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¿Están ‘maquillando’ las cifras de delitos en Cali? La historia del nuevo escándalo que golpea al gobierno de Jorge Iván Ospina
Al manejo dudoso de las estadísticas de criminalidad, se suma la contratación de un general que fue retirado de la institución por dar información falsa y a un mayor de la Policía al que relacionan con crimen organizado.
Lo que no logró la administración de Jorge Iván Ospina en cuatro años de gobierno, en los que la crítica constante fue haber dejado a los caleños a merced de la criminalidad, mejoró de manera sustancial en las últimos días. O al menos así se lee en los boletines que emite a diario la Secretaría de Seguridad.
Una mejoría que han puesto en duda desde diversos sectores, porque no sería el resultado de una política pública clara o una estrategia pensada para contener los delitos que más afectan a los caleños en las calles, sino por el manejo dudoso de las estadísticas que sobre homicidios y crímenes de mayor impacto publica diariamente la Alcaldía.
Las dudas las genera el propio ‘Informe de Seguridad en Cali’ que envía a diario la oficina de comunicaciones del secretario de Seguridad y Justicia, Jimmy Dranguet, y que corroboran fuentes dentro de esa dependencia sobre los “nuevos manejos” que se les están dando a las cifras.
“La confiabilidad de las cifras de violencia y delincuencia es fundamental para definir políticas acertadas, para solucionar los problemas y mejorar la seguridad. Estas cifras de hurto a personas de Cali despiertan serias dudas. Me dicen en Cali que las están manipulando”, escribió el pasado 31 de octubre en su cuenta en X el experto en seguridad Hugo Acero.
Fuentes consultadas en el interior de la Secretaría de Seguridad de Cali aseguran que las cosas han cambiado desde que sacaron del Observatorio alrededor de 30 personas en los últimos meses y contrataron un grupo de oficiales de alto rango, retirados de la Policía, “algunos con un pasado que no amerita ninguna credibilidad”.
La mención hace referencia directa al general en retiro Pablo Ferney Ruiz, a quien el secretario de Seguridad de Cali, Jimmy Dranguet, le otorgó un contrato de prestación de servicios el pasado 30 de mayo por más de $88 millones para asesorar en la Subsecretaría de Política de Seguridad a Guillermo Londoño, en estrategias de prevención del delito.
El general Ruiz llegaba a Cali luego de dirigir la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, donde trabajó de la mano del exalcalde Daniel Quintero, de la misma línea política de Jorge Iván Ospina, y quien fue destituido por la Dirección de la Policía Nacional por falsificar información.
La confiabilidad de las cifras de violencia y delincuencia es fundamental para definir políticas acertadas para solucionar los problemas y mejorar la seguridad. Estas cifras de hurto a personas de Cali despiertan serias dudas. Me dicen en Cali que las están manipulando. https://t.co/BF6jNvGltn
— Hugo Acero (@HugoASeguridad) November 2, 2023
Hechos que se remontan a julio del 2021, cuando el general Ruiz y el exalcalde Quintero anunciaran la captura, “tras un operativo en el que participaron 150 uniformados”, de Ismael Lopera, alias ‘Manolo’, sindicado de abusar sexualmente de 15 menores de edad en un jardín infantil. También que se pagarían $50 millones de recompensa a la fuente humana que ayudó a dar con la ubicación del capturado.
Al día siguiente se conoció un video que mostró que no hubo ningún operativo, que mintió el hoy asesor de seguridad de la Alcaldía de Cali y que ‘Manolo’ se entregó de forma voluntaria en la estación de Policía de Santa Rosa de Osos. Días después, apartan a Ruiz de la institución.
De acuerdo con el secretario de Seguridad, Jimmy Dranguet, el general está vinculado “asesorando las diferentes estrategias que hemos elaborado para interactuar en la seguridad ciudadana, análisis de resultados, nos apoya en análisis de cifras del observatorio, verificación de la efectividad de los operativos y con él analizamos temas importantes como el análisis de la mesa que tenemos para el pago de las recompensas”.
Dranguet le restó importancia a lo sucedido en Medellín y aseguró que “fue una posible confusión que se pudo derivar, o la falta de claridad que se pudo dar entre un criminal que tiene orden captura y su procedimiento para capturarlo. Ahora, el señor Pablo Ruiz aquí no tiene nada que ver con las capturas de las personas; eso es un procedimiento judicial que lo hacen policías activos, que lo hace el Comandante de la Policía Metropolitana porque nosotros no asumimos funciones de Policía en la ciudad de Cali, sino articular los planes operativos, dirigimos la política de seguridad y establecemos elementos para mejorar las condiciones de seguridad ciudadana”.
