Economía
Así avanza la economía caleña: resultados de los principales indicadores
Indicadores como inflación, desempleo, consumo de hogares, ventas del comercio y exportaciones de las empresas hacen pensar que 2025 será un buen año en materia económica para la ciudad de Cali y el Valle.

28 de jul de 2025, 11:00 a. m.
Actualizado el 28 de jul de 2025, 02:34 p. m.
Las cifras económicas conocidas al terminar el primer semestre del 2025 hacen pensar que el cierre del año para Cali y el Valle del Cauca será alentador en materia de crecimiento.
Estas señales alentadoras, de acuerdo con Pavel Vidal, profesor de Economía de la Universidad Javeriana, se han observado desde el segundo semestre de 2024, y se consolidaron en el primer trimestre de 2025.
Por ejemplo, el crecimiento de la actividad económica de Cali fue del 2,9 %, entre enero y marzo de 2025; y el del Valle del Cauca del fue 3,1 %, superando ambos al promedio nacional (2,7 %).
“Este buen comienzo del año genera expectativas positivas. Sin embargo, hay retos que no se pueden obviar y que pueden interrumpir el favorable desempeño en lo que resta de año”, dijo Vidal.
Sobre qué se soporta la mejor perspectiva: Según el profesor, las fortalezas son: el aumento del consumo de los hogares (5 % real al mes de mayo de 2025, el mayor repunte frente a las principales ciudades), esto teniendo en cuenta que el consumo es el principal componente de la demanda de bienes y servicios en cualquier economía, lo que genera más movimiento de mercancía, mayores incentivos a la producción y empleos en diversos segmentos vinculados, por ejemplo, al transporte, el comercio y la microempresa. “El aumento del consumo ha estado respaldado por una mejora en la confianza del consumidor, menores tasas de desempleo, una inflación más baja y una disminución de las tasas de interés”.
Julio César Alonso, profesor de Economía de la Universidad Icesi, considera que por el lado de las fortalezas se destaca la estabilidad del comercio al por mayor y menor, que en conjunto con la reparación de vehículos automotores representa el principal motor de la economía regional.
Esto se viene reflejando, por ejemplo, en una mayor venta de vehículos nuevos. En el primer semestre estas ventas crecieron 23,8 % en Cali y 19,5 % en el Valle del Cauca.
“En 2024 este sector mantuvo su nivel en torno a los $16,9 billones, evidenciando una demanda interna que no se ha debilitado. Asimismo, la industria manufacturera —pilar tradicional del Valle— aunque ligeramente por debajo del año anterior, sigue generando un valor agregado cercano a los $14,9 billones, lo que demuestra la capacidad del sector para adaptarse a un contexto menos favorable”, dijo el académico.

También destaca como un punto positivo la leve recuperación de las actividades artísticas y de entretenimiento, que pasaron de $3,66 billones a $3,94 billones, mostrando que la economía de servicios sigue ampliando su espacio.
Otro punto a favor son las exportaciones regionales que crecieron 16,5 % en el Valle entre enero y mayo de 2025. Ello pudiera significar que la demanda externa, junto a la interna, van a favorecer la actividad productiva este año.
Adicionalmente, desde el segundo semestre de 2024 viene creciendo la producción de caña de azúcar en el Valle y en el primer trimestre esta repuntó 5,4 %. Este es un indicador clave en una economía regional que todavía mantiene un importante centro de gravedad en renglones productivos que se encadenan con dicha materia prima.
Todo esto ha llevado a que Cali reduzca de manera significativa la tasa de desempleo que cerró en el trimestre enero- mayo en 9,1%. Esto, para Mabel Lara, secretaria de Desarrollo Económico Distrital, está acompañado de una tasa de informalidad que se redujo y se situó en 47,7 %, una cifra inferior al promedio nacional (55,9 %), sin contar que también ha bajado la tasa de desempleo juvenil que se situó en 16,9 %, el nivel más bajo en 19 años para el trimestre analizado.
Los retos
Para el profesor Pavel Vidal, la región enfrenta también varios desafíos para consolidar su recuperación, esto teniendo en cuenta que no todos los sectores avanzan al mismo ritmo.
La recuperación productiva no ha sido homogénea. La industria manufacturera continúa siendo un eslabón débil; la ocupación hotelera, el consumo energético no regulado y la ejecución de gasto publicó siguen mostrando cifras negativas en Cali.
“ El entorno macroeconómico e internacional plantea múltiples desafíos. En el frente nacional preocupa la sostenibilidad de las finanzas públicas y la calificación de riesgo país. En el ámbito internacional inquieta la debilidad del dólar, las implicaciones del presupuesto aprobado por el Congreso de EE.UU., los conflictos bélicos y fragmentaciones geopolíticas”, comentó.
De igual manera Julio César Alonso planteó que la construcción preocupa especialmente su valor agregado que cayó de $2,59 billones a $2,38 billones en 2024. “Esto es consistente con la contracción de la inversión en vivienda e infraestructura, que suele ser un termómetro adelantado de la confianza y del empleo en la región”.
Además, dice el académico que las cifras de suministro de electricidad, gas y vapor se mantienen prácticamente estancadas, lo que podría indicar límites en el crecimiento industrial futuro si no se consolidan nuevas inversiones en capacidad energética.

“Sostener el crecimiento dependerá de revitalizar la construcción, dinamizar la industria manufacturera y apostar por mejorar la productividad. Un reto no menor será mantener la estabilidad de la demanda interna en un contexto donde el consumo de los hogares podría resentirse si persisten tasas de interés altas o un mercado laboral menos dinámico. El llamado es a no confiarse y a impulsar políticas que fortalezcan tanto la inversión como la competitividad para garantizar que el Valle siga creciendo de forma sostenible”, dijo Alonso.
Comunicadora Social de la Universidad del Valle con más de 30 años de experiencia en prensa, en especial en periodismo económico aplicado en varios medios de comunicación nacional.