Economía
Presidente Petro anuncia retiro de aranceles a telas y cueros: apuesta por convertir la confección en potencia exportadora
Algunos sectores temen por la posible pérdida de competitividad de los comerciantes locales encargados de los insumos. También hay alertas por aumento del contrabando.

12 de oct de 2025, 06:21 p. m.
Actualizado el 12 de oct de 2025, 06:22 p. m.
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Durante un evento público en Medellín, el presidente Gustavo Petro anunció una decisión que impactará directamente al sector textil y de confecciones en Colombia: la eliminación de aranceles a la importación de telas, cueros e insumos necesarios para la fabricación de prendas y productos derivados.
Con esta medida, el Gobierno busca reducir los costos de producción de la industria nacional, incentivar las exportaciones y transformar al país en uno de los principales exportadores de confecciones de América Latina.
Según Petro, este sector tiene la capacidad de generar empleo masivo, especialmente entre mujeres, y de contribuir a la diversificación de la economía nacional.

Según el proyecto, estos insumos dejarían de pagar tributos de aduana, lo que reducirá los costos de producción para talleres y fábricas de confección. La medida busca además incentivar la agregación de valor local, permitir precios más competitivos y generar un mayor volumen de exportaciones.
El Jefe de Estado enfatizó que la confección colombiana tiene el potencial para convertirse en uno de los sectores exportadores más dinámicos del país.
Con esta decisión, el Gobierno espera estimular la formalización, la generación de empleo en regiones y el fortalecimiento de la cadena productiva textil.
Sin embargo, no todas las voces ven la medida con optimismo. Federaciones y asociaciones algodoneras alertan que el retiro del arancel podría afectar la producción nacional de algodón.
Argumentan que si los insumos importados quedan sin gravámenes, la demanda interna podría migrar hacia productos extranjeros más baratos, lo que afectaría directamente a campesinos y productores locales.

Otra preocupación que surge es el contrabando. En años recientes, los gremios del comercio han señalado que los altos aranceles sobre confecciones importadas han incentivado el ingreso ilegal de ropa, afectando la competitividad de fabricantes formales.
Algunos sectores argumentan que sin controles adecuados, la eliminación de aranceles podría agravar ese problema.
El reto para el Gobierno será acompañar esta apertura con políticas encaminadas a mejoras en logística, control aduanero, créditos para modernización y acciones de promoción de exportaciones.
Solo así podría evitarse que la medida beneficie predominantemente a quienes ya están posicionados en la cadena industrial, mientras que los productores más pequeños queden rezagados.
Con esta decisión, el Estado busca otro modelo de desarrollo industrial: en lugar de proteger mediante tarifas elevadas, confiar en que la competencia eficiente y la innovación potencien el crecimiento del sector. No obstante, ante las dudas generadas en el empresariado local, el éxito de la medida dependería del apoyo que se brinde desde el Estado.