Bombardean la única iglesia católica en Gaza: hay muertos y un párroco argentino herido

La única iglesia católica de la Franja de Gaza fue alcanzada por un bombardeo israelí este jueves, provocando la muerte de al menos cuatro personas y dejando siete heridos, según informaron fuentes médicas locales. El ataque afectó directamente a la parroquia de la Sagrada Familia, situada en Ciudad de Gaza, que hasta entonces servía como refugio para desplazados por el conflicto.

Entre los heridos se encuentra el párroco argentino Gabriel Romanelli, quien ganó notoriedad internacional por las llamadas telefónicas diarias que recibía del papa Francisco desde el inicio de la ofensiva israelí en octubre de 2023. El pontífice lo contactaba para mantenerse informado sobre la situación de los cristianos y civiles refugiados en la iglesia.

Zaher al Waheidi, director de la Unidad de Sanidad a cargo del registro de víctimas en Gaza, confirmó la cifra de fallecidos. Por su parte, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, reportó inicialmente dos muertos y seis heridos, entre ellos Romanelli, quien fue internado con lesiones leves.

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, expresó su condena al ataque: “Las incursiones israelíes en Gaza afectan también a la Iglesia de la Sagrada Familia. Los ataques contra la población civil que Israel viene demostrando desde hace meses son inaceptables”, afirmó en un comunicado.

Esta iglesia, ubicada en el centro de Ciudad de Gaza, era uno de los pocos espacios seguros que quedaban para los gazatíes desplazados. Desde el inicio del conflicto, cientos de personas se refugiaban allí tras perder sus hogares o verse obligados a abandonar otras zonas más expuestas.

El ataque a la parroquia no es un hecho aislado. En diciembre de 2023, un francotirador israelí disparó contra el templo, provocando la muerte de una madre y su hija dentro del recinto religioso. Sin embargo, hasta ahora, el lugar no había sido objeto de un bombardeo directo.

Durante 2024, según cifras del Ministerio de Asuntos Religiosos de la Autoridad Nacional Palestina, más de 815 mezquitas han sido destruidas en la Franja. Este dato refleja la magnitud de la devastación sobre infraestructuras religiosas y civiles.

La parroquia Sagrada Familia había resistido como uno de los últimos símbolos de protección y asistencia humanitaria en Gaza. Bajo la guía del padre Romanelli, se mantuvo como un punto de apoyo para una comunidad cristiana reducida, pero firme en medio del conflicto.

La imagen del párroco argentino, en contacto constante con el Vaticano y con la comunidad internacional, había representado un puente de esperanza para muchos dentro y fuera del enclave palestino.