Columnistas
Para ninguna parte
Coinciden en que es muy importante que el presidente trabaje por mejorar la gobernabilidad y que esto no se logra a punta de Twitter, aunque sea, de acuerdo con el estudio, el primer Twittero del país.
Durante los últimos quince años, Cifras y Conceptos ha venido realizando lo que denomina un panel entre los que ellos han identificado como líderes de la opinión en el país. Se trata de un ejercicio valioso, pues es una encuesta telefónica extensa que, en este caso, le respondieron 1.523 de los más de 6.000 que han identificado como el universo de los principales formadores de opinión.
Ese grupo incluye congresistas, ministros, directores de gremios y sindicatos y la totalidad de los columnistas, directores de medios y los más relevantes de ese nuevo grupo de líderes de opinión digitales. Lo interesante es que los resultados no son la opinión del público, sino la de un grupo de personas informadas y con capacidad de análisis.
Son muchos los comentarios que se pueden hacer alrededor de este trabajo y vale destacar, entre otros, que, si bien es cierto que hay formadores de opinión que llevan muchos años apareciendo en este grupo, no es menos cierto que se viene dando una importante recomposición y muchos de los que se veían como los más influyentes ocupan hoy un segundo plano.
Por el otro lado, surgen nombres nuevos, que se mencionan cada vez más, inclusive viniendo de ciudades diferentes de Bogotá. Y, lo que es más interesante, entre este grupo la presencia de los opinadores digitales tienen cada vez más relevancia. En particular en el ámbito político y es así como algunos de ellos que empezaron a aparecer hace unos pocos años han llegado incluso al Congreso o a entidades de gobierno del orden regional.
Entre las muchas conclusiones que se pueden sacar alrededor de este panel y solo por mencionar una de las más destacadas cabe anotar que, cuando se pregunta por los desafíos más importantes para el 2024 en lo político, la opinión claramente mayoritaria coincide en la importancia de recuperar la coalición de gobierno, lo que apunta al tan mencionado Acuerdo Nacional.
Igualmente coinciden en que es muy importante que el presidente trabaje por mejorar la gobernabilidad y que esto no se logra a punta de Twitter, aunque sea, de acuerdo con el estudio, el primer Twittero del país.
Desde otro ángulo, en una interesante charla que hizo el senador Iván Cepeda en otro foro, acerca del estado de las negociaciones con el Eln, fue muy enfático en que el éxito de esa y de las otras negociaciones de la famosa Paz Total tienen como condición previa el logro del Acuerdo Nacional.
Si se analizan las posiciones de los gremios y sus ofrecimientos de colaboración, apuntan a lo mismo; a la necesidad de trabajar unidos y poner por delante los intereses generales del país en algunos temas esenciales.
Desafortunadamente, el Presidente sigue en su misma línea de confrontación, de tratar como enemigos a todos los que no piensan como él, de negarse a mirar con profundidad los temas para que sus propuestas y posiciones tengan sentido y no sean solo ocurrencias del día. Por esta vía, no habrá ni Acuerdo Nacional, ni gobernabilidad y ni mucho menos Paz Total.