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Javier Milei, presidente de Argentina, intensifica sus ataques contra la prensa: “prostitutas de los políticos”
En lo que va de año, Milei denunció por “calumnias e injurias” a ocho periodistas.

17 de jul de 2025, 02:51 p. m.
Actualizado el 17 de jul de 2025, 02:52 p. m.
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Denuncias penales y una tormenta de insultos bajo el lema “no odiamos lo suficiente a los periodistas”: la hostilidad del presidente argentino Javier Milei hacia buena parte de la prensa crece en los albores de una nueva campaña electoral.
“Mierdas”, “basuras humanas”, “mandriles” y “prostitutas de los políticos” son algunos de los insultos que Milei le dedicó en las últimas semanas a periodistas en discursos, entrevistas y en sus redes sociales, donde fueron amplificados por sus seguidores.
En lo que va de año, Milei denunció por “calumnias e injurias” a ocho periodistas. Dos de los reclamos ya fueron desestimados por la justicia.
Una investigación del diario La Nación contabilizó 410 ataques a la prensa en discursos y entrevistas durante el primer año de presidencia de Milei, con más de 60 periodistas señalados por su nombre.

El presidente dice que es “acción y reacción”: “A los que yo les pego es muy sistemático, no son periodistas, son mentirosos”, sostuvo en una entrevista radial.
“Toda esa mierda de periodistas me han dicho incestuoso, zoofílico, homofóbico, nazi”, afirmó en el canal de streaming Neura: “Después les viene el vuelto y no se lo bancan (no lo soportan)”.
“Dominar la agenda”
Milei repite en sus redes sociales desde hace meses el lema “No odiamos lo suficiente a los periodistas” resumido en la sigla “NOLSALP”
El politólogo Gustavo Marangoni considera que la disputa con el periodismo “es un tema central” para un gobierno que “definió que la batalla cultural, como llama a la cuestión narrativa, está en el centro de la escena”.
Para el periodista Hugo Alconada Mon, del diario históricamente liberal La Nación, los ataques del presidente se centran “en aquellos que pueden afectar o complicar la mirada de ciudadanos que en ciertas circunstancias podrían votar por Milei“.
Shila Vilker, directora de la consultora Trespuntozero, opinó que “en esos casos se neutraliza el centro, aumenta la polarización y queda claro el mensaje: no hay lugar para los tibios”.
Alconada Mon afirmó haber sido objeto de intentos de piratería informática tras revelar en mayo un “plan de inteligencia” estatal que, según explicó, abriría la puerta a la vigilancia de periodistas y otros actores sospechosos de “erosionar la confianza” en el gobierno.

La presidencia confirmó la existencia del plan, pero negó tales intenciones.
El maltrato a periodistas “es un rasgo que Milei mostró desde hace años, aunque durante las últimas semanas se ha exacerbado un poco, a medida que el gobierno fue perdiendo el control de la agenda pública”, señaló Alconada Mon a la AFP.
La últimas semanas fueron delicadas para el Ejecutivo, en medio de crecientes dudas sobre la capacidad del Banco Central para reconstruir sus reservas y sobre los resultados de su gestión en términos de inversión y recuperación económica, más allá del éxito en la lucha contra la inflación.
Para Vilker, “las polémicas generadas por los insultos le permiten imponer y dominar la agenda mediática, desviando la atención en temas que perjudican la imagen del gobierno o lo obligan a tomar una postura defensiva”.
A su vez, con los ataques, Milei “consolida a su núcleo duro y ratifica su rol como máximo representante de la anti política, un activo que debe revalidar de cara a las próximas elecciones legislativas” de medio término, sostiene la analista.
En octubre, Milei buscará ampliar su base parlamentaria, aún escasa en comparación con su popularidad personal (poco más del 40% de imagen positiva).
“Intimidación”
Entre los denunciados penalmente por Milei estuvo la periodista Julia Mengolini, del medio Futurock, que en 2023 dijo que Milei estaba “enamorado de su hermana”, la hoy secretaria general de la presidencia, Karina Milei.
En junio, Milei replicó en X decenas de insultos contra la periodista, mientras sus seguidores repetían videos falsos hechos con inteligencia artificial en los que se veía a Mengolini besando a su hermano.
“La misma mierda que dijo se le vino encima”, explicó Milei luego.
La semana pasada, Mengolini denunció penalmente a Milei por amenazas e intimidación en lo que calificó como un “caso testigo del uso de inteligencia artificial para la violencia estatal”.
El juez de la causa dispuso una custodia personal para la periodista y le dio un botón antipánico.
Para Vilker “estos ataques también poseen un carácter intimidatorio. Una forma de adoctrinar. De advertirle al resto de los periodistas y formadores de opinión las consecuencias de tener una voz crítica”.
“Todos pueden ser el nuevo blanco del presidente. Pero sobre todo de un ejército digital que amplifica y multiplica ese hostigamiento”, añadió.