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Goodbye, una obra-terapia gratuita para los caleños, en el Día del Teatro
En el Día Nacional del Teatro, una obra interpretada por Emmanuel Restrepo y Alejandra Chamorro, para hablar de la depresión con humor y profundidad.
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23 de nov de 2025, 04:23 p. m.
Actualizado el 23 de nov de 2025, 04:23 p. m.
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Por Marilin Rivera Velasco, reportera de El País
Un intento de suicidio, una amistad llena de empatía, conversaciones incómodas y un conflicto interno sobre la vida y la muerte, son las temáticas profundas de Goodbye.
Esta obra, que llega a Cali este 23 de noviembre al Teatro Municipal (con entrada libre), como un regalo para el público en el Día Internacional de los Teatros —porque es de entrada libre, solo hay que inscribirse—, abre el telón sobre la importancia de hablar de salud mental.
Esta puesta en escena, protagonizada por Emmanuel Restrepo —reconocido actor colombiano que ha participado en producciones como Rigo, La Primera vez y la película Malta— y Alejandra Chamorro, escritora, actriz y creadora de Goodbye, narra la vida de Ernesto, un hombre de 30 años que ha fracasado en múltiples intentos de quitarse la vida y termina conociendo una clínica de suicidio asistido que cuenta con rigurosos filtros.
Cuando el dolor se convierte en arte
Goodbye nace de la experiencia personal vivida por Emmanuel durante la pandemia, en medio de una crisis que encendió las alarmas para quien es su mejor amiga, Alejandra Chamorro. “Intenté suicidarme en un edificio cercano a mi casa, donde unos amigos... La única persona con la que hablé del tema fue con Ale, que vivía muy cerca. Nosotros no teníamos para terapia, solamente nos teníamos a nosotros, y la forma de hacer terapia fue empezar a hablarlo, y ella me propuso que hiciéramos algo artístico al respecto; empezamos a escribir”, recordó Restrepo.
De dicho diálogo fue creado Vacío, un cortometraje publicado en YouTube que cuenta la historia de dos amantes que tienen su última conversación después de saltar de un piso cuarenta y cinco. En sus mentes no saltan desde lo alto de un edificio, sino desde la cima de un mundo que los juzga por el hecho de ser diferentes.

“Lo grabamos en el lugar donde me intenté suicidar, muy catártico. Fue muy poderoso poder hacerlo ahí y resignificar ese lugar que había sido de mucho dolor para mí. Entonces, qué rico poder crear en ese lugar”, afirmó Emmanuel.
Para ambos actores, el mundo debería tener lugares donde la muerte sea digna y no vergonzosa; donde exista la posibilidad de elegir el día de partir y hacer una fiesta de despedida: ver la muerte desde una perspectiva de tranquilidad y no desde la tristeza y el drama.
Este corto se convirtió en la premisa de lo que ahora es la obra de teatro, ya que, al participar con él en varios concursos y ocupar el quinto puesto o posiciones cercanas al primer lugar, les hizo ver que en aquella historia había algo interesante que podría trabajarse de otra forma.
“Es una historia muy polémica; la calificaban bien, sin embargo, imagina que el Estado dé dinero para contar algo así. Hay un conflicto de intereses porque es el Estado el que te quiere vivo. Entonces el proyecto se congeló, y en el año 2023 decidí volver a él, pero hacerlo teatro”, contó Alejandra Chamorro.
El poder de la comedia para abordar diálogos incómodos
Goodbye, que dura una hora y media, fue un compendio de impresiones y sentires de amigos dramaturgos, actores y actrices que dieron su opinión, logrando que poco a poco se convirtiera en lo que actualmente pueden disfrutar los asistentes. “Es coescrita con el universo porque son muchas personas las que han aportado para que pudiese llegar a los demás. Y como es un tema tan polémico, ahí llegó una de las decisiones más importantes: escribirla en comedia para lograr un lenguaje donde el público no sintiera rechazo, sino que pudiera entrar a esta conversación tan importante sobre el sentido de la vida, el para qué vivir, de quién es la vida, hasta cuándo deberíamos vivir; y si pudiéramos decidir no vivir, entonces por qué no tener opciones dignas para hacerlo”, explicó Chamorro.
Con la dirección de David Moncada, Goodbye logró tener el tinte de comedia preciso para no verse como una obra que se burla de un tema que sigue siendo tabú en Colombia, pero que tampoco fuera tan tibio como para no producir ninguna sensación en el espectador.
“La comedia también, en estos tiempos, está muy censurada, y eso puede ser muy peligroso para el arte: elegir la comedia y darle solo categorías temáticas en las que una sociedad se sienta complacida de manera moral y ética. Entonces fue un riesgo, y por suerte la mayoría de personas se han sentido cómodas con eso”, mencionó Alejandra.
¿Es Goodbye la utopía de una muerte digna?
Abordar un tema sagrado como la vida en un país católico como Colombia es un reto en una obra que trata sobre situaciones donde se ha perdido el sentido de seguir viviendo. No obstante, Goodbye está en el punto exacto en el que, si bien genera emociones fuertes, también permite una incomodidad totalmente necesaria.
Como lo menciona Emmanuel: “El arte debe estar para incomodar desde todos los sentidos; es hacerse preguntas, es estar en un lugar en el que no se ha estado, es salirse de una zona de confort, es pensar cosas que no se han pensado. Incomodar es poner el tema sobre la mesa: decir, listo, hay gente que se quiere morir; de pronto usted no, señora, pero esta persona sí, ¿y qué vamos a hacer con ellos?

