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Vivienda de interés social
Cuando una familia tiene la posibilidad de acceder a una vivienda propia, se le abre un abanico de posibilidades en su vida...

Eduardo Durán Gómez
5 de may de 2025, 01:31 a. m.
Actualizado el 5 de may de 2025, 01:32 a. m.
Según el Ministerio del ramo “vivienda de interés social es aquella que se desarrolla para garantizar el derecho a la vivienda de los hogares de menores ingresos, que cumple con los estándares de calidad en diseño urbanístico, arquitectónico y de construcción sostenible, y cuyo valor no exceda los 135 Salarios Mínimos Legales Vigentes”.
Aquí encontramos la razón por la cual resulta un elemento fundamental para el avance social, para que los programas en esta materia avancen de manera satisfactoria, pues se trata de atender una necesidad para la entraña misma de los más necesitados.
Por eso es que preocupa que las estadísticas que miden a este sector, señalen un decrecimiento del 7 % frente al mismo periodo del año pasado, sobre todo cuando este nicho representa el 70 % del mercado.
Bueno sería hacer un análisis serio sobre las dimensiones de la demanda, frente a la disponibilidad de recursos, pues si no existe el presupuesto necesario, los constructores no van a desarrollar proyectos, cuando saben que la posibilidad de venta está en un escenario decreciente.
Y las consecuencias son de un alcance asombroso, pues se deben colocar más de 9000 unidades mensuales, con todo lo que eso implica en movimiento de materiales de construcción, acabados y empleo de mano de obra no calificada, que es la mayormente canalizada a través de ese sector.
Se ha dicho mucho sobre el tema; en los consejos de ministros se ha pedido una mayor ejecución de los programas, pero parece que el factor de recursos asignados no concuerda con lo que se quiere, razón por la cual la estadística señala estos lamentables comportamientos.
En estos momentos se presentan dos elementos que vale la pena aprovechar en este propósito de impulsar la vivienda de interés social: el primero, las tasas de interés que han venido disminuyendo en los últimos dos años de 12 % a 9,5 %, y la inflación, de 12,1 % a 5,2 %, estos indicadores marcan un panorama favorable en los objetivos del sector que es necesario aprovechar a través de una labor conjunta entre Gobierno y constructores que permita fijar objetivos claros de crecimientos reales.
Los sectores neurálgicos requieren una atención especial que permita identificar metas ambiciosas de crecimiento, pues allí es en donde vamos a percibir indicadores que señalen que los sectores sociales más necesitados puedan encontrar oportunidades para atenuar sus preocupaciones.
Cuando una familia tiene la posibilidad de acceder a una vivienda propia, se le abre un abanico de posibilidades en su vida: disfrutará de la tranquilidad de un techo propio; al dejar de pagar arriendo puede destinar recursos en otros frentes como educación, mejoramiento de las condiciones de vida, salud y recreación, y todo ello va en cumplimiento del objetivo social de crecimiento sostenido.
Eduardo Durán Gómez
Abogado y miembro de la Academia Colombiana de Historia y de la Real Academia Española de la Historia.
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