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¿Así somos?

Ojalá en las regiones de Colombia se hicieran algunos estudios similares sobre el fenómeno respectivo en esa área geográfica, porque lograríamos así una excelente visión sobre lo que ha sido la movilidad social y política en Colombia.

Fernando Cepeda Ulloa
Fernando Cepeda Ulloa. | Foto: El País.

Fernando Cepeda Ulloa

Experto en Ciencias Políticas, profesor y diplomático. Estuvo vinculado a la Universidad de los Andes por 23 años, durante los cuales enseñó Ciencia Política y ocupó varios cargos como Rector Encargado, Vicerrector y Decano de Ciencias Políticas, entre otros. Se ha desempeñado como Embajador en Canadá, Representante Permanente de Colombia ante las Naciones Unidas, Embajador en Inglaterra, Ministro Plenipotenciario en Washington y encargado de Negocios. Fernando Cepeda Ulloa ha sido Ministro de Gobierno, de Comunicaciones, Consejero Presidencial y Viceministro de Desarrollo Económico.

12 de abr de 2025, 03:01 a. m.

Actualizado el 12 de abr de 2025, 03:01 a. m.

Se encuentra en las librerías un libro del distinguido economista Eduardo Lora, quien fuera director de Fedesarrollo, luego influyente funcionario del Banco Interamericano de Desarrollo (los colombianos somos así), y fue la persona que me involucró en el estudio del tema de la corrupción cuando, como director de Fedesarrollo, me invitó a continuar una investigación que Miguel Urrutia venía adelantando sobre la corrupción en Colombia, asunto que asumí con el mayor interés y que luego me ocupo durante varios años.

Así las cosas, que Eduardo Lora escribiera un libro titulado ‘Los colombianos somos así’, me causó gran curiosidad y me generó sentimientos encontrados porque se trata de un tema que se presta para afirmaciones muy superficiales, pero que, claro está, en un profesional tan reconocido como Lora, pues ofrecía las garantías de ser un estudio serio. Y así es. Muy rápidamente, gracias a un buen amigo que me lo envió de regalo, lo examiné de inmediato. Es obvio que dará lugar a controversias, pero no cabe duda sobre el esfuerzo riguroso que inspiró su elaboración.

El tema que me genera más interrogantes es el del tratamiento de las élites en Colombia. Este fue un asunto muy de moda en los años 60, cuando la ciencia política hizo su aparición formal en Colombia y, en general, en América Latina. Recuerdo que con Mauricio Solaun, un sociólogo de la universidad de Yale -muy capaz-, exploramos las listas de los miembros de los más importantes clubes sociales de Bogotá como una herramienta que nos podría iluminar el camino para estudiar las elites en Colombia. Fueron muy útiles, hoy ya no tanto. En esa materia, la evolución del país ha sido notoria y significativa. Mi propia conclusión es que ha existido una amplia renovación, que aunque las élites tradicionales no desaparecieron, si se abrieron muchos espacios en razón de la movilidad social que ha caracterizado a Colombia en los últimos 70 años; y por el efecto pernicioso, y para otros favorable, que los secuestros tuvieron sobre el proceso educativo y luego las formas de vivir de muchos que debieron ocupar espacios dentro de las elites. Creo que una comparación con lo que examinamos en los años 60 y hoy, no mostraría un cambio radical producto de diversos fenómenos que van desde el secuestro hasta la formación de una nueva tecnocracia, tarea que han cumplido no solamente las fundaciones internacionales como la Ford y la Rockefeller, sino al papel que algunas universidades, principalmente la Universidad de los Andes, han jugado. Ello es notorio en las instituciones económicas, el Ministerio de Hacienda, el Banco de la República, Planeación Nacional, los delegados ante el Banco mundial, el Fondo monetario, o el Banco Interamericano de Desarrollo.

Es evidente que esa situación ha experimentado un cambio radical, principalmente, en el gobierno de Gustavo Petro.

Ojalá en las regiones de Colombia se hicieran algunos estudios similares sobre el fenómeno respectivo en esa área geográfica, porque lograríamos así una excelente visión sobre lo que ha sido la movilidad social y política en Colombia. Se dicen y se repiten muchas tesis incorrectas al respecto, cuando las verdaderas mostrarían un país bien diferente. En todos los sectores significativos es evidente la movilidad social, incluido el financiero.

Nada de esto se dice en desmedro de un excelente libro que vale mucho la pena leer y controvertir.

Fernando Cepeda Ulloa

Experto en Ciencias Políticas, profesor y diplomático. Estuvo vinculado a la Universidad de los Andes por 23 años, durante los cuales enseñó Ciencia Política y ocupó varios cargos como Rector Encargado, Vicerrector y Decano de Ciencias Políticas, entre otros. Se ha desempeñado como Embajador en Canadá, Representante Permanente de Colombia ante las Naciones Unidas, Embajador en Inglaterra, Ministro Plenipotenciario en Washington y encargado de Negocios. Fernando Cepeda Ulloa ha sido Ministro de Gobierno, de Comunicaciones, Consejero Presidencial y Viceministro de Desarrollo Económico.

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