Entonces, si hay algo que a mí me gustaría generar con el arte, no solamente con esta obra, sino con cualquier cosa artística, es eso. Yo creo que es un gran verbo: estar incómodo”.
La dramaturga caleña Alejandra Chamorro le creó a Emmanuel un mundo de utopía donde él puede morir las veces que desee en el escenario. “Si uno no está conforme, pues crea un mundo que le guste en el escenario para vivirlo. En ese orden de ideas, para mí fue muy poderoso poder tener esa catarsis en el escenario. Fue lindo y emotivo, pero también era duro y transgresor. Uno como actor se contagia de los personajes, y Ernesto, que es el personaje de Goodbye, está deprimido crónicamente; en las primeras temporadas había días en que yo estaba triste o me sentía extraño sin saber por qué. Y después, al reflexionar y ponerlo sobre la mesa, era como: estoy haciendo un personaje todos los días que se quiere morir, que está triste. Hay cosas que a uno se le empiezan a contagiar. Entonces significaba una posibilidad de vivir esa utopía, pero también era ir a lugares que ya había superado”, añadió Restrepo.
¿Cómo decir adiós simbólicamente?
Chamorro buscó, desde el amor, escribir una historia donde su mejor amigo pudiera cumplir su sueño de irse dignamente. Con las herramientas que tenía desde el teatro, le creó un universo para que esa persona que tanto ama fuese feliz, incluso si su felicidad es el fin de la vida. “Hice un salto al amor libre, a entender que uno está acompañando procesos de las personas, y que hay procesos que un día llegan a su fin contigo o sin ti. Escribir ese escenario para despedirme simbólicamente de un amigo fue muy doloroso, y las primeras funciones eran más catarsis que arte”, mencionó.

Surge entonces el interrogante de si se resignifica el concepto de vida, muerte, depresión y amor tras vivir, una y otra vez en las tablas, esta obra. “En mi caso sigo pensando que, si existiera una clínica como Goodbye en la vida real, yo iría y me gustaría que existiera. Creo que no hay una falsa esperanza de que la obra me salvó la vida; no he vuelto a tener un intento de suicidio ni crisis de ansiedad, pánico o depresión, pero sigo pensando lo mismo sobre la capitalización de la vida en un mundo como el nuestro”, expresó Emmanuel, dando a entender que existen quienes tienen las mismas ganas de quedarse como de irse de este mundo. Ya que, como bien lo menciona Alejandra, “no hay que satanizar la muerte porque es lo único que tenemos fijo y lo único que orgánicamente hace parte de la vida. Poder hablar de este tema es poder despedirnos en vida”.
Detrás del éxito de la obra
Goodbye no es una oda al suicidio; al contrario, este proyecto de Círcula Colectivo critica el hecho de que este acto termina convirtiéndose en un motivo de vergüenza y en un calificativo para quien lo lleva a cabo. La obra pone sobre la mesa un tema que poco se habla. “Más allá de si hay gente que se suicida o no, es que hay ente que jamás ha abordado el tema, no se atreven porque es duro hablarlo. Ahí está el éxito”, agregó Emmanuel.
Este 23 de noviembre, a las 5:00 p. m., los asistentes a la obra encontrarán un espacio en el cual sentirse identificados y verán que no están solos y sus dudas sobre la vida son colectivas.
Dato clave
Para participar en la obra, hay que inscribirse en el link que está en el perfil de Instagram del Teatro Municipal. Y llegar 30 minutos antes a la función. El escenario se cerrará al completar aforo.
Proyectos y reflexiones de los artistas
Emmanuel Restrepo:
“Acabo de terminar una película que se llama Susana y Elvira que se estrena en el 2026, también acabé hace poco Cien Años de Soledad, entonces se vienen varios proyectos audiovisuales el próximo año”.
“En Círcula Colectivo estamos montando otra obra que se estrena en enero en Bogotá y que está muy alejada de lo que es Goodbye”.
“En esos momentos de crisis o ansiedad en los yo pensaba que era el único que pensaba en que se quería morir, o que era el único que estaba en desacuerdo con la vida, y encontrar que es un tema colectivo, me parece muy poderoso”.
Alejandra Chamorro:
“A nivel individual rodé una serie para Netflix relacionada con la toma del Palacio de Justicia y se estrena el próximo año, además, junto a Emmanuel estaré en la siguiente obra de Círcula Colectivo”.
La obra Goodbye, que cuenta con la dirección de David Moncada, a juicio de Alejandra, su creadora y actriz, “promueve las razones que hay para vivir y quedarse e invita a entender a quienes no quieren hacerlo y la importancia de que existiese un lugar digno para ello”.
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