Columnistas
Seguimos siendo discípulos
Es necesario trabajar desde las bases con el mensaje del Evangelio y así poder recuperar la esperanza que se va perdiendo.

6 de jul de 2025, 02:09 a. m.
Actualizado el 6 de jul de 2025, 02:09 a. m.
Por Héctor Fabio Fernández O., Delegado Comunicaciones
La propuesta de Jesús al enviar a predicar la Buena Nueva era que pudieran llegar al corazón de toda sociedad, la familia; sin duda alguna es el lugar donde se debe llegar hoy también. Es donde se debe fomentar la fraternidad y la reconstrucción de una sociedad que se encuentra cada día más perdida y sin un horizonte fijo, por lo que es necesario trabajar desde las bases con el mensaje del Evangelio y así poder recuperar la esperanza que se va perdiendo.
Lo que Jesús pretende al enviar a los discípulos es hacer que repliquen lo que Él sabe hacer, poder estar al lado del que sufre, del excluido, el enfermo, de los que no tiene voz. Para ello, se debe llegar sin pretensiones de tener reconocimientos y aplausos. Jesús no tenía reparos en compartir el mensaje del Reino de Dios, sobre todo con quienes más lo necesitaban, esto hacía que transformara muchos corazones cuando lo escuchaban y lograra generar la fraternidad que tanto necesitamos.
Es primordial trabajar, desde la familia, el anhelo de lograr la paz que el mundo de hoy necesita, en ocasiones parece un sueño imposible de alcanzar, sobre todo porque se ha ido perdiendo la autoridad y se va cayendo en una permisividad, por lo tanto, siempre hay más motivos para sanar muchas heridas abiertas. Nosotros, como discípulos y misioneros, tenemos una gran responsabilidad de ir a donde más nos necesitan.
Es hoy y no mañana donde debemos estar siempre en camino e ir a donde el Señor nos envíe, de seguro tendremos momentos de desánimo, de no seguir la marcha y deseos de retroceder. Lo importante es que siempre tendremos la certeza que no vamos solos, el Señor siempre irá a nuestro lado dándonos ánimo y la fuerza de no claudicar en su proyecto de vida.
Mensaje escrito por el Arzobispo de Cali y sus obispos auxiliares para los lectores de El País.