Política

Los influenciadores se toman la política electoral en Colombia, ¿ventaja o desventaja?

Aunque las fuentes consultadas coinciden en que la participación de estos actores es parte de la democracia, advierten que deben estar calificados para dar debates de altura.

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Influenciadores en la política
Influenciadores en la política | Foto: Foto: 123RF

9 de nov de 2025, 02:58 p. m.

Actualizado el 9 de nov de 2025, 02:59 p. m.

Rostros desconocidos en la política pero polémicos en las redes sociales se están tomando el terreno electoral del 2026. Aunque la participación de los influenciadores no es nueva, indudablemente empiezan a marcar la campaña al Congreso y la Presidencia.

La incursión en la política de esta comunidad empezó a ser visible en Colombia desde los comicios del 2022, en los que salieron victoriosas figuras como Jonathan Pulido, conocido como JP Hernández, Miguel Polo Polo y Alfredo Mondragón.

Ahora, en medio de la transformación que está sufriendo la política, no solo en Colombia, y a cuatro meses de las elecciones, son cada vez más los partidos que le apuestan a tener ‘influencers’ en sus listas al Legislativo.

“La política se está armonizando con dinámicas de la sociedad en las que las redes sociales juegan un papel más importante, en las que se aprovechan herramientas audiovisuales y digitales para mandar mensajes políticos, superando prácticas tradicionales como las de pararse en una plaza pública, ser alguien con una carrera de muchísimos años y utilizar otros medios para comunicar”, indica el analista Sebastián Londoño.

En palabras del analista político Álvaro Benedetti, “la política trascendió hacia el ámbito digital y todos los políticos que hoy quieran ser competitivos tendrán que saberse adaptar a estas nuevas tecnologías y, en consecuencia, a estos nuevos modos de comunicar”.

Aclara que esta forma de hacer política es eficaz en debates nacionales, pero puede que no tenga el mismo impacto en ciertas regiones y territorios del país en los que las redes sociales no penetran tanto.

El director del doctorado en Estudios Sociales de la Universidad del Rosario, Carlos Charry, advierte que ese tipo de perfiles suelen ser actores políticos que incentivan la polarización.

“Su lenguaje tiende a ser contundente, a ponerlo todo en blanco y negro; amigo y enemigo; buenos y malos. En el mundo de la política los problemas sociales son mucho más diversos y complejos que eso, pero precisamente por su habilidad tanto a nivel comunicacional como discursiva es que logran captar la atención del público, al poner los problemas en cualquier extremo”, analiza.

Laura Cristina Ahumada, Patricia Caicedo, Pedro Luis Saade Vergel, Harold Viáfara, Amaranta Hank, Walter Rodríguez (Wally), Hernán Muriel Pérez (Cofradía para el Cambio), Laura Daniela Beltrán (Lalis) y Jhon Forero (El Mamerto Este) precandidatos de la lista al Congreso del Pacto Histórico.
Laura Cristina Ahumada, Patricia Caicedo, Pedro Luis Saade Vergel, Harold Viáfara, Amaranta Hank, Walter Rodríguez (Wally), Hernán Muriel Pérez (Cofradía para el Cambio), Laura Daniela Beltrán (Lalis) y Jhon Forero (El Mamerto Este) precandidatos de la lista al Congreso del Pacto Histórico. | Foto: Fotografías tomadas de redes sociales

Agrega que una de sus características es que tienen campañas relámpago asociadas a un tema que lo vuelven su caballito de batalla, con el cual pretenden generar un gran impacto en la opinión pública a través de canales de difusión digitales o redes sociales.

“Pero su principal característica y afectación es que son una especie de lobos solitarios, que es el concepto que se utiliza técnicamente, que van por su propio camino y que a veces utilizan a su favor las estructuras partidistas, pero no con un nivel de militancia y de compromiso con esas estructuras políticas. Es decir que pueden ser, por un lado, ‘flor de un día’, pero al mismo tiempo generan muchos procesos de desequilibrio institucional al interior de las organizaciones políticas”, indica.

Sin duda, uno de los sectores que más ha dado visibilidad a los influenciadores es el Pacto Histórico. Desde la campaña pasada, y estando en el poder como partido del presidente Gustavo Petro, miembros de esa comunidad han tenido cuantiosos contratos con el Ejecutivo para impulsar ideas y propuestas del Gobierno Nacional.

En la actualidad, esas cercanías con el petrismo se han materializado en posibilidades para aspirar al Congreso el próximo año.

Las caras de esos influenciadores fueron puestas a consideración en la consulta interna del Pacto el mes pasado, en la que lograron importantes apoyos de sus seguidores.

Los tres más votados fueron Walter Rodríguez, ‘Wally’, quien logró 129.530 sufragios en la lista para el Senado, seguido de Laura Daniela Beltrán, ‘Lalis Smile’, que sacó 26.718, y Daniel Monroy, que se llevó 20.280, ambos para la Cámara de Representantes.

Sin embargo, en la consulta se pusieron a consideración los nombres de otros ‘influencers’ como la exactriz de cine para adultos Amaranta Hank; David Porras, fiel seguidor del presidente venezolano Nicolás Maduro; Hernán Muriel, fundador de un medio digital alternativo de izquierda, y el caricaturista Julio César González, conocido como Matador.

