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¿Lo agregaron a un grupo de WhatsApp desconocido?: salga de inmediato o podrían vaciar sus cuentas bancarias
Cada vez más, esta app es utilizada como herramienta para realizar diferentes tipos de delitos, desde engaños básicos hasta actividades delictivas complejas.

25 de jun de 2025, 08:17 p. m.
Actualizado el 25 de jun de 2025, 08:17 p. m.
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Los fraudes digitales han registrado un incremento preocupante, lo que ha generado inquietud entre los internautas. Los delincuentes informáticos afinan constantemente sus estrategias, logrando evadir los sistemas de protección y operando de forma sigilosa para no ser rastreados.
Lo más alarmante es que millones de usuarios continúan cayendo en estas trampas en línea, ya que las tácticas empleadas se vuelven cada vez más sofisticadas y difíciles de detectar, incluso para quienes tienen experiencia en el mundo digital. Una de las plataformas más expuestas a estos ataques es WhatsApp, una herramienta esencial en el día a día de millones de personas.
El uso frecuente de esta aplicación y la confianza que inspira entre quienes la utilizan la convierten en un blanco perfecto para los estafadores digitales. A través de ella, se comparten datos sensibles como imágenes, ubicaciones y detalles bancarios, los cuales pueden ser interceptados por actores malintencionados si no se aplican medidas de seguridad adecuadas.
Aunque Meta —la empresa responsable de WhatsApp— ha implementado diversas herramientas de protección para salvaguardar a sus usuarios, los ciberdelincuentes logran evadir estas barreras mediante técnicas como ataques de fuerza bruta o, más comúnmente, empleando métodos de ingeniería social que les permiten manipular a sus víctimas.
Este alerta con los grupos de WhatsApp
Recientemente, se ha detectado una nueva modalidad de estafa que circula a través de WhatsApp y que ya ha comenzado a afectar a usuarios en varios países de habla hispana. El engaño comienza cuando una persona es añadida sin previo consentimiento a un grupo desconocido, donde se le presenta una supuesta y tentadora oferta de empleo, aparentemente vinculada con YouTube.

Detrás de esta propuesta fraudulenta se encuentra una estrategia bien organizada por ciberdelincuentes, quienes mediante mensajes convincentes y transferencias falsas logran despojar a los usuarios de importantes sumas de dinero. De acuerdo con informes de la firma de ciberseguridad ESET, los estafadores utilizan nombres ficticios para dotar de legitimidad al fraude. Además de las pérdidas económicas, las víctimas se enfrentan al riesgo de que su información personal y financiera caiga en manos de criminales.
¿En qué consiste esta estafa?
El fraude comienza cuando los usuarios son añadidos inesperadamente a un grupo de WhatsApp con el nombre “TR24”. Un elemento llamativo es que el número que origina el grupo tiene un prefijo telefónico correspondiente a Indonesia, lo cual debería encender las alarmas. Sin embargo, este dato suele ser ignorado por quienes no están acostumbrados a identificar este tipo de estafas.

Estos grupos suelen carecer de imagen de perfil y descripción, una ausencia que debería levantar sospechas, ya que muchas estafas digitales comparten este mismo patrón. Para los usuarios más observadores, estos detalles son señales evidentes de que algo no está bien. Sin embargo, el deseo de acceder a una oferta atractiva suele pesar más que la precaución.
Dentro del grupo aparece un personaje identificado como “Emisor de Tareas”, quien asegura pertenecer al departamento de Recursos Humanos de una supuesta “Agencia de Reclutamiento de YOUTUBER”. Este perfil utiliza la foto borrosa y poco clara de una mujer genérica, lo que deja en evidencia un intento por ocultar la verdadera identidad del estafador. La táctica busca generar curiosidad y captar rápidamente la atención de los participantes.
El gancho inicial de esta estafa consiste en ofrecer entre 8 y 10 dólares a cambio de tareas simples, como dar ‘me gusta’ a videos, suscribirse a canales de YouTube o enviar capturas de pantalla como comprobante. Para poder recibir ese supuesto pago, los estafadores solicitan a los usuarios que compartan su información bancaria. Tras completar las actividades, la víctima efectivamente recibe una pequeña suma, lo que genera una falsa sensación de confianza y autenticidad.
Una vez que el delincuente logra ganarse la confianza del usuario, cambia su enfoque: lo contacta de manera privada y le informa que, para recibir el total acumulado, debe realizar una transferencia de 50 dólares. Con la expectativa de obtener una recompensa mayor, muchos usuarios hacen el envío de dinero. Sin embargo, una vez hecha la transacción, el grupo desaparece y el estafador corta toda comunicación. Al final, la víctima no solo pierde su dinero, sino que también ha entregado información personal que podría ser usada en futuras estafas.
Mary Mora es comunicadora social de la Universidad Santo Tomás con 7 años de experiencia en el área organizacional y periodismo. Ha trabajado en Telefónica; en el portal Colombia.com, como periodista digital, y como editora en el portal Bolivia.com. En SEMANA desde 2022.