cultura

La historia de Kike Jaramillo, el joven con hipotonía muscular, que halló la cura actuando

¡Qué Casualidad! es la comedia de Amalgama Arquitectos de la Escena que llega al Teatro Salamandra, de Cali, protagonizada por un actor que es un ejemplo de superación y valor.

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Enrique Jaramillo y Jonas Ruiz, en la obra Y Qué Casualidad.
Enrique Jaramillo y Jonas Ruiz, en la obra Y Qué Casualidad. | Foto: Amalgama Teatro

25 de nov de 2025, 09:14 p. m.

Actualizado el 25 de nov de 2025, 09:30 p. m.

Desde Bogotá llega a Cali una potente obra del colectivo Amalgama Arquitectos de la Escena, que mezcla música, baile y humor, para abordar temas como la infidelidad y el suicidio con sensibilidad y profundidad, rompiendo esquemas y tocando el alma. Su protagonista, Enrique Jaramillo Puccini, es un ejemplo de superación e inclusión. Y actúa junto a su maestro, el dramaturgo y actor Jonas Ruiz.

Enrique, o mejor, Kike, como le dicen sus compañeros del colectivo Amalgama, en el que lleva tres años, sonríe mientras habla: “Para mí lo mejor de hacer teatro, son los escenarios, el público, que vean quién soy y me reconozcan”.

En sus palabras no hay ego, más bien orgullo de haber desafiado sus propios límites, de reencontrarse en el teatro con otro ser, menos tímido, más locuaz y valiente.

Enrique Jaramillo Puccini ha logrado desafiar los límites de una condición médica, a través del teatro.
Enrique Jaramillo Puccini ha logrado desafiar los límites de una condición médica, a través del teatro. | Foto: Amalgama Teatro

”Tengo una historia de vida: cuando pequeño tuve hipotonía muscular”, dice y aclara: “flacidez en los músculos”. Continúa, pensando bien las palabras: “Mis papás me llevaron a terapia ocupacional y del lenguaje, y a equinoterapia. Me demoré en empezar a caminar”, advierte.

Fue en el teatro que encontró lo que pareciera la cura a una condición que realmente es de por vida, pero que a veces no es más que una etiqueta, pero que se puede vencer con otras fortalezas como las que Enrique encontró a través de las tablas.

“El teatro fue de mucha ayuda para mí. Mi maestro, Jonas Ruiz, ha sido mi apoyo. Al principio, cuando empecé en el teatro, era muy tímido, muy penoso y mi maestro me ayudó a soltarme, a ser menos tímido. Estoy muy feliz, muy contento de actuar con él y que sea mi compañero en esta obra: ¡Qué Casualidad!“.

¡Qué Casualidad!, comedia con Enrique Jaramillo y Jonas Ruiz, estará presentándose en Cali.
¡Qué Casualidad!, comedia con Enrique Jaramillo y Jonas Ruiz, estará presentándose en Cali. | Foto: Teatro Amalgama

Jonas cuenta que su personaje en esta obra es Ramiro, “un joven universitario que hace mil intentos por suicidarse porque su novia le fue infiel. Hasta ahí lo dejo para que se vean a obra este viernes y sábado”, suelta con una risita y una mirada a su profesor, en busca de aprobación.

El director, por su parte, cuenta que lo más importante del proceso con Kike ha sido la resiliencia que ha mostrado el joven, “fue él quien me buscó, después de vivir juntos todo un proceso, no se acomodó en la zona de confort, como hacen muchos, sino que pidió la oportunidad de actuar, y hoy en día es protagonista. Para hacer este tipo de obras se requiere paciencia, amor, pasión y tolerancia. Y no es un secreto que en las redes sociales la gente hace sus comentarios feos cuando ven a Kike”.

Lejos de molestarse, Kike recuerda los malos momentos que pasó como una victoria ganada, con una sonrisa, mientras escucha a su profe decir: “Cuando yo lo conocí, en una academia de actuación donde enseñaba, veía que los compañeros lo relegaban, no se hacían con él, en los ejercicios en clase. Y cuando yo trabajaba con él, algunos me reclamaban: ‘Profe, pero por qué con él y no conmigo’, y yo les respondía: ‘Puedes ser el mejor actor del mundo, tener disciplina, pero si no eres una buena persona, no agradeces, no saludas a todos y humillas, no estamos haciendo nada”, manifiesta Jonas.

Precisamente, el maestro Ruiz ha sido testigo de todo el proceso de evolución que ha vivido Enrique, a través de las artes escénicas: “Hace tres años, él no te hablaba, se quedaba quieto, mudo, en el escenario. Ahora no solo te habla, te interpreta. No es fácil con su condición, que aunque es de por vida, se puede mejorar su autonomía y su amor propio, a través de un trabajo intenso”.

Kike sonríe de nuevo cuando recuerda su presentación con el colectivo Amalgama en el Teatro Santa Fe, durante cinco fechas, dos meses, y en el Ditirambo, que estuvieron dos fechas.

Ahora llegan a Cali con esta obra que viene presentándose con diferentes actores desde el 2007 hasta el momento, ya llevan 18 años de presentaciones ininterrumpidas y este año, Kike protagoniza. “Con esta obra y su participación demostramos que el arte escénico te puede curar, esto es lo que llamamos arte terapia”.

