Cultura

La salsa caleña tiene su luthier: la historia Héctor Rocha ‘El Piernas’ y sus famosos instrumentos de percusión

Desde hace más de 50 años, sus bongós, congas, campanas y maracas, vienen complaciendo por su calidad y sonido a las grandes orquestas, músicos y aficionados de todo el mundo.

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Héctor Rocha "El Piernas", instrumentos musicales El Piernas, HR.
A sus 81 años, Héctor Rocha ‘El Piernas’, legendario artesano de instrumentos para percusión, continúa dirigiendo, junto a su hijo, la marca caleña HR que usan grandes orquestas y salseros del mundo. | Foto: José Luis Guzmán. El País

9 de nov de 2025, 10:38 p. m.

Actualizado el 9 de nov de 2025, 10:41 p. m.

El Big Bang que origina todos los ritmos en la Capital Mundial de la Salsa se encuentra en el número 30-27 del barrio Saavedra Galindo; una casona alta con tejas de barro y una puerta garaje blanca que pasaría desapercibida si no fuera porque allí, hace más de 50 años, empezó a funcionar la tienda y fábrica de Héctor Rocha ‘El Piernas’, el legendario percusionista y luthier caleño.

A sus 81 años don Héctor continúa recibiendo a los clientes que llegan desde diferentes barrios de Cali, otras ciudades colombianas y países de todos los continentes para comprar alguno de sus exclusivos bongós o congas, campanas, maracas y güiros, famosos por su calidad y riqueza sonora.

Héctor Rocha "El Piernas", instrumentos musicales El Piernas, HR.
Héctor Rocha y su hijo, Héctor Adolfo Rocha, quien siguió sus pasos como percusionista y luthier. Uno de sus nietos también toca el bongó. | Foto: José Luis Guzmán. El País

Con sus 1,90 centímetros de estatura, ya un poco encorvado por los años, sentado al interior de la tienda, detrás de una vitrina y acompañado a los pies por su perrita Conga, toma un bongó entre las manos y empieza a decirme: “El que compre este instrumento, lo va a tener por 200 años y, si lo cuida, puede durarle más”.

Si bien falta tiempo para comprobarlo, no es una exageración suya, como cuenta Adolfo Rocha, segundo hijo de ‘El Piernas’, también percusionista y luthier, que administra la empresa en Cali:

“Seguimos atendiendo a personas que llegan con bongós y congas que fabricamos hace muchos años, vienen porque su padre u otro familiar se las heredó, o para que le cambiemos el parche, o las pintemos de nuevo; van pasando de generación en generación”, explica.

Para cualquier percusionista de ritmos latinos o para aficionados salseros, de esos que van a las audiciones con su campana y sus maracas, la marca HR Percusión ‘El Piernas’ es un referente básico y objeto de colección.

La lista de grandes orquestas y figuras de la salsa que adquirieron allí sus instrumentos es larga: la Sonora Ponceña, el Gran Combo, Guayacán, Grupo Niche, Son de Azúcar y La Fania All Stars, así como Rubén Blades, Willie Colón, Piper Pimienta, Joe Arroyo, Luigui Texidor, Santiago Cerón y Gilberto Santarrosa, entre muchos más.

Ya es parte del anecdotario popular caleño el día que Roberto Roena recibió de manos de ‘El Piernas’, durante un concierto de 1995 en el Teatro Jorge Isaacs, un instrumento que el luthier caleño había fabricado especialmente para ‘El Señor Bongó’.

“Al tiempo, Roberto Roena vino a nuestro taller y le agradeció a mi padre el obsequio. Además, se llevó otro bongó, congas y campanas”, recuerda Adolfo, que estuvo allí presente, cuando era un adolescente.

En otra ocasión, Papo Lucca mandó a pedir 32 campanas HR y exigió que se las llevara ‘El Piernas’ al Hotel Intercontinental, donde se alojaba, porque quería conocer al famoso artesano. Tampoco falta en su lista de clientes Pedro Conga, otro gran percusionista.

Héctor Rocha 'El Piernas', el legendario luthier detrás del ritmo de la salsa caleña | El País Cali

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Cuenta don Héctor que él estaba destinado a la percusión. Durante su infancia en el Saavedra Galindo, llegada la época decembrina, construía maracas con tapas y tambores con tarros de lata para tocar en las novenas navideñas del barrio.

Héctor Rocha "El Piernas", instrumentos musicales El Piernas, HR.
Héctor Rocha empezó como percusionista en agrupaciones caleñas, pero su amor por los sonidos lo llevó a dedicarse a la fabricación de instrumentos de percusión. | Foto: José Luis Guzmán. El País

“Mi padre tenía un granero ahí a la vuelta y vendía cerveza. Por eso, para los días sábados llegaban grupos de guitarristas a tocar boleros y son. Yo me conseguí unas maracas para tocar con ellos. La gente se alegraba y todo el mundo se ponía en movimiento”, recuerda.

