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El poder de las mujeres en la música afrolatina: salsa contra el machismo

Las mujeres se fueron abriendo camino con talento en la música afrolatina.

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Cali presenta el Salsa Femstival 2025, el primer evento que rinde tributo al poder femenino en la salsa.
Cali presenta el Salsa Femstival 2025, el primer evento que rinde tributo al poder femenino en la salsa. | Foto: Comunicaciones festival Femstival

24 de nov de 2025, 09:11 p. m.

Actualizado el 24 de nov de 2025, 09:15 p. m.

Por Oscar Jaime Cardozo Estrada, Colección Planeta Salsa, especial para El País

Históricamente, la mujer ha llevado sobre sus hombros el peso del rechazo y exclusión del terreno de los hombres. Aunque en los tiempos modernos ha menguado esta ignominia, aún quedan vestigios de la cultura machista que se ha dado en todos los campos del desarrollo vivencias de las sociedades.

Desde siempre se han evidenciado las limitaciones al libre desarrollo de la capacidad de la mujer. En la música no sucede algo diferente. Ya desde el siglo IV, se tienen noticias que la mismísima Iglesia había desaprobado las expresiones musicales por parte de mujeres que no pertenecieran a una orden de monjas, lo cual fue institucionalizado mediante el Concilio de Trento.

Solo hasta el siglo XVIII se permitió que las mujeres pudieran interpretar instrumentos como el piano, el arpa, la guitarra, la cítara y el laúd, siempre y cuando se hiciera de forma privada y en casa.

Desde finales del siglo XIX, en los que la mujer incipientemente empezaba a defender la bandera de su talento musical, la voz de la soprano habanera Rosalía Díaz de Herrera, que se conoció con el nombre de Chalía Herrera, se constituiría en la primera mujer en realizar una grabación en Latinoamérica desde Cuba.

La artista grabó en esa ocasión para la empresa Bettini Unnumbered, en un cilindro, el cual tenía duración de dos minutos, en el que se incluyó la habanera titulada Tú, composición del Maestro habanero, Eduardo Sánchez de Fuentes.

Con la voz de Chalía Herrera fueron apareciendo en el firmamento musical cubano, otras cantantes como María Teresa Vera, Zoraida Marrero, Hortensia Coalla, Rosario García Orellana, Esther Borja y Rita Montaner, entre otras.

Luego surgirían agrupaciones como Anacaona, de las hermanas Algimira, Xiomara, Concepción, Caridad, Ada, Olga, Alicia y Ondina Castro, Guillermina Foyo y su Orquesta Femenina Ensueño, Juanita Álvarez y su orquesta Femenina Las Hermanas Álvarez, Carmen Franco y La Orquesta de Señoritas Renovación, el Cuarteto de Aida Diestro, Obdulia Menocal y su Orquesta Femenina Hatahuey y Nereida con su agrupación femenina Ensueño Tropical.

También se dieron vocalistas tan importantes como Carmita Curbelo, Coralia López y Paulina Álvarez en una primera etapa, y otras más recientes como Celia Cruz, La Lupe, Olga Guillot, Omara Portuondo, Moraima Secada, Graciela Pérez y Elena Burke, entre muchas otras.

En Puerto Rico aparecen también grandes mujeres en el canto de la música afrolatina. A mediados del siglo pasado surgen en la escena musical boricua, interpretes femeninas como Carmita Jiménez, Ruth Fernández, Myrta Silva y Sylvia Rexach. Ya en el último cuarto del siglo XX emergen otras intérpretes de tanta importancia como Nydia Caro, Lucecita Benítez, Olga Tañón y Martha Ivelisse Pesante Rodríguez que recordamos como Ivy Queen.

En Colombia se dio un importante movimiento de cantantes femeninas a principios del siglo XX, con vocalistas como Sarita Herrera, de quien se dice, es la tía abuela materna de Shakira; Mercedes Julbe y otras que empezaron a aparecer a principios de los años 50 del siglo pasado como Matilde Díaz, Esther Forero Celis, la samaria Helda Ortíz, Haydée Barros y Gladis Julio, entre otras.

Cali Salsa Femstival
Cali Salsa Femstival | Foto: Fotos: Jorge Orozco / El País

Cali y su movimiento orquestal femenino

Pero es en Cali donde se da la génesis de un movimiento orquestal femenino, que ha sido ejemplo para muchas orquestas de mujeres en el mundo, iniciando en los años 80 del siglo pasado con la participación activa de dos cantantes.

