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“En Él, todos somos uno”
En el Espíritu Santo, es posible hallar esta unidad, que se hace imperiosa necesidad en las actuales circunstancias donde en el mundo se evidencia división y guerra.

8 de jun de 2025, 05:04 a. m.
Actualizado el 8 de jun de 2025, 05:04 a. m.
Por el padre Diego Fernando Guzmán Ruiz, Pbro.
El lema del Papa León XIV, cobra importancia relevante en estos momentos, cuando con profundo gozo celebramos la fiesta de Pentecostés. “En Él, todos somos uno”, está inspirado en el profundo tesoro agustiniano que arropa al Santo Padre. San Agustín en su precioso sermón 268 en la Solemnidad de Pentecostés, nos recuerda la fuente de la unidad en Cristo, que no es otra que el Espíritu Santo. “Las funciones de los miembros son diferentes, pero un único Espíritu unifica todo”, dice San Agustín en su sermón.
El inspirado lema del Santo Padre, nos sirve en estos momentos para reafirmar la irrenunciable vocación de la Iglesia a la unidad. En el Espíritu Santo, es posible hallar esta unidad, que se hace imperiosa necesidad en las actuales circunstancias donde en el mundo se evidencia división y guerra.
En el Evangelio de Juan, Jesús resucitado saluda a los apóstoles, que llenos de incertidumbre no dan crédito a lo que ven, ¡Es el Señor¡ “La paz esté con ustedes”, fue el saludo de Jesús a los apóstoles y que el Santo Padre empleó en el balcón de la Basílica de San Pedro, el día de su elección, para con ello mandar un mensaje al mundo. Sólo la paz que viene de Dios, es la única que puede garantizar un camino hacia la unidad, entendida como proyecto de Dios para la humanidad.
La unidad dada por el Espíritu, arropa y conecta la diversidad de dones que Dios ha sembrado en la humanidad, por tanto, la división y la confrontación inoficiosa no lleva más que al desastre que impulsa al ser humano hacia la tragedia existencial que experimenta en el momento presente. Tanto fuera como dentro de la Iglesia se notan acciones que van en detrimento de la unidad. El ejercicio social del mundo está sumido en la confrontación política y económica. Pero también en la Iglesia se deja ver una inoperante actitud pastoral que incluso sin darnos cuenta nos puede llevar a la división y con ello a la falta de unidad.
El mundo actual necesita una Iglesia en unidad, para que el profetismo que la caracteriza, sea contundente, claro y exhortativo. En el Papa León, Dios pone su confianza para luchar por la búsqueda y consolidación de una Iglesia unida por el Espíritu. En este querer de Dios debemos sumarnos todos, para que haya una unidad en la diversidad, una unidad que convoque a construir puentes, que posibiliten un mundo donde habite el Espíritu que renueva la faz de la tierra. Amén
Mensaje escrito por el Arzobispo de Cali y sus obispos auxiliares para los lectores de El País.