—¿Cuándo empezó a tocar el bongó?

—Luego nos trasladamos a esta casa grande, donde mi papá le alquilaba a más personas. A una pieza llegó un señor que tocaba los tambores. Yo me quedaba viéndolo y él me dijo que si me gustaba, podía enseñarme. Me gustó tanto que ahorré mesadas y terminé por comprarle el bongó.

—¿Y cuándo tuvo la necesidad de hacer instrumentos?

—Vamos por partes que estamos aprendiendo, déjeme le cuento bien —me dice para que no lo interrumpa.

—Como usted diga, don Héctor —acato el regaño.

Como yo estaba aprendiendo rápido, el señor me invitó a tocar con un grupo que tenían en el barrio Obrero, que se llamaba Atahuai. Con ellos empecé a tocar. Era un tiempo de gente muy alegre y vivíamos sabroso. Andamos bastante con ese conjunto. Después me pasé a otro que se llamaba las Estrellas de América y también toqué con La Octava Dimensión, al lado de Santiago Mejía y Hermes Manyoma. —Toma un respiro y remata— Ahora sí, dígame, ¿qué era lo otro que quería saber?

—¿Cuándo empezó a hacer sus propios instrumentos?

—Por esa época, años 60 y 70, andaba buscando otras formas de sustento, y vi que alguien tenía un bongó americano muy bonito, se lo pedí prestado para analizarlo y, como pude, lo repliqué, pero mal hecho. Pero no me quedé ahí, lo fui mejorando, mejorando, hasta que me sonó como quería. Para probar, lo llevé a una prendería en el centro, por la Carrera 10, y les dije que valía dos mil pesos. No recuerdo en qué año, hace mucho. El caso es que, cuando volví, me dijeron que ya lo habían vendido y que querían otro: “Tráigame más”.

Héctor Rocha "El Piernas", instrumentos musicales El Piernas, HR.
Durante todo el año atienden pedidos de diferentes partes del mundo y reciben clientes locales y turistas. Pero las mayores ventas se registran en la época decembrina, incluidos los días de la Feria de Cali. | Foto: José Luis Guzmán. El País

Después me buscó un señor de un almacén de la 13. “Vé, me dijeron que vos estabas haciendo bongoes, traeme unos dos”, me dijo. A ese también le comencé a llevar, y así empezó todo... Después hicimos las maracas y las campanas. Y ahí hemos estado aprendiendo. Cada día vamos mejorando, vamos llegando más lejos, porque uno no se las sabe todas y yo sigo teniendo ideas para innovar...

—¿Y por qué lo llaman ‘El Piernas’?

—Cuando tocaba en el conjunto Atahuai, una vez ensayando en el barrio Obrero, el conguero me dijo: ‘Corré las piernas, piernón, que no cabemos’. Todos se rieron y comenzaron a llamarme ‘El Piernas’, y así le puse a mi marca.

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Don Héctor deja de responder a la entrevista, porque acaba de llegar un cliente. Se trata de Luis Ossa, más conocido como DJ ‘El Flaco’, quien terminó en la tienda guiado por su amigo Carlos Paz, el emblemático bailador caleño.

Héctor Rocha "El Piernas", instrumentos musicales El Piernas, HR.
La empresa es familiar y cuentan con trabajadores legalmente contratados que han aprendido el oficio de la luthería junto a Héctor Rocha. | Foto: José Luis Guzmán. El País

Yo vivo en Miami, donde tengo un establecimiento para escuchar salsa. Allá tengo varios instrumentos HR que compré en otra tienda de Estados Unidos, pero es la primera vez que vengo personalmente a la fábrica en Cali.

—¿Cuál es la fama que tienen los instrumentos de ‘El Piernas’?

A la gente le gusta mucho su sonido. Cuando estoy en discotecas, saco mi campana y la toco, resuena muy sabroso y no falta el que se acerca a preguntar dónde la compré o qué marca es, porque el sonido es muy bueno.

—¿Qué va a comprar en esta ocasión?

—Vengó por dos campanas y una clave, que me encargó un amigo de Miami.

De repente, el local se llena de gente. Un hombre con su hijo pregunta si puede cambiarle un parche a su bongó y afinarlo.

Llega Adolfo con un parche nuevo de cuero vacuno y comienza a retirar el viejo, va apretando tuercas y tocando el instrumento para captar el tono.

El bongó se afina en cruz, generando tensión en los amarres de arriba a abajo, derecha a izquierda, como echándose la bendición.

Entre tanto, pregunto a don Héctor ¿cuál es el secreto para hacer un buen bongó?

—Los hacemos de guayacán, roble, palo santo, cedro y la teca, de varias maderas, buscando que sean guerreros. Mis instrumentos dan buen sonido, tienen buena presentación y duran años.

