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Gobierno de Donald Trump ya cerró la agencia Usaid; alertan que miles de personas podrían morir
Más de catorce millones de personas podrían morir para el 2030, un tercio de ellas niños, debido a los recortes en la ayuda exterior que se prestaba.

2 de jul de 2025, 05:54 p. m.
Actualizado el 2 de jul de 2025, 05:54 p. m.
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La agencia de ayuda exterior de Estados Unidos cerró formalmente ayer, por orden del presidente de ese país, Donald Trump, pese al temor de que su desaparición puede conllevar la muerte de millones de personas.
La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) se fundó en 1961, en plena Guerra Fría. La idea del presidente demócrata John F. Kennedy era usar la ayuda para atraer al mundo en desarrollo al campo democrático occidental.
El actual jefe de la diplomacia estadounidense, el republicano Marco Rubio, recortó el 85 % de sus proyectos y la incorporó al Departamento de Estado.
En una despedida al personal restante, los expresidentes George W. Bush (republicano, 2001-2009) y Barack Obama (demócrata, 2009-2017), así como el vocalista de U2, Bono, elogiaron el trabajo de la agencia, que consideran necesaria.
Bush destacó los logros de Pepfar en la lucha contra el sida.

“¿Beneficia a nuestra nación que 25 millones de personas que habrían muerto ahora vivan? Creo que sí”, declaró en un mensaje de video.
Obama consideró inexplicable poner fin a Usaid. “Pasará a la historia como un error colosal”, afirmó.
Un estudio publicado en la revista médica The Lancet señaló que más de catorce millones de personas adicionales podrían morir, un tercio de ellas niños, para 2030, debido a los recortes en la ayuda exterior.
De su lado, Rubio esbozó un panorama drásticamente diferente de Usaid, que fue uno de los primeros blancos de una amplia campaña de recortes de gastos gubernamentales liderada por Elon Musk.
Para Rubio es un “modelo basado en la caridad, que está desactualizado”.
“Más allá de crear un complejo industrial de oenegés de alcance mundial a expensas de los contribuyentes, Usaid tiene poco que mostrar desde el final de la Guerra Fría”, escribió el funcionario en un ensayo.
También se quejó de que muchos de los países receptores de la ayuda estadounidense no voten con Washington en la ONU. A veces se alinean con China, su rival.
Un funcionario del Departamento de Estado que pidió el anonimato afirmó que el estudio de The Lancet se basa en suposiciones incorrectas y que Estados Unidos continuará con la ayuda, pero de manera eficaz.
Afirmó que el Pepfar se centrará en detener la transmisión del VIH de madre a hijo.
Sin embargo, reconoció que el Gobierno ya no financia la medicación de la PrEP, que reduce significativamente la tasa de transmisión del VIH.
“Nadie dice que los hombres homosexuales en África no deban tomar la PrEP”, dijo, pero se quejó de que el coste recaiga sobre Washington.
Añadió que la Administración Trump busca “soluciones nuevas e innovadoras” y mencionó las entregas de alimentos en la Gaza devastada por la guerra, atendidas por contratistas militares estadounidenses y rodeadas por tropas israelíes.
Testigos, la ONU y funcionarios locales de Gaza han informado que las tropas israelíes han abierto fuego y matado a palestinos que esperaban ayuda. La Fundación Humanitaria de Gaza, una iniciativa respaldada por Estados Unidos, lo niega.

Bob Kitchen, vicepresidente de Emergencias del Comité Internacional de Rescate, afirmó que la predicción de catorce millones de muertes coincide con lo que observa su grupo humanitario.
Entre los programas del grupo financiados por Usaid, explicó que casi 400.000 refugiados que huyeron de la guerra en Sudán se han visto privados de ayuda urgente y que más de 500.000 afganos, en su mayoría mujeres y niñas, han quedado sin acceso a educación y atención médica.
Los países de la Unión Europea y el Reino Unido, en lugar de cubrir la carencia han retrocedido, al aumentar el gasto en defensa.
Kitchen advirtió que los recortes no solo agravarán las emergencias de primera línea, sino que debilitarán a países más estables, como Etiopía y Kenia.
Más allá de consideraciones morales, añadió Kitchen, los recortes agravarán la migración, que Trump quiere cortar a toda costa.
“Si la inseguridad se extiende, los brotes se propagan, ya no hay línea de defensa”, concluyó.