¿Por qué se fue Lancheros?
Pero el general no es el único cuestionado. La Secretaría de Seguridad contrató también al mayor (r) José Rolando Lancheros, cuyo nombre ha sido vinculado con la organización ‘M-Zeta Penagos’, dedicada al narcotráfico en Ibagué y otros municipios cercanos.
La banda criminal era liderada por un exmiembro de la Sijin en el Tolima, unidad que comandaba el mayor Lancheros, y en su estructura había también un patrullero, un intendente y una sargento de la Policía, según informó Noticias Uno en octubre del 2017.
“Estando el mayor Lancheros aquí, corrió el rumor de sus antecedentes y quisieron sacarlo para evitar un escándalo, pero él dijo que no se iba. Que tenía contrato y que tenían que indemnizarlo; eso asustó a más de uno”, asegura un funcionario de la Secretaría de Seguridad.
El País revisó en el Secop el contrato de prestación de servicios del mayor Lancheros, firmado por Jimmy Dranguet el pasado 9 de septiembre, por más de $22 millones y que estaba vigente hasta el 30 de diciembre, también para apoyar en la Subsecretaría a Guillermo Londoño. “Necesitábamos unas hojas de vida para apoyar las labores de investigación en el Observatorio, hicimos un análisis de varias hojas de vida, se vinculo al señor Orlando, pero a los tres días renunció por temas personales”, dijo Dranguet.
La fuente, no obstante, asegura que “no es cierto. Luego de contratado, los que lo trajeron hablaron con él; que no los fuera a perjudicar, que se apartara del cargo porque eso iba a ser un escándalo en Cali, y días después salió de la oficina, pero desconozco si debieron pagarle para que se fuera”.
Al preguntarle sobre lo interesante que encontró en la hoja de vida del controversial mayor Lancheros, el secretario Dranguet dijo que “tenía experiencia en el manejo de observatorios de seguridad y análisis de información. Hay un tema muy importante al que nosotros le estamos haciendo mucho énfasis y es a la investigación criminal, para desarticular bandas criminales; la investigación judicial es muy relevante para nosotros en la ciudad de Cali y municipios circunvecinos”.
Estos dos casos, señala el concejal Fernando Tamayo, “son gravísimos, y más porque Dranguet es de los secretarios más cercanos a Ospina. Uno no entiende cómo un alcalde es tan reacio, tan de espaldas a la realidad, que en cuatro años se negó siempre a subir el presupuesto de seguridad, pero parte de la poca plata que hay, la utiliza contratando oficiales corruptos, uno señalado de estar vinculado al crimen organizado y otro de falsedad”.
Sobre movimiento de las cifras
Con la llegada del general Ruiz, fueron nueve los policías de alto rango que entraron a desarrollar las mismas actividades que venía haciendo desde el Observatorio el coronel (r) del Ejército Pablo Alvarado, a quien sustituyó Lancheros.
“Es claro que el grupo de generales y coroneles retirados venía a darle manejo a las cifras y el coronel Alvarado no se iba a prestar a sus intereses; por eso Dranguet lo cambia de dependencia y luego lo saca, porque era un estorbo en los planes”, aseguran fuentes de la Subsecretaría de la Política de Seguridad.
Dranguet aseguró, sin embargo, que no hay nada irregular ni inconsistencias en las estadísticas de la dependencia, como lo han advertido analistas y periodistas que cubren la fuente judicial al ver fluctuaciones inexplicables en los números de delitos como homicidios y otros de alto impacto.
Caso puntual, el ‘hurto a celulares’, uno de los delitos que más incide en la percepción de inseguridad en Cali, y que hasta el 7 de noviembre se habían denunciado 8075 casos, pero tres días después la cifra la redujeron a 7382 denuncias. De un plumazo desaparecieron 693 hurtos y la Secretaría de Seguridad aseguró que han reducido en un 43% el hurto a teléfonos móviles.
En el escritorio también se redujo el ‘hurto a comercio’. El 7 de noviembre habían robado 1624 locales en Cali, pero tres días después reportaron que era solo 1554; 70 robos menos a comercio de los que la misma Secretaría de Seguridad había reportado. También reportan en los últimos boletines, cifras menores a las que ellos mismos ya habían publicado días atrás en delitos como lesiones personales, hurto a residencias, abigeato y extorsión.
En esos casos, dice Dranguet, “la información que mandamos a los medios de comunicación, es una tabla que se elabora basada en información del Siedco, que es el sistema de información de la Policía, que es un sistema que varía mucho, sobre todo en los temas relacionados con hurtos porque se hace un primer análisis sobre cómo es denunciado por la víctima y en la medida que avanza el proceso se puede establecer qué tipo de hurto ocurrió”.
