Literatura
El escritor Luis Izquierdo habla de su más reciente novela, la historia de una mujer que sepultaba los cadáveres del río Cauca
El escritor colombiano Luis Enrique Izquierdo habla de ‘Ana se baña en el río’, la historia de una mujer que adoptó los muertos sin nombre de la violencia.
Por L. C. Bermeo Gamboa, reportero de El País
La novela ‘Ana se baña en el río’, del escritor bogotano Luis Enrique Izquierdo, es una de las grandes apuestas literarias de la editorial Calixta en el año 2023, que presentó en las principales ferias del libro nacionales, como la FILBo y la FIL Cali, entre otras.
Luis Enrique Izquierdo es escritor, librero, gestor y periodista cultural. En el 2020 publicó su novela ‘Siete Suicidas’, en 2022 realizó la traducción y adaptación del clásico de literatura ‘Pinocchio’, y este año publicó ‘Ana se baña en el río’.
Ana, la protagonista de esta historia tiene una relación con el río Cauca, ella adopta los hijos muertos que el afluente arroja en las orillas, cadáveres sin nombres que serán sepultados como seres queridos en el pueblo de Marsella (Risaralda). Pero, Ana no se quedará sin respuestas y saldrá a buscar los nombres y la justicia.
Luis Enrique Izquierdo habla con El País de su novela, así como de su relación con los libros.
—¿Si tuviera que describir su libro en una frase cuál sería?
El dolor es nuestro vínculo sagrado.
—¿Cómo se convirtió en escritor?
Al leer Pedro Páramo de Juan Rulfo.
—¿Qué desencadenó la escritura de este libro?
La comunidad de Marsella que, liderados por una mujer, recogían y daban sepultura a los cadáveres que habían sido arrojados al Río Cauca.
—¿En estos momentos, de postpandemia, guerras y cambio climático, fanatismos y adicción a las redes sociales, para qué cree que sirve leer libros?
Para sentir el cuerpo.
—¿Por qué los libros son un refugio?
Son el amigo que te escucha, mis amigxs son mi refugio.
—¿Cuál fue el principal desafío para escribir este libro?
Mantener la tensión y el dolor a lo largo de la novela sin que decayera o se sintiera repetitivo fue un reto, en esto fue fundamental el trabajo editorial.
—¿Cuál es su rutina para escribir?
Mi momento es la noche, cuando la ciudad se calma y las presencias aparecen, escuchando música y completando poco a poco el plan trazado.
—¿Qué opina de las IA y el auge que tienen actualmente? ¿Cómo podrían afectar la literatura?
Somos con las máquinas, siempre ha sido así, desde que cazamos animales, solo se trata de trabajar con ellas.
—¿Cuáles son los escritores que más valora de Colombia?
Andrés Caicedo, por su ímpetu. Ingrith Rojas Contreras, por escribir en una lengua prestada las historias de Colombia. Ricardo Silva Romero, por adentrarse en el dolor de las historias. Fernando Vallejo, por su irreverencia. Silvia Galvis, por combinar la investigación y la creación. Marvel Moreno, por su escritura poética. Y Meira del Mar, por su raíz antigua.
—¿Cómo lo políticamente correcto influye en usted a la hora de escribir?
No hay nada políticamente correcto y a la vez todo es políticamente correcto.
—¿Como escritor cuál es su miedo más recurrente?
El miedo a ser leído, pero es ese mismo miedo el que me empuja escribir y crear más historias.
—¿Cuál es la mayor satisfacción que le ha dado un libro?
Cada vez que Ana, la protagonista de mi libro, logra tocar una vida, creo que ese es un momento mágico.
—¿Como lector qué detesta y aprecia más de un libro?
Aprecio el coraje de contar historias. Detesto es una palabra fuerte, pero tal vez que el proceso editorial no sea cuidadoso.
—Como escritor bogotano, ¿qué opina de la literatura caleña?
Cali es una mina de escritores maravillosos, desde las historias de Mayolo en el cine y todo ese grupo, el terror y la fantasía quedaron grabadas en estos territorios. Carolina Andújar es un referente, claro. Santiago López tiene unas historias de terror autóctono increíbles. Pero también están autores como Juan Peláez en la ciencia ficción y, por supuesto, Nicolás Guevara, que tiene un talento innato para la fantasía y que gracias a las diosas he podido conocer bien. Con ellos me quedo.
Valorar es difícil, pero Cali, en materia literaria, es monumental: de aquí han salido Pilar Quintana, Antonio García, Margarita Mejía, Andrés Caicedo, Jorge Isaacs. ¡Imagínate valorar eso! Es bien difícil. Y cuando uno recorre la feria del libro de esta ciudad, encuentra muchas voces, el otro día escuché a Helen García y es tremenda voz, con su libro ‘Entre falda y tacón un pene juguetón’.
—¿Es de los que rayan los libros o de los que leen sin alterarlos?
El cuerpo se marca, se apropia y se suelta, es como el deseo, es caricia y golpe, leer es el enfrentamiento de dos cuerpos que se aman.
—¿Qué libro le hubiera gustado escribir?
‘Una soledad demasiado ruidosa’ de Boumil Hrabal, creo que esa es mi historia con los libros.
—¿Cuál es el autor que más relee?
Siempre es bueno volver a Hemingway, pero en los últimos tiempos Cormac MacCarthy tiene una capacidad de narrar esos ambientes que el lector casi que huele y se ve metido en la historia.
—Su cita preferida de ese autor…
“Yo no sé dónde está el fuego. Sí que lo sabes. Está en tu interior. Siempre ha estado ahí. Yo lo veo”, McCarthy.
—¿Cuál es el libro que recomendaría leer lo antes posible?
Vamos con un cuento corto “Nos han dado la tierra”, de Juan Rulfo.
—¿Quién es su héroe favorito de la ficción?
Indiscutible: Hamlet.
—¿Y de la vida real?
Mi madre.