El día del Papa

“Fui elegido sin tener ningún mérito y, con temor y trepidación, vengo a ustedes como un hermano que quiere hacerse siervo de su fe y de su alegría, caminando con ustedes por el camino del amor de Dios, que nos quiere a todos unidos en una única familia… Hermanos, hermanas, ¡esta es la hora del amor! La caridad de Dios, que nos hace hermanos entre nosotros, es el corazón del Evangelio. Con mi predecesor León XIII, hoy podemos preguntarnos: si esta caridad prevaleciera en el mundo, «¿no parece que acabaría por extinguirse bien pronto toda lucha allí donde ella entrara en vigor en la sociedad civil?» (Carta enc. Rerum novarum, 20)”.

En la solemnidad de los apóstoles Pedro y Pablo que celebra hoy la Iglesia Católica, comienzo con las palabras del papa León XIV en el inicio de ministerio Petrino, en Roma. Es la ocasión para poner la mirada en la figura del Papa para identificar algunos de los rasgos esenciales de su misión. Es el Vicario de Cristo en la tierra; la Cabeza visible de Cristo en la Iglesia; es el Sucesor de Pedro; el Principio de la unidad de la Iglesia; es la Roca sobre la que se edifica la Iglesia.

También el Papa, es la cabeza del Estado Ciudad del Vaticano, y como tal, se reconoce que tiene un papel muy importante el entramado social y político del mundo, como referente ético. Esto lo pu dimos constatar no solo durante las exequias del papa Francisco, sino también el día del inicio del ministerio del nuevo Papa en el Vaticano. La gran mayoría de los jefes de Estado del mundo se hicieron presentes ellos mismos o a través de sus delegaciones en esta solemne ceremonia.

Hasta hoy -de acuerdo con la Oficina de Prensa-, la Santa Sede es uno de los países con más amplias redes de relaciones diplomáticas, pues mantiene vínculos con 184 Estados; además de 90 misiones acreditadas, entre las que se encuentran la Unión Europea y la Soberana Orden de Malta. No deja de ser interesante ver que la Liga de Estados Árabes, la Organización Internacional para las Migraciones y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados tienen oficinas en el Vaticano. Oremos en su día por el papa León XIV, para que nos siga confirmando en la fe, nos anime en el discipulado misionero y siga siendo faro de paz, reconciliación y fraternidad para el mundo entero, también para nuestra Colombia. “Me han elegido para ser Sucesor de Pedro y caminar junto con ustedes, como Iglesia unida, buscando siempre la paz, la justicia, procurando siempre trabajar como hombres y mujeres fieles a Jesucristo, sin miedo, para proclamar el Evangelio, para ser misioneros”. ¡Ad multus annus, papa León!