Turismo
Estos son los destinos para viajar solo por Latinoamérica y de forma segura
Las playas mochileras y no tan conocidas son una buena opción.
Siempre que se cuente con un pasaporte vigente, el presupuesto amplio, muy buena información de cada destino, contactos seguros y deseo de aventura, una persona sola puede disfrutar al máximo del turismo por el continente latinoamericano. Desde la Tierra del Fuego, en Argentina, hasta Tijuana, en la frontera de México con Estados Unidos, todas las posibilidades están a la mano, viajando por aire o tierra.
El periodista especializado en viajes, Juan Pablo Villarino, ha recomendado en su blog Acróbata del Camino, una serie de playas en diferentes latitudes de América Latina, ideales para que una sola persona pueda disfrutarlas, solo ellas, el mar, el cielo y la naturaleza.
Una de sus recomendaciones son las playas de Tulum, un pueblo con historia maya ubicado en la Península de Yucatán, en México. “¡No en cualquier lado podés bañarte mirando una pirámide maya!”, asegura Villarino.
En Argentina, su elegida para los solitarios es la ciudad de Mar del Plata, que posee unas playas tranquilas, a las que llegan turistas, pero no demasiados y tiene algunos buenos lugares para practicar surf.
Muy cerca de Colombia, en la parte del mar Caribe de Panamá, se encuentra el archipiélago de Guna Yana, que tiene 365 islas, de las que 50 están habitadas por los indígenas guna, originarios de esa parte del mundo. Un grupo de pequeños islotes son conocidos como islas San Blas, administradas por comunidades de habitantes, ofrecen un paisaje alejado de todo el mundo, agua cristalina, vegetación tropical y playas blancas.
Otro destino solo para conocedores es Cayo Largo, en Cuba. Se trata de una isla ubicada al lado izquierdo del mar caribe, de la que se afirma fue hallada por Cristóbal Colón en su segundo viaje a América. Posee un gran arrecife de coral, propicio para el buceo a poca profundidad, además de una fauna caracterizada por flamencos, tortugas e iguanas. Los turistas pueden alojarse en posadas administradas por los pocos pobladores, una atmósfera sin lujos, pero paradisiaca.
Por último, en Colombia, el periodista viajero recomienda Playa Blanca, “he ido unas tres veces y me he quedado rendido ante la belleza de sus atardeceres y a la atmósfera de refugio alejado del bullicio de la vecina Cartagena de Indias”.