Una, la caleña María del Carmen Alvarado, con un gran aporte en Bogotá y Cali, en orquestas como Yemayá, Siguaraya y Cañabrava.

Y la otra es Luz Dary Zúñiga, nacida en Pradera, quien después de pasar por las agrupaciones Manantial y El Son de Euterpe, crea su propia agrupación siendo ella la vocalista de Luz Dary y La Decisión.

Posteriormente aparece en el icónico sitio de bohemia, al norte de la ciudad de Cali, El Zaguán del Viejo Conde, la agrupación Gaviota o Las Gaviotas, como también se conocieron, quienes fueron rebautizadas cuando la CBS las firmó proponiéndoles llamarse Son de Azúcar.

Eran todo un espectáculo. Recuerdo en los inolvidables remates de corrida en el burladero 6 del Hotel Intercontinental, cuando en plena rumba subían a la tarima a realizar su presentación. Nadie quería bailar, todos queríamos verlas tocando nuestra salsa.

Lastimosamente la orquesta se disuelve. Las integrantes toman diferentes caminos. Olga Lucía Rivas, la fundadora de Son de Azúcar, traslada su residencia a los Estados Unidos, Francia Elena y María Fernanda se unen para crear D’Caché y luego se separan para iniciar cada una su propio proyecto.

Entonces María Fernanda Múnera Ricci continúa con La Orquesta Femenina Canela y Francia Elena Barrera Lerma, con La orquesta Femenina D’Caché. La vocalista Diana Vargas asume su carrera en solitario, publicando dos LP, Diana Prohibida de 1993 y Tormenta de Amor de 1994, y un CD titulado Sin Conflictos, publicado en 2014.

Cali Salsa Femstival
Cali Salsa Femstival | Foto: Fotos: Jorge Orozco / El País

Son varias las orquestas, a parte de las mencionadas, que surgen en la década del 90 del siglo pasado: la orquesta Tumbadora, liderada por Jorge Gilkes, Masai, Yerbabuena, Boranda y Anacaona de Cali.

La cantante y tecladista invidente Sandra Valladares estuvo primero con la agrupación Renacer Antillano y posteriormente, se retira para emprender con su propia agrupación Sandra Patricia Valladares y su Sexteto.

Así, siguen apareciendo orquestas femeninas en Cali: Marabá, las Chicas Madera, la orquesta Femenina Aché de Patricia Díaz y Daysi La Perla Negra, hermana de Kike Harvey, quien grabó un único trabajo discográfico para el sello Sonolux, entre otras.

La música afrolatinocaribeña sigue avanzando gracias al talento de músicos, interpretes vocales, autores y compositores.

Si bien, se dan agrupaciones mixtas en las que la mujer tiene gran preponderancia en instrumentos de armonía y percusión, maestras egresadas de la facultad de música de importantes instituciones educativas de nivel superior como la Universidad del Valle, han tomado la batuta y han creado agrupaciones de mujeres, mostrando un gran talento y afinque en todas sus interpretaciones.

Cali cuenta con más de 200 orquestas salseras actualmente, según cifra suministrada por la Secretaría de Cultura de Cali. Aunque muchos músicos conforman tres y cuatro orquestas, la Sultana del Valle se consolida, tal vez, como la ciudad en Colombia, con más agrupaciones musicales activas, trabajando todo el año en sus propias contrataciones y en acompañamientos a artistas internacionales, esto claro, antes de la llegada de la pandemia.

Retomando el tema de las mujeres en la música, me parece importante aclarar que este movimiento femenino no solo es de Cali y tampoco es solo de ahora.

Por ejemplo, en Colombia, fuera de Cali, recordamos agrupaciones como Madame Charanga, la orquesta Caramelo de San Juan de Pasto, la orquesta de mujeres Yemayá, por donde pasaron Constanza “Conny” Riveros, María del Carmen Alvarado, Amalia Beltrán, Alba Lucía Potes y Bertha Quintero, y la orquesta femenina Siguaraya, donde estuvieron Bertha Quintero, Jeanette Riveros, María del Carmen Alvarado y unas músicas procedentes de Cartagena

En 1985, se funda la orquesta Cañabrava, en la cual también participó la licenciada en música de la Universidad del Valle, María del Carmen Alvarado. En el Caribe colombiano, surge la agrupación Colombianas Salsa All Stars, dirigida por el trombonista Alberto Barros.

