Beijing más 30

Hace 30 años, el 15 de septiembre de 1995, 189 Estados miembros de las Naciones Unidas firmaron la Plataforma de acción de Beijing para cumplir la deuda social del el mundo con las mujeres, que dan vida, sin ellas no habría seres humanos. Desde la desaparición de las culturas matriarcales su situación se fue deteriorando con el surgimiento del patriarcado, la propiedad privada en manos de los hombres y las religiones, donde la figura paterna es objeto de adoración. No obstante, la religión cristiana le otorgó a la mujer su papel de creadora de vida al ser ella la madre de Dios hecho hombre que vino a salvar al mundo.

Entre los indígenas americanos existieron culturas donde se adoraba la maternidad y sus diosas, como en la cultura Malagana eran mujeres embarazadas dando a luz y amamantando a su bebé, lo máximo de la divinidad: nacimiento, gestación y alimentación. Mientras tanto, el nacimiento del ser humano en las civilizaciones vigentes era un acto escondido y pecaminoso que devaluó por siglos la maternidad y el papel de la mujer como creadora de vida. Ella era un ser inferior, objeto de placer y botín de guerra.

En el Siglo XX, el mundo se percató, como dice Carol Gilligan, que en la voz femenina está la verdad de una ética del cuidado, el lazo entre las relaciones y la responsabilidad y que “al escuchar a las mujeres y percibir las experiencias femeninas cambia la historia”. La lucha por sus derechos no fue fácil, ‘las Sufragettes’ británicas tuvieron que sacrificar una vida para lograr el voto.

En 1995 se realizó el Congreso Mundial de la Mujer en Beijing. Asistí como representante de La Federación Internacional de Abogadas que tiene Estatus Consultativo con Naciones Unidas. Las ONG tuvieron que alojarse a 30 kilómetros de Beijing y solo unas pocas pudimos asistir con los gobiernos a discutir una plataforma de acción muy generalizada que se aprobó a ‘pupitrazo limpio’. Ya Colombia tenía la ley de cuotas en la Constitución del 91 y por la 581 del 2000, la mitad del gabinete de Petro es femenino y dos mujeres han llegado a la vicepresidencia. ¿Qué se ha logrado? que la legendaria violencia contra la mujer se vuelva pública y se denuncie. Sin embargo, según la ONU, en 2023 más de 51.000 mujeres fueron asesinadas por sus parejas y en 2024, 736 millones de mujeres sufrieron violencia física y sexual por sus parejas.

Lo más grave es que 30 años después, Estados Unidos ha elegido un presidente violador, condenado por fraude en un bochornoso problema de acoso sexual y su asesor Elon Musk, como dueño de X se ha encargado de atacar a mujeres feministas que han trabajado toda la vida contra la violencia de género, como la escritora británica y parlamentaria de Estado para la Protección y la Violencia contra las Mujeres y las Niñas, Jess Phillips. Qué panorama tan triste para Beijing más 30.