ve forzada a salir por amenazas externas. Pese a haberlo escrito en el 2018, la historia de Púa encontró en el año de su publicación a lectores que, sin saberlo, estaban pasando por una situación similar.

La publicación de este libro abrió caminos para otros que vinieron en la vida de Olarte, producto de procesos colaborativos y autogestionados: “Llegar al aware. Diez caminos que conducen al haiku” y otro experimental, “A mí me gusta mucho el mar (lástima que todavía no lo conozco)”.

Este camino, que empezó con el sí de Sic Semper, le permitió obtener una beca para hacer una maestría en España. Actualmente, Violeta Olarte se dedica a impartir clases de escritura creativa y poesía en la Pontificia Universidad Javeriana de Cali, además de dedicarse a otros proyectos creativos.

“Antes de publicar Púa, no pensaba que pudiera vivir de la literatura o hacer una vida a partir de ella. Pensaba que iba a ser algo paralelo a mi vida profesional”.

Aunque en un principio consideraba que escribir era un hábito que estaría presente en su vida, no fue sino hasta que publicó su primer libro que Violeta fue consciente de que podría darle un mayor espacio.
Aunque en un principio consideraba que escribir era un hábito que estaría presente en su vida, no fue sino hasta que publicó su primer libro que Violeta fue consciente de que podría darle un mayor espacio. | Foto: Cortesía Violeta Olarte

Lamentablemente, el caso de esta joven escritora supone casi que una excepción, pues muchos de los autores noveles que publican sus primeras obras no tienen éxito en una etapa clave: la de la circulación de sus obras.

Según Jonathan Valencia, en la actualidad, dadas las facilidades que se ofrecen para financiar proyectos editoriales, se publica una considerable cantidad de libros que no cuentan con un respaldo de cara a asegurar (o al menos prometer) el éxito de su circulación. Esto supone un problema en doble vía: por un lado, en cuanto a su propio bienestar psicoemocional al ver que sus libros se arruman en cajas en su casa, y por otro, a nivel de las finanzas públicas y el erario con el que se financian estas apuestas.

“El 80% de los casos que yo conozco son casos de autores que pasan tres, cuatro, cinco años, y todavía tienen los libros en sus casas”, sostiene.

La salida, según él, no tiene que ver con transferencia de recursos: debe apuntarle a la transformación de los canales de distribución y la formación de un público que se interese por estas nuevas apuestas.

Para Miguel Tejada, esta actitud crítica hace parte del proceso creativo y del bienestar de este sector en la región, en términos de la calidad de sus apuestas:

“Lo que necesita una comunidad y un contexto es crítica (...) La crítica, como decía Sontag, debe ser un proceso estético”, apunta.

Comunicador Social y Periodista con sensibilidad por las artes, las humanidades y la cultura. Con larga experiencia en la cobertura de la realidad social, tanto regional como nacional. Interesado en cubrir fenómenos de medioambiente, posconflicto y DD.HH.

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