Economía
¿El alza del salario mínimo impulsó los precios de la canasta familiar? Expertos hacen sus pronósticos para final del 2025
Analistas explican cómo el incremento del salario podría estar afectando el alza de la inflación.

12 de oct de 2025, 06:01 p. m.
Actualizado el 12 de oct de 2025, 06:01 p. m.
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Los datos de la inflación en Colombia, para el mes de septiembre no fueron tan alentadores en ese propósito que tiene el país de reducir el costo de vida de los hogares.
Esto implica que, de cara al fin de año, quedan importantes retos para evitar que los precios de los bienes y servicios de la canasta familiar de los colombianos se salgan de su cauce.
Para septiembre, la inflación anual fue de 5,18 %, lleva tres meses sin cambiar de tendencia y los analistas pronostican que terminaría el año en una cifra similar, es decir, levemente por encima de 5 %, aún lejos de la meta del Banco de la República, que busca su retorno al 3 %.
Controlar los precios es clave para mantener el poder adquisitivo de los hogares, en especial de los más pobres.
Carolina Monzón, gerente de Investigaciones Económicas en Itaú Colombia, explicó que el Índice de Precios al Consumidor, IPC, de esos hogares fue similar en septiembre y osciló entre 5,17 % y 5,20 %. Sin embargo, cree que esa alza afecta más a las familias pobres “por la adquisición de alimentos y porque los niveles de ingresos son más bajos y los incrementos castigan más el ingreso disponible de esos hogares”.
Alejandro Useche, profesor de la Escuela de Administración de la Universidad del Rosario, explica que hay dos formas de analizar los datos: en el largo plazo hay una reducción en el IPC, pues en marzo de 2023 se situó en 13,43 %, lo que es buena noticia. Pero, reconoce que, en el corto plazo se ha mostrado un estancamiento en el ritmo de reducción de la inflación.
¿A qué se debe esto? Laura Clavijo, directora de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado de Bancolombia, comenta que durante buena parte del año los precios han sido presionados por el rubro de servicios que están indexados al salario mínimo, incluyendo arriendos, servicios públicos, salud y educación, entre otros.
“Estamos viendo que los hogares están demandando más productos, vehículos, bienes durables y se arroja presión en los precios por el lado de la demanda de las familias que son más resilientes y tienen mayores ingresos por remesas y por mejoría del mercado laboral”, dice.
Otro elemento que estaría afectando el IPC tiene que ver con los energéticos. José Ignacio López, presidente de Anif, indica que eso impacta a los hogares vía mayores costos de los servicios públicos y de forma generalizada, en la medida que “tenemos unos hogares que están dispuestos a gastar más y con mayor demanda”.
De acuerdo con el Dane, en septiembre pasado los rubros de gasto con mayor variación de precios fueron restaurantes y hoteles, es decir, las salidas a comer y los viajes, con 7,47 %, y les siguió educación, con un incremento de 7,29 %; bebidas alcohólicas, 6,38 %, y alimentos, con 6,21 % (ver gráficos).
Para octubre se espera una aceleración de las cifras, que se moderarían al fin de año. De ahí que se coincida en que la inflación terminará 2025 en 5,1 %.
Juan Diego Lobo, docente de Economía de la Universidad EAN, explica que el país entra en una fase de crecimiento de precios por cuenta de una mayor demanda de productos por las festividades de estos meses y, en especial por la Navidad.
“Adicional, hay circunstancias que limitan la logística, como los derrumbes y los bloqueos que se vienen presentando y que incrementan los costos de transporte por carreteras, por lo que de aquí a fin de año solo se puede esperar que los precios se mantengan, con suerte, o que estos aumenten”, anota.
Impacto del salario mínimo
Aunque el Gobierno Nacional insiste en que el alza del salario mínimo no afecta el mercado laboral ni otros indicadores económicos, algunos analistas consideran que la lentitud en la reducción de la inflación estaría relacionada con esto.
El incremento del salario para 2025 fue de 9,5 %, cuatro puntos por encima del IPC del 2024.
El profesor Useche, por ejemplo, dice que el aumento de los costos laborales, por el alza de salario por encima de lo recomendado, se traduce en un repunte en los precios de bienes y servicios. “También hay un aumento del consumo, la gente sale más a comer fuera, pero no se ve lo mismo en materia de inversión, que todavía está frenada y, cuando eso sucede, crecen los precios”, añade.
De igual forma, el Presidente de Anif comenta que los aumentos del salario mínimo se han reflejado en costos de los servicios. “Cuando la demanda de los hogares es robusta, ahí es donde se siente el fenómeno. Efectivamente, hay una relación, a veces hay rezagos, lo cual hace difícil identificarlo, pero las cifras en Colombia así lo están mostrando”, señala.
Lo mismo piensa Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, quien cree que, a pesar de que el Gobierno insiste en que el incremento del salario mínimo no tuvo impacto, la evidencia sugiere lo contrario.
“La desinflación en Colombia ha sido mucho más lenta que en países comparables, como Chile, México y Perú. Esto refleja el efecto de un ajuste salarial que, aunque busca proteger el poder adquisitivo, termina presionando los costos laborales y dificultando que la inflación converja a la meta del Banco de la República”, sostiene.
Añade que el salario no es el único factor que ha impulsado los precios, pero sí ha contribuido, como han dicho los analistas, a que el IPC de los servicios se reduzca más lentamente y que las expectativas sigan por encima del 5 %”.
El debate sobre el alza del salario mínimo en 2026 apenas empieza, pero nuevamente será clave en las expectativas inflacionarias del próximo año.
El Gobierno Nacional ha dicho que haría un incremento alto, como los de los últimos años, por lo que desde ya se prevé que el IPC rondaría el 4 % en 2026 y aún no llegaría a la meta del Banco de la República.
“El incremento que se decida para el próximo año será relevante para algunas canastas de precios y podría generar una resistencia, sobre todo en la primera parte del año”, plantea Carolina Monzón, quien añade que rubros como peajes, servicios en notarías y arriendos están muy relacionadas con el salario y la inflación.
Comunicadora Social de la Universidad del Valle con más de 30 años de experiencia en prensa, en especial en periodismo económico aplicado en varios medios de comunicación nacional.