En esa línea también ha querido ‘jugar’ la coalición centrista ‘¡Ahora Colombia!’, compuesta por los partidos Dignidad y Compromiso, Nuevo Liberalismo y Mira, que anunció en su lista para el Congreso a Hannah Escobar, una activista de salud conocida como Missmelindres, así como el ‘Profe Charles’, un docente que hace pedagogía política en sus redes sociales.

WhatsApp recomienda hacer una copia de seguridad de los chats antes de cambiar de dispositivo o reinstalar la aplicación.
WhatsApp recomienda hacer una copia de seguridad de los chats antes de cambiar de dispositivo o reinstalar la aplicación. | Foto: 123rf

¿Hay riesgos?

Para el consultor Álvaro Benedetti, la participación de influenciadores en la política no es positiva ni negativa, pero termina generando ruido hasta qué punto el mensaje no se convierte en una verdad en disputa.

Es decir, lo que llaman la posverdad, “porque, en la medida en que se mediatice un contenido, se repita o se masifique, pues se convierte en verdad y ese es el riesgo que corre el debate democrático”, explica.

La politóloga María Alejandra Arboleda comenta que preocupan los ‘influencers’ que están en redes sociales hostigando, señalando o difundiendo mensajes de odio que polarizan más el país, porque, si esos mensajes llegan al Capitolio Nacional, puede ser negativo para la democracia.

“El Legislativo es un espacio donde llegan diferentes actores políticos para representar personas, intereses o posiciones, y eso está bien porque es el ejercicio de la democracia, pero preocupa el nivel del debate que se tenga, porque finalmente los congresistas son los encargados de sacar adelante proyectos que tienen un impacto en la vida de la gente”, anota.

“Por ejemplo, si se habla de la ley de financiamiento, si suben o no los impuestos, que tiene un impacto en la vida de la gente, ¿cuál va a ser el nivel del debate que se le va a dar?, porque, en ese sentido, los líderes que asuman esa dignidad deben realmente tener un diálogo sano y con un tono técnico”, añade.

Asimismo, el docente Charry menciona que uno de los riesgos de la participación de los ‘influencers’ en política es que algunos de ellos incurren en estrategias comunicacionales que favorecen la polarización y no el debate público informado, “que es lo que se busca en la democracia”.

La fuente compara que “los políticos de carrera siguen las reglas establecidas por un partido o movimiento político, un sistema electoral o normas establecidas, pero el influenciador, al estar en esa posición ambigua en las redes sociales, ser un comunicador y al mismo tiempo querer ser un político, a veces, sin generalizar, se salta las normas y empieza a incurrir en prácticas poco éticas. Eso no quiere decir que los políticos de carrera no incurran en esas prácticas”.

En defensa de esa comunidad, el analista Sebastián Londoño indica que el hecho de que algunos influenciadores no tengan la capacidad asumir para los cargos públicos a los que aspiran y sí lleguen, no es un problema de ellos.

“En el Congreso llevamos décadas viendo cómo llegan personas que no están calificadas ni capacitadas para ocupar su curul, y no son influenciadores, sino que llegan porque son hijo, hermano, tío o sobrino de algún político que los recomendó, amparados en estructuras o maquinarias políticas”, señala.

Explica que las redes sociales han democratizado el acceso al poder: “Tener una plataforma que no cuesta mucho dinero, donde se puede tener masividad, donde se puede mandar un mensaje y donde no necesitas tener miles de millones, sino simplemente un micrófono y una cámara, creo que es una herramienta poderosa y contundente. Puede pasar que muchos lo utilicen bien o que otros no tanto, pero en últimas eso no tiene que ver tanto con el ejercicio del influenciador”.

A su vez, Benedetti indica que, en la medida en que el político “busque transmitir un mensaje que agregue valor desde lo ético, pero también desde lo programático, bienvenido sea”.

Los políticos en redes

Aunque en Colombia este auge está teniendo especial protagonismo en los últimos años, otros países ya se han adaptado a esos cambios en la forma de comunicar en la política, como es el caso de Estados Unidos con el presidente Donald Trump, mencionan analistas, quien regresó al poder soportado por las redes sociales.

También está el alcalde de Nueva York, Zohram Mandani, quien parece un especialista en viralizar contenido en la web.

“Ese es un liderazgo político que tiene unas ideas y una posición ideológica muy clara, pero utiliza las redes sociales como un instrumento para poder masificar su mensaje”, comenta el analista Londoño.

De hecho, para no ir muy lejos, también se debe considerar el caso del presidente Gustavo Petro, quien desde su campaña entró en esa línea de la comunicación política a través de las redes sociales.

“Para poder crecer y conquistar, los políticos necesitan estar en redes sociales, y eso ha marcado un hito desde la campaña de Barack Obama, pero cada vez es más importante estar en estas plataformas para crear opiniones, generar impacto, proponer, conectar y generar cierta emocionalidad”, analiza la politóloga Arboleda.

Comunicadora social y periodista egresada de la Universidad Santiago de Cali, con diplomado en Comunicación Política. Escribo sobre política local, nacional e internacional.

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