Columnista
Mujeres en el fútbol
En un mundo cargado de violencia e intolerancia, el análisis periodístico debería estar enfocado en las capacidades, virtudes y resultados de una persona, independientemente de si es hombre o mujer.

3 de jul de 2025, 03:08 a. m.
Actualizado el 3 de jul de 2025, 03:08 a. m.
El análisis periodístico debería estar enfocado en los resultados de una persona, independientemente de si es hombre o mujer. La semana pasada, el periodista Jaime Orlando Dinas aseguró que nosotros los hombres les llevamos un siglo de experiencia a las mujeres en el fútbol, y que por eso ellas no tienen la capacidad para ser dueñas o presidentas de un equipo.
El objetivo de esta columna no es criticar a un colega que respeto y admiro, sino reflexionar sobre esos lugares comunes o estereotipos que se instalan en la sociedad y de los que debemos desmarcarnos de una vez por todas.
Pensar que una mujer no puede administrar bien un club de fútbol por ser mujer, es igual de grave que decir que un hombre no puede convertirse en un gran chef porque, supuestamente, el género femenino es el que lleva siglos encargándose de la cocina. Son ideas limitantes, injustas y que carecen de responsabilidad social. En un mundo cargado de violencia e intolerancia, el análisis periodístico debería estar enfocado en las capacidades, virtudes y resultados de una persona, independientemente de si es hombre o mujer.
Pero no nos vayamos del tema central. Las mujeres sí que son capaces de desenvolverse de forma excelente en el fútbol, un deporte que ven y sienten con la misma pasión que muchos de nosotros. Por ejemplo, tenemos el caso de Leila Pereira, presidenta del Palmeiras, uno de los gigantes del balompié brasileño. Bajo su mandato, el ‘verdao’ se ha consolidado como uno de los equipos más organizados y ganadores de Sudamérica, además clasificado a los cuartos de final del Mundial de Clubes que se juega en EE.UU.
En España y México, sobre todo, hay un gran número de casos de mujeres que han llegado a la presidencia de los clubes y se han destacado por su preparación y sus resultados. En Colombia está el ejemplo de Marcela Gómez con el América de Cali, a quien se le debe criticar o ponderar de acuerdo a los objetivos que consiga, pero jamás descalificarla por su género.
Descalificar a las mujeres que vibran por el fútbol en Colombia es un acto de desagradecimiento enorme, porque ellas, al menos en los últimos 15 años, han mostrado un crecimiento más grande que el del balompié masculino. El ánimo es mostrar una realidad evidente.
En ese lapso la Selección Femenina, por ejemplo, ha disputado 3 finales de Copa América (2010, 2014 y 2022) por una de la masculina (2024), ha estado en 3 Juegos Olímpicos (dos más que los varones) y clasificó a cuartos de final del Mundial de mayores en 2023 en su tercera participación en la cita orbital, un logro que la tricolor masculina logró en su quinto intento mundialista en 2014.
Así que, por favor, no más prejuicios. Hay que dejar los estereotipos en fuera de lugar, porque atentan con destruir una sociedad más justa para todos.
Periodista apasionado por los deportes, los goles, la literatura y la redacción digital. Vinculado a mi casa, El País, desde el 2013.