Cali

¿Qué tan limpio es el aire que se respira en Cali? Esta es la zona más contaminada en la ciudad

Pese a que no se registran niveles alarmantes de contaminación, las mediciones en algunos sectores están cerca del límite que indica la norma.

En el día sin carro, muchos caleños se la ingeniaron para poder llegar a sus lugares de trabajo, la jornada transcurrió sin ningún contratiempo en la sucursal del cielo.
Los vehículos son unos de los principales causantes de la contaminación en el aire de Cali. | Foto: Aymer Andrés Álvarez

22 de jul de 2025, 10:07 a. m.

Actualizado el 22 de jul de 2025, 10:07 a. m.

Debido a los estragos que en materia de salud ocasionó la pandemia del Covid-19, la calidad del aire que respiran las personas pasó a convertirse en un asunto de primer orden para las autoridades, priorizando el nivel de contaminación que se evidencia en varias ciudades capitales del país.

En Cali, el análisis de materiales particulados que contribuyen a dicha contaminación está a cargo del Dagma, que cuenta con equipos especializados ubicados en distintos puntos de la ciudad para llevar a cabo mediciones en tiempo real, las cuales sirven de insumos para determinar si la capital vallecaucana se encuentra o no bajo los parámetros vigentes en el país con respecto a la calidad del aire.

En el día sin carro, muchos caleños se la ingeniaron para poder llegar a sus lugares de trabajo, la jornada transcurrió sin ningún contratiempo en la sucursal del cielo.
Las autoridades tienen dispuestos dispositivos a lo largo de la ciudad para medir los índices de contaminación. | Foto: Aymer Andrés Álvarez

De manera específica, la Resolución 2254 de 2017 estipula el nivel máximo de contaminación permitido en un lugar antes de ser considerado nocivo.

Según el subdirector de Calidad Ambiental del Dagma, Diego Benavides, “actualmente en Cali las concentraciones de material particulado se mantienen por debajo de los límites establecidos”.

Por su parte, Juan Pablo Silva Vinasco, profesor de la Escuela de Ingeniería de los Recursos Naturales y del Ambiente, Eidenar, de la Universidad del Valle, opina que, pese a que los niveles de contaminación no sobrepasan la norma, sí podrían ser un problema para personas que sufren de enfermedades respiratorias como asma o presión arterial alta.

“En algunas condiciones la calidad puede ser aceptable, pero también puede ser dañina para ciertos grupos sensibles”, explica.

Debido a su incidencia en dichas enfermedades, se hace necesario un monitoreo constante, razón por la cual el Dagma cuenta con nueve estaciones automáticas ubicadas en puntos críticos de la ciudad.

Estos son: ‘La Flora’, al norte de la capital del Valle; ‘ERA Obrero’, en el centro; ‘Transitoria EDB Navarro’, en el barrio El Poblado; ‘Base Aérea’, al nororiente; ‘Pance’, en la zona rural del sur; ‘Univalle’, en el barrio Meléndez; ‘Compartir’, al oriente de Cali; ‘La Ermita’, en el centro, y ‘Cañaveralejo’, al suroriente.

“Estas estaciones están equipadas con analizadores automáticos para medir contaminantes como PM2.5, PM10, ozono troposférico (O3), dióxido de nitrógeno (NO2) y dióxido de azufre (SO2), así como con sensores meteorológicos que registran variables como temperatura, humedad, velocidad y dirección del viento, presión atmosférica y radiación solar”, cuenta Benavides.

Añade que estos equipos operan bajo protocolos homologados por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (US EPA, por sus siglas en inglés) y el Ideam, y que su funcionamiento es completamente automático, lo que permite una transmisión continua de datos en tiempo real.

Lugares más contaminados

Históricamente se han señalado lugares de Cali donde existen grandes industrias, como en el norte, con los de mayores niveles de contaminación de aire.

Sin embargo, y pese a que esta circunstancia tiene un incidencia en las cifras, actualmente el punto de más concentración de material particulado se encuentra en el sur de la capital del Valle.

Para Juan Pablo Silva, este hecho tiene una explicación: la expansión urbanística hacia lo que se conoce como el basurero de Navarro ha traído consigo un cambio en la calidad del aire que se respira en esa zona de la ciudad, debido al aumento del flujo de vehículos que transitan por allí.

Este cambio también se reconoce por parte del Dagma, en donde admiten que ese aspecto se ha convertido en uno de los factores decisivos a la hora de pensar en la contaminación del aire en esta capital.

En el día sin carro, muchos caleños se la ingeniaron para poder llegar a sus lugares de trabajo, la jornada transcurrió sin ningún contratiempo en la sucursal del cielo.
Para muchas personas, transportarse en vehículos es su única forma de llegar a sus lugares de destino todos los días. | Foto: Aymer Andrés Álvarez

“Antes, las principales fuentes de contaminación del aire en Cali eran las industrias; hoy, el mayor aporte proviene del transporte, especialmente de motos y vehículos diésel, que generan cerca del 90 por ciento de las emisiones”, indica el subdirector de Calidad Ambiental de esa dependencia de la Alcaldía.

Según cifras de la Secretaría de Movilidad de Cali, en 2024 circularon en las calles de la ciudad un promedio de 800.000 vehículos por día, de los cuales 246.000 eran motos y 527.000 carros.

No obstante esta situación, no se debe dejar de lado la histórica carga contaminante en la zona norte.

Víctor Fabio Castro, integrante de ‘Tángara’, un grupo de activistas dedicados a medir la calidad de aire en la capital del Valle del Cauca desde hace cerca de cinco años, tiene una explicación para esa situación.

“El viento arrastra las partículas, se comporta como el agua. Es como si fueran grandes ríos en la atmósfera. Esos ríos son los que traen la contaminación. Es como cuando viene una ola y te tira la contaminación de lluvia, nos pega hasta el norte”, indica.

El efecto del ‘Día sin carro’

Conscientes del peso que implica el alto número de vehículos que circulan a diario por Cali, desde la Secretaría de Movilidad se han implementado jornadas de ‘Día sin carro’, en las que se restringe el uso de vehículos particulares y motocicletas.

Sin embargo, Juan Pablo Silva Vinasco explica que no se debe olvidar que el principal impacto de esa medida es de carácter pedagógico, al promover el uso de otros medios de transporte, puesto que la corta ventana de tiempo en la que está en vigencia en la urbe impide pensar en consecuencias reales.

“Aquí ha habido jornadas del ‘Día sin carro’ en donde se han presentado casos contrastantes: uno esperaba que la contaminación bajara, pero no lo hizo. Hay otras dinámicas, como la velocidad del viento, incendios forestales o erosión en las montañas”, precisa.

Cali en el día sin carro.
Este tipo de jornadas no cuentan con el rango de tiempo suficiente para tener una incidencia decisiva en los índices de contaminación. | Foto: Raúl Palacios / El País

La continuidad de estos operativos irán de la mano, según se expresa desde el Dagma, de la modernización del sistema de monitoreo para el 2026, de operativos de control vehicular y del Plan Maestro Ambiental, que tiene como meta la descarbonización de la ciudad hacia el 2030 y el 2050.

Comunicador Social y Periodista con sensibilidad por las artes, las humanidades y la cultura. Con larga experiencia en la cobertura de la realidad social, tanto regional como nacional. Interesado en cubrir fenómenos de medioambiente, posconflicto y DD.HH.

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