Columnistas
El Reto es por el Talento
Tenemos que pensar ya en el desarrollo de nuestros jóvenes en el marco de la competitividad de nuestras empresas y regiones
29 de jun de 2025, 02:16 a. m.
Actualizado el 29 de jun de 2025, 02:16 a. m.
La atracción, desarrollo y retención del talento se ha convertido en uno de los mayores desafíos para los países en desarrollo en la década 2025–2035. Con una transición acelerada hacia economías digitales, verdes y de servicios, los sistemas educativos y productivos enfrentan una presión sin precedentes. En las últimas conferencias como la QS Higher Education Summit, y los informes más recientes de la OECD y el Banco Mundial, es claro que estamos pasando por momentos en donde debemos tomar decisiones pensando en el futuro y no en la coyuntura.
Más de 1.200 millones de jóvenes ingresarán al mercado laboral en los próximos 10 años, pero solo se crearán 420 millones de empleos formales a nivel mundial. Según los datos recopilados por la OECD, el desajuste entre las competencias ofrecidas y requeridas genera una presión hacia el desempleo estructural juvenil y un subempleo crónico en esta población. Una situación que sin lugar a duda genera una presión en doble vía para nuestro país en el siguiente debate electoral: por un lado, ¿quién va a tener propuestas audaces, pero reales alrededor del desarrollo del talento en nuestro país con perspectiva de competitividad global?; y por otro lado, ¿cómo maniobrar el apretado escenario fiscal para hacer los cambios necesarios y enderezar el rumbo del talento joven que ha estado olvidado en este gobierno?
Esta semana, con la aprobación de la Reforma Laboral se inicia un nuevo capítulo con el pago de salario mínimo a los aprendices del SENA. Fuera del análisis coyuntural, pues aún está por verse cómo reaccionan las empresas y el mercado laboral a esta nueva medida sobre la que tengo profundas preocupaciones por lo que implica para el desarrollo del talento en las industrias y Pymes de este país, es necesario hacer un esfuerzo claro por fortalecer la formación técnica vocacional, pues el reto actualmente es por el talento a nivel global. El presidente Petro tiene al SENA creciendo al 6%, cuando lo recibió en un 22%, lo cual quiere decir que tenemos un panorama oscuro por delante con medidas que no parecieran pensarse en dinámicas globales, sino como respuesta a presiones y promesas de campaña ya pasadas.
Los países en desarrollo deben avanzar hacia sistemas de formación que aseguren pertinencia, inclusión y resultados laborales. Adoptar reformas estructurales inspiradas en experiencias exitosas, adaptadas a contextos locales, son clave para garantizar la conexión entre talento, competitivad y desarrollo en un país. Seguir ejemplos como los de Corea del Sur con sus politécnicos y la fuerte inversión en innovación y desarrollo, así como la articulación con el sector privado; Estonia y Lituania que han hecho sus reformas pensando en competencias del SXXI, especialmente sobre plataformas de aprendizaje digital; o Australia con su ecosistema de formación vocacional técnico a nivel territorial con un esquema de financiamiento mixto, son todos ejemplos de países que vienen haciendo la tarea de manera constante para adelantarse a la batalla mundial por el talento.
Tenemos que pensar ya en el desarrollo de nuestros jóvenes en el marco de la competitividad de nuestras empresas y regiones, para que Colombia pueda generar los niveles de desarrollo que todos esperamos y los indicadores de generación de empleo, superación de la pobreza, disminución de desigualdad, generación de riqueza, y tantas otras cifras que a veces inundan nuestro día a día. Al final de cuentas, hoy el gran reto es por el desarrollo de nuestro talento a escala global.
Psicólogo con un MBA de doble titulación de la Universidad Icesi y la Universidad de Tulane, así como una Maestría en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Georgetown. Fue Viceministro de Educación Superior y gerente de Proyectos de Educación, Gobernabilidad y Desarrollo en la Región Andina para la Fundación Ford.