Columnistas
2024
En Colombia, la derecha hace todo lo que puede para desprestigiar el gobierno de Petro, al que no logrará tumbar, pero hace más fuerte la polarización porque viola las líneas rojas del debate civilizado.
Suelo desde hace tiempo titular esta columna con los cuatro dígitos del año que empieza. Hoy hago lo mismo con varias semanas de atraso por un viaje a España, del que llevaré a mis lectores en próximas notas la visión que traje de la Madre Patria, tan diferente ahora de la que conocí en mi lejana juventud.
Este año se presenta lleno de eventos electorales en países que congregan el 50% de la población mundial, algo así como 4.000 millones de seres humanos que depositarán sus votos en 76 Estados. A primera vista puede parecer un hecho sobresaliente de la democracia, pero ese sistema está en peligro de extinción en muchas de esas naciones.
En Estados Unidos se vive un ambiente de tensión, que tiene en vilo al resto del planeta Tierra, porque se repite la confrontación de demócratas y republicanos, con Joe Biden y Donald Trump, pues si bien este último fue derrotado por el actual presidente, las cosas han cambiado y hay alta posibilidad de que el magnate alcance de nuevo la Casa Blanca.
No existe duda alguna que ese estrafalario sujeto sea el candidato de su partido en la elección presidencial del 5 de noviembre. Su agresiva campaña; su innegable apoyo al asalto del Capitolio el 6 de enero del 2021 para impedir que el Congreso convalidara la victoria de Biden; su proclama de que será “dictador por un día” para expulsar a todos los inmigrantes; sus afectos por Putin y Netanyahu para que salgan triunfantes en las guerras de Ucrania y Gaza; sus plurales procesos penales y civiles, no le hacen mella y antes, por el contrario, su hueste lo ve como el héroe homérico necesario para hacer ‘América First’. América, para los gringos, es Estados Unidos.
Hasta ahora es una incógnita el eventual triunfo de Trump, que no cederá en su capricho de impedir que el gigante asiático destrone a su país como primera potencia mundial. El líder chino Xi Jinping tiene el mismo culto a la personalidad que su mentor Mao Zedong, lo que puede suscitar un choque de las dos naciones, ambas con arsenal nuclear.
También habrá elecciones en Rusia en las que Putin es imbatible. Igualmente en Bielorrusia, Irán, México, India y en 16 Estados africanos. Europa renueva su Parlamento en junio con el peligro de que la derecha extrema logre mayoría en ese foro, con figuras tan ominosas como la italiana Georgia Meloni, que pertenece a la escuela fascista de Benito Mussolini.
La tragedia de Gaza y la extenuante guerra de Ucrania se agudizarán. Israel dice que el conflicto con Palestina solo terminará en 2025, y Ucrania quedará sola porque los apoyos de la Otan y de Estados Unidos se debilitan día por día. Biden en vísperas electorales, no puede seguir urgiendo al Congreso en el que únicamente tiene mayoría en el Senado para que asigne más partidas a Kiev.
No pinta bien este 2024. En Colombia, la derecha hace todo lo que puede para desprestigiar el gobierno de Petro, al que no logrará tumbar, pero hace más fuerte la polarización porque viola las líneas rojas del debate civilizado.
La humanidad está a la espera de lo que pase en Estados Unidos. La victoria de Trump sería el primer paso de un escenario apocalíptico. El botón nuclear en manos de este orate puede ser activado al primer disgusto que tenga con China, o con cualquier país que esté en su mente perversa y que quiera aniquilar. Ojalá me equivoque.