A Enrique no le ha tocado fácil para demostrar su talento en la actuación. Ha tenido que superar limitaciones físicas, vocales, mentales y de motricidad. Para lograrlo, entrena en un gimnasio a diario, para mejorar su movilidad. En cuanto a lo cognitivo, Enrique tarda un poco más que las demás personas en comprender ideas, en memorizar textos y en expresarse. Pero el profe Jonas lo sabe y montó una obra, que por lo general se tarda tres meses, en siete meses, respetando el proceso de su alumno más querido.

Kike sabe que el camino no ha sido todo de rosas, ha tenido sus espinas, como el día previo a su presentación en Ditirambo que se le olvidó el texto, y al profe Jonas le tocó llamarle la atención, “pero yo lo quiero mucho a él, todo lo hago desde el amor, la paciencia y la tolerancia”.

“Enrique no es el típico alumno, recibe la información más lento y para responder hace unas pausas muy largas. Hemos trabajado con él la fluidez al expresarse. Es bastante literal. Pero yo le digo: ‘Olvídese que usted tiene esta condición y enfóquese en sus cualidades, en sus valores, es pintoso, chévere, simpático, habla de temas importantes. Estuvo en el estadio, conoció el América, le encantó. En Cali, la idea es que la gente vea el trabajo tan lindo que hace con su obra de teatro y su actuación”, dice el maestro orgulloso.

Kike cuenta que tiene un hermano menor con quien se lleva muy bien, que sus papás son comerciantes, y tienen almacenes de bisutería en Bogotá, donde él trabaja todos los días atendiendo a los clientes. Y que le da una alegría en el corazón cuando lo felicitan por lo atento que es y por lo bien que hace su trabajo.

Amalgama es la otra casa de Kike, se nota cuando describe su otro mundo feliz, aparte de su hogar: “Mis compañeros de Amalgama me tratan muy bien, están felices conmigo, somos una gran familia, me han acogido desde que entré. Se les quiere mucho a todos, somos muy unidos. Soy muy feliz. Me recibieron con los brazos abiertos”.

Muy distinto a cuando empezó en la actuación, en una escuela, donde cuando había ejercicios en pareja, lo dejaban de lado y de último, no les gustaba trabajar con él. “A mí me afectó eso, pensaba qué hago aquí, qué he hecho mal, para que no quieran estar conmigo”.

En Amalgama no solo recuperó su amor propio y la cura a lo que parecía una condición limitante. Ya hizo una película con Culpable Films, que se llama Parapeto, que pronto saldrá, y La Doctora Francy, una serie de Tiktok, sobre el maltrato laboral.

Respecto a la obra, Jonas cuenta que es una tragicomedia popular, que escribe, dirige y actúa. “Trata sobre la infidelidad de la exnovia de Ramiro. Gonzalo, mi personaje, el psicólogo de la policía distrital, hará lo imposible para que este muchacho no se suicide. Después se darán cuenta por qué Gonzalo está ahí, para salvar a Ramiro”.

Para el director, “inclusión es la oportunidad que se le da a estas personas que en realidad no tienen límites, impulsándola a seguir adelante por medio de las artes escénicas, potencializando lo que tienen y llevándolos a creer en ellos. Todos podemos, independientemente de edad, raza, género, o condición física”.

“A veces lo que necesitamos en nuestra vida es amor, empatía”, continúa Jonas, quien fue testigo de como Kike en otra academia era ignorado y aislado, sin tener en cuenta su potencial. Con Amalgama, este actor se ha presentado en tres obras: Flor Machine, Cuento de Navidad y Qué Casualidad, además de la película Parapeto y la serie web de tiktok: Doctora Francy”.

Pero ha sido mucho lo que Kike ha puesto de su parte, ensayando en casa, haciendo ejercicios de dicción, improvisación, memorizando pero lo que es más importante, interpretando el guion, desarrollando habilidades mentales para contestar rápido.

“Durante los dos meses que nos presentamos en el Teatro Santa Fe, el público disfrutó mucho la obra, mis padres y mi hermano, primos, vecinos, tíos, amigos me dicen que soy otra persona en el escenario. Esto me alegra mucho”, cuenta este actor que sueña con hacer muchas más obras, en teatro, televisión y cine, “¡Vamos a romperla!“, advierte ante la risa cómplice de su maestro, quien ve los cambios en su alumno: ”a nivel cognitivo, del habla, de la socialización, del amor propio. Antes no hablaba, ahora se suelta, se la cree", cuenta Jonas Ortiz, quien lleva 24 años de camino en el teatro, el cine y la televisión.

Ortiz por su parte, acaba de terminar Las de Siempre, producción de RCN, que pronto saldrá al aire. Desde hace cuatro años se dedica a la pedagogía, aunque tiene un trasegar largo en televisión, en programas como Mujeres al Límite, Corazón Abierto, entre muchas otras. Ahora escribe, dirige y actúa sus propias obras y se dedica a enseñar y a enseñar que los límites no existen.

Isabel Peláez. Escribo, luego existo. Relatora de historias, sueños y personajes. Editora de cultura, entretenimiento y edición de contenidos digitales.

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