“Ejemplo, hay personas que denuncian un caso como hurto en el sistema y en la investigación, cuando se hace el análisis se establece que no fue un hurto sino una estafa, y entonces se debe recalificar el delito y eso va a generar algunas variaciones”.
Lo curioso es que esclarecieran en tres días el robo de casi 700 celulares. Y más llamativo aún es lo que ocurrió con el ‘hurto a personas’, el delito que más desnuda la inseguridad en Cali. Hasta el 30 de octubre era el ítem más veces denunciado en Cali, con 14.685 casos, pero hace unos días decidieron omitirlo en la estadística.
Fue justo esa incongruencia en las cifras de ‘hurto a personas’ lo que generó la reacción del experto en seguridad Hugo Acero. “Las cifras de hurtos a personas en Cali son muy interesantes, pero despiertan dudas; como se puede ver en el siguiente cuadro y gráfica. Si son ciertas, las estrategias de reducción de hurtos deberían replicarse en el país. Ojo alcalde Alejandro Eder”, escribe con ironía.
Tampoco son del todo ciertos los famosos ‘días sin homicidio’ en Cali, y que han proliferado desde que llegó el nuevo equipo de asesores al gobierno Ospina. El pasado jueves 2 de noviembre se reportó como ‘día sin homicidios’ por la Secretaría de Seguridad, pero luego el comité unificado demostró que sí hubo al menos un caso y desmintió lo dicho en el boletín.
“Existen trucos para no reportar los muertos, y uno de ellos es el famoso ‘deceso’. Es decir, si hoy atentan contra tres personas con arma de fuego y esas tres personas no mueren hoy sino mañana, ya no los suman como homicidios sino como decesos. Tampoco quedan como homicidios en el boletín del siguiente día”, revela un exfuncionario de la Secretaría de Seguridad.
Resulta también curioso que entre el pasado jueves y viernes no hubo delitos en Cali. Ni robos, ni riñas, ni extorsiones, ni lesiones personales. Al boletín de delitos de impacto solo le cambiaron la fecha y no modificaron ninguna cifra. Fue un día blanco.
Lo delicado de esta situación, explica el analista Diego Luis Sánchez, “es que el gobierno de Jorge Iván Ospina va a dejar unas cifras que seguramente no son, y vendrá luego Alejandro Eder a sacar los datos reales y la sensación será que con el nuevo alcalde las cosas van empeorando”.
¿Con el mismo rasero?
Tras el mal manejo que le dio el exsecretario de Seguridad de Cali Carlos Rojas al tema del Paro Nacional y los posteriores actos de destrucción, llegó en su remplazo el coronel (r) Carlos Soler, por recomendación del entonces secretario de Paz y Cultura Ciudadana, Danis Rentería, pero el carácter y la autoridad de Soler reñían con la posición blanda y la permisividad del alcalde Ospina frente a algunos fenómenos delictivos.
“Soler se rodeó de personas de confianza y trajo a otros militares; era un equipo en el que sentía uno que había mando, pero en la Alcaldía no querían eso porque Ospina tenía la imagen por el piso; recuerde que lo sacaron a pedradas e insultos de varios lugares y empezó a ceder a las exigencias de la Primera Línea. Ahí aparece el tema de que el general Barrera Gordillo, que lo trajo Soler, estaba investigado por derechos humanos y aprovechan para sacarlo”, dice un exintegrante de un observatorio bajo reserva de identidad.
El propio concejal Tamayo fue uno de los denunciantes del caso del general Barrera Gordillo, que originó la salida de Carlos Soler, y le pide al alcalde Jorge Iván Ospina que en esta caso mida la situación con el mismo rasero. “Aunque sea que lo haga en el último mes de su nefasta administración”.
“El hecho que Dranguet sea amigo de Ospina, no aplica para que el alcalde sostenga a una persona que está contratando a corruptos y bandidos. ¿Quién nos está cuidando, por Dios? Frente a estas pruebas contundentes Jorge Iván no tendría más opción que apartar a Jimmy Dranguet de su cargo. No puede ser que para una cosa actúe y se vaya Soler, y para otra, sencillamente mire para otro lado”, señala Tamayo.
“Nos fue pésimo con los extranjeros manejando la seguridad, y no es xenofobia. Pero Dranguet, cubano, y el subsecretario Guillermo Londoño, de Valencia (Venezuela), no dieron pie con bola”, dice la fuente en Seguridad.