Ahora han sacado un parche americano que es brillante, pero no tiene eco. Usted lo toca y se oye aquí en esta habitación y nada más, mientras que el cuero retumba y tiene eco, se oye a las dos o tres cuadras. Esas son cosas nuevas que sacan con bonitas presentaciones, pero la calidad está en la esencia que viene de los tambores de Cuba y África, donde usan el cuero de chivo o de res, y nosotros mantenemos esa tradición.

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La popularidad de la marca HR ‘El Piernas’ llegó muy lejos. Para los años 90, en la casona de Saavedra Galindo recibían encargos no solo de Estados Unidos, también de Puerto Rico, México, Panamá, Perú, Chile, Argentina, y del otro lado del mundo, desde Japón, Australia y países europeos.

Héctor Rocha "El Piernas", instrumentos musicales El Piernas, HR.
En la fábrica se hace todo el proceso, desde darle forma a la madera, forjar los herrajes, tratar los cueros, para hacer instrumentos de la mejor calidad. | Foto: José Luis Guzmán. El País

Algunas tiendas de Estados Unidos y Suiza distribuyen los instrumentos de la marca HR Percusión ‘El Piernas’, fabricados en el barrio Saavedra Galindo, de Cali. Esto llamó la atención de las multinacionales y una de ellas, la reconocida marca LP, contactó a don Héctor para hacerle una oferta que no podía rechazar.

A través de una carta enviada desde Nueva York, James Lamb, uno de los directivos de LP, comunicada sus intenciones:

“Actualmente estoy buscando nuevos productos para LP y tengo entendido que su empresa cuenta con una impresionante colección de instrumentos de percusión. Estoy especialmente interesado en encontrar instrumentos tradicionales sudamericanos. ¿Sería posible que me enviara una copia de su catálogo más reciente?”, decía en inglés.

El luthier caleño decidió reunirse con LP en Estados Unidos: “Me dijeron que me compraban todo lo que fabricara, pero que no podía colocarle mi marca. Yo sabía que allá mucha gente buscaba mis tambores, porque eran de ‘El Piernas’, y de otros países, así que no acepté y continué creciendo poco a poco, porque esto es un recorrido largo, y vamos aprendiendo, vamos mejorando”.

Adolfo evidenció el crecimiento de la empresa familiar. “Al principio ellos dos, mi mamá, Flor de María Gálvez Márquez, y mi papá, tuvieron varios emprendimientos; al tiempo que hacía música, con ella fabricaba perfumes que vendíamos en el centro y, cuando él perfeccionó el bongó decidieron centrarse en esto. Recuerdo que nosotros vivíamos aquí con unos tíos, pero con las primeras ventas lograron juntar lo suficiente para comprarles toda la casa”.

En la actualidad, detrás de la pequeña tienda, donde están exhibidos los instrumentos, se esconde un profundo taller donde cortan y pulen las maderas, secan los cueros, elaboran los remaches y los herrajes, pintan y le dan todos los acabados a bongós, congas, campanas, maracas, claves y güiros.

Tienen vinculados a seis trabajadores que siguen las indicaciones de don Héctor y su hijo, con los que hacen en promedio 8 bongós y congas, 20 campanas, y 20 maracas a la semana.

“No es una producción muy grande, porque seguimos un proceso muy delicado para que los instrumentos que se llevan los músicos y aficionados sean de la mejor calidad; todas son piezas de edición limitada. Cada día vamos mejorando, como dice mi papá”, asegura Adolfo.

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Héctor Rocha "El Piernas", instrumentos musicales El Piernas, HR.
Héctor Rocha es el luthier salsero con más tradición de Cali. Sus saberes son un patrimonio de la cultura local que merece ser exaltado. | Foto: José Luis Guzmán. El País

Al final, pregunto a don Héctor si todavía toca el bongó. Sin dudarlo un momento, pide uno de los que están en vitrina y empieza a darle a los cueros.

En el lugar se encuentra Jorge Camino, un músico que llegó con una campana HR de hace más de 30 años, regalo de su hermano mayor, para que la pinten de nuevo y seguir usándola.

La demostración de ‘El Piernas’ es mágica. De repente todos estamos llenos de alegría. Adolfo, que conoce al cliente recién llegado, le propone tocar un piano que está al fondo de local —y que hasta ahora nadie había visto—.

Suena el son montuno de las teclas y ‘El Piernas’ hace redobles de golpe seco. A su lado aparece Adolfo con dos congas y se suma a la improvisación.

Uno podría decir que esto es extraordinario para una tarde de martes, pero no se puede olvidar que estamos en Cali.

Periodista y escritor, entre sus publicaciones destaca el volumen de ensayos ‘Libro de las digresiones’. Reportero con experiencia en temas de cultura, ciencia y salud. Segundo lugar en los Premios Jorge Isaacs 2022, categoría de Ensayo.

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