Opinión
Reforma laboral: experto analiza impacto en las empresas
Aunque la ley ya fue aprobado y sancionada, algunos puntos entran en vigencia de forma paulatina.

1 de jul de 2025, 10:50 p. m.
Actualizado el 1 de jul de 2025, 10:50 p. m.
Por Isaac Niño Duarte / Ceo Isnandia Global
Durante los últimos dos meses, el Ejecutivo ‘extorsionó’ al Legislativo por la suma de $750.000 millones; O se aprobaba la reforma laboral, o se convocaba a una consulta popular. Claro, es fácil negociar cuando otros son los que pagan. Así, el Legislativo, en lugar de defender los intereses de los colombianos y rechazar ambas alternativas, aprobó una reforma laboral que destruye empleos.
En este caso, se pretendía que los empresarios asumieran el costo de esa extorsión. Sin embargo, por un error de cálculo, quienes terminarán pagándola serán los trabajadores colombianos.

Algunos periodistas de radio, en las mañanas, proclaman que los empresarios en Colombia no son de estricto cálculo financiero, y que por el contrario, preferirán contratar aprendices del SENA antes que pagar la cuota de monetización. Qué fácil resulta hacer apreciaciones maquiavélicas, tratando de trasladar la culpa del desempleo que viviremos a los empresarios.
No entienden que en las Pymes se “echa calculadora” todos los días. Cada peso cuenta. Los empresarios de este país sobreviven por menudear los costos. Cada aprendiz del Sena contratado bajo la nueva ley no solo cuesta alrededor de $300.000 más al mes vs la ‘multa’ de no contratarlos, también conlleva a nuevos riesgos como la posible sindicalización.
Las microempresas no se verán afectadas, ya que la norma no aplica a aquellas con menos de 15 empleados. Será en las pequeñas y medianas empresas donde se sentirán las graves consecuencias de esta reforma. Los empresarios se verán obligados a reducir contrataciones futuras e, incluso, a eliminar puestos de trabajo existentes. Esto llevará a una redistribución de las cargas laborales entre menos empleados, todo con tal de evitarse tener que cumplir con la cuota de aprendices.
En la práctica, la norma exige incluir un aprendiz por cada 15 empleados. Es decir, la empresa salta de 14 a 16 trabajadores, asumiendo que el segundo contratado, fuera uno con experiencia. En cifras, el costo total de la nómina se incrementa en 14,3 % al pasar de 14 a 16 empleados. La productividad difícilmente compensará ese aumento, dudo que alcance siquiera los dos dígitos.
Solo las grandes empresas pueden darse el lujo de formar un empleado y asumir este tipo de costos. Ningún empresario Pyme, en su sano juicio, preferirá contratar un aprendiz antes que un trabajador con experiencia, y tampoco invertirá en su formación para que al año se vaya.
En consecuencia, los grandes sacrificados en esta nueva era laboral serán los empleados. Todo gracias a que en Colombia el legislativo no está capacitado en temas económicos y adolece de sentido técnico. A futuro, hay que recordar que fueron los senadores y representantes los responsables del desempleo venidero, no los empresarios.
Gracias a la lánguida defensa de Colombia del Legislativo, se aprobó una reforma que, en lugar de crear empleos dignos, los destruye. Lo único rescatable es que se reconoce lo evidente, y es que a las 7:00 p. m. ya es de noche.