En el área del Caribe, en Puerto Rico, también hay varias orquestas de mujeres, entre las que podemos destacar la agrupación Son Divas, quienes desde siempre se han mantenido como un formato musical femenino.

En Perú, Son Tentación, orquesta integrada solo por mujeres. Cuba, tiene varias orquestas femeninas además de Anacaona, como la orquesta habanera, del barrio Buenavista, Aroma de Cuba, La Camerata Romeu, Las Chicas de Troya, el Quinteto Femenino D´Eva Cuba, Son Damas, Las Canelas, Ricachá, Las Caribe Girls, Cristal de Pinar del Río, Caramelo Son, Las Chicas del Sol y Salsa Morena entre otras.

En Brasil, el Octeto Femenino Brasil, la Orquesta Sinfónica de Mujeres de Río de Janeiro y el Quinteto Olympéa. En México mencionamos la Banda Filarmónica Femenil Ka’ux, la Orquesta Sinfónica de Mujeres del Nuevo Milenio y la Banda Femenil de Texcoco.

Mientras que en Bolivia tenemos a la Orquesta Femenina de Bolivia. En Chile el Coro y Orquesta de Mujeres de Chile. En Argentina la Camerata Argentina de Mujeres, la Orquesta de Mujeres de las Fuerzas Armadas y el Quinteto Quintetas del Brass.

En Santiago de Cali, la segunda ciudad con más orquestas femeninas después de La Habana, hay actualmente importantes orquestas femeninas, aparte de las tradicionales D’Caché y Canela, esta última, aunque de aquí, hoy radicada en los Estados Unidos.

Se destacan otros emprendimientos musicales por parte de músicas caleñas, quienes se han preparado con disciplina y rigor, en centros de educación superior musical como el Instituto Popular de Cultura, IPC, en la Universidad del Valle, en Icesi y en Bellas Artes y su Conservatorio Antonio María Valencia.

Cómo no destacar el esfuerzo por mantenerse vigentes a agrupaciones como Luz Angela Romero y su agrupación Clave Latina, Yerbabuena, Pura Calle, conformada por 12 chicas en tarima con todo el sabor de Cali, como dice su eslogan, nacida en 2008, bajo la dirección artística de Laura Isabel Linares, quien después crearía la agrupación femenina Las Guaracheras.

Dicho grupo musical está conformado solo por mujeres en formato de sexteto, contando con un atractivo adicional y es que incluyen un vibráfono en sus interpretaciones.

Otra agrupación que cuenta con un gran recorrido es la orquesta Chicas Madera, nacida en 1993, año en el que publicarían su primera producción titulada Encuentro Casual bajo el sello Discos Victoria.

Hay que reconocer el gran esfuerzo y tesón. Las mujeres caleñas han puesto un punto alto en la conformación de agrupaciones musicales. Boranda, Marabá, La Chiqui Band de Edgar Ávila y Las Ardillitas creada por Luis Carlos Ochoa, son otras agrupaciones musicales femeninas caleñas.

Otra de las orquestas que ha impuesto una forma de interpretar la salsa, es la Orquesta Femenina María Mulata, que se conformara en 2009, dirigida por Mayra Alejandra Echeverry, ex percusionista de la Orquesta Canela.

También está La Riversay Woman big band, del timbalero Armando Vargas, con la participación de más de 25 músicas. Una orquesta que surge en los últimos tiempos en Cali, es la agrupación Son Mujeres: la salsa en cuerpo de mujer, como reza su eslogan.

Es esta orquesta la heredera de Son de Azúcar, y conformada por 14 músicas dirigidas por la timbalera Mónica Castro. Ellas le apuestan a tener una forma diferente de proponer el espectáculo musical, involucrando también el vibráfono en su composición orquestal.

Haciendo este recorrido por las orquestas femeninas, puede uno seguir pensando que la salsa está viva, que hay mujeres y hombres interesados en querer hacer el relevo generacional y proteger el legado que nos vienen dejando importantes músicos desde todos los tiempos y lugares, y allí están las mujeres enarbolando la bandera y empoderando su gran talento